Escribo estas líneas desde las faldas del volcán Huitepec, en Jobel, antiguo nombre tsotsil del actual valle de San Cristóbal de Las Casas, Altos de Chiapas, Centroamérica.
Bienaventurados aquellos que sin un centro
tienen esa forma rigurosa y modesta
de la cebolla, esa brillante redondez
y vigor para echar raíces,
aun, sin tierra para anclar.
En más de un par de ocasiones he contado que cuando migré a la ciudad de Jobel comencé a usar la máscara de “indígena” para identificarme ante los dueños de ese mundo.