Ilustraciones: José Salazar Pozos
Si el éxito de todo texto en lengua extranjera depende de su traducción, ¿cómo es posible que a pesar de sus supuestas malas versiones en español Las flores del mal haya sido leído con admiración por varias generaciones de lectores? Un joven traductor mexicano propone aquí una respuesta a ese misterio.
Recuerdo que a las fiestas de la universidad (esas que tenían lugar en departamentos o en casas de amigos, donde se bebía cerveza caliente y que terminaban a las 5am porque a esa hora volvían a abrir el metro) asistía un misterioso compañero, desaliñado y torpe, que no sabíamos realmente por qué iba.
Para quien quiera acercarse a la obra de Guy de Maupassant, ciertamente será de gran utilidad conocer cierto poema que publicó en una antología licenciosa en 1881.