Y dijeron los progenitores, los creadores y formadores,
que se llaman Tepeu y Gucumatz:
“Ha llegado el tiempo del amanecer, de que se termine la obra
y que aparezcan los que nos han de sustentar y nutrir ,
que aparezca la humanidad sobre la superficie de la tierra”.
No sé si mi vecino lee mis historias de Facebook y le gusta darme material,o quizá ya se creyó mi frase de «no están a mi nivel”porque vino a comprar jamónno podía decirme si era una bolsa chica o grande,¿me la presta para checarla?,—sí, es de ésta, dijo mientras me pegaba sutilmente en el hombro,—aaaammm, ¿cree que pueda pasármela?,volvió a golpearme con el productopero le soltó y la atrapé en el aire,—¡es de un cuarto, vale 27!, le dije en chinga,pagó y se fue.
Escribo estas líneas desde las faldas del volcán Huitepec, en Jobel, antiguo nombre tsotsil del actual valle de San Cristóbal de Las Casas, Altos de Chiapas, Centroamérica.