Tierra Adentro

Dedicado a Pinales, a Saha y a Bigger, por su generosidad, sin conocerlos. 

 

En los largos trayectos a los que esta inevitable ciudad obliga, algunas veces por solaz, otras por sicalípticas odiseas, aunque las más de ellas es por la irremediable anchura con la que los chilangos tenemos que lidiar a diario para alcanzar oficinas, escuelas, parques y demás parajes para conseguir aquello llamado salario” —“Algo malo debe tener el trabajo, o los ricos ya lo habrían acaparado, dice Cantinflas en la espléndida Ahí está el detalle, de Juan Bustillo Oro, un caminante atento, que pese a la premura de la rutina sea un moderno flâneur, puede encontrar resquicios en donde la cotidianidad se rompa y de ellos emerjan siluetas inesperadas, ritmos sugestivamente hipnóticos y ferales voces que expelen insultos en versos polimétricos y en compases de cuatro cuartos. 

       Hay gente que ha conocido el mundo y ha encontrado que éste no es ni tan ancho ni tan ajeno, hay quienes han escrito su vida de subida y saben que es lo mismo de bajada, los que han conocido el poder de la palabra saben quea lengua es la patria del hombre, y también que en la lengua se libran batallas. Estas siluetas se han enquistado en la ciudad,  tallando versos en una libreta que en un escenario improvisado llenarían el aire a ritmo de rap. Lo mismo esbozan paronomasias que calambures, intentan encontrarse en el mundo y mostrar sus propias señales: son raperos, o para decirlo de un modo más certero, son freestylers.  

El ritmo obstinado, de frecuencias inusitadamente graves, retumba en los oídos y llena los callejones poblados de árboles de la Alameda en una tarde cualquiera, quizás lluviosa, de la ciudad. En una de las explanadas que rodean el Palacio de Bellas Artes, una decena de jóvenes se juntan, ríen y riman de modos más o menos afortunados. Es un cipher, un término que si bien se masificó con la película mileescrita por Scott Silver quien tambiéco escribió la inquietantemente seductora Jocker— y protagonizada por Eminen, viene de varias décadas atrás y de miles de kilómetros de distancia. En 1963, un estudiante de Malcolm X, Clarence 13X, después conocido como Alleh, el Padre, se separó de la Nación del Islam el movimiento político y religioso fundado por Wallace Fard Muhammad en Detroit, en los años treinta, que busca mejorar las condiciones políticas, económicas, sociales y espirituales de la comunidad afroamericana en los Estados Unidos— por no coincidir en sus preceptos. Quien en un principio llevó el nombre de Clarence Edward  Smith fundó, después de salir del Templo número 7 de la Nación del Islam, The Five Percent Nation, también conocida como la Nation of Gods and Earths o los Five Percenters, bajo la premisa, entre muchas otras, de que el mundo se dividía en el ochenta y cinco por ciento que no conoce a Dios en la Tierra; el diez por ciento que son esclavistas, los ricos y los poderosos, y el cinco por ciento que conoce el origen, a Dios y no se dejan embaucar por las enseñanzas del diez por ciento.  

Más allá de los dogmas, este movimiento originado en los años sesenta para contrarrestar el supremacismo blanco y el racismo que hasta nuestros días se mantiene evidente, no sólo en los Estados Unidos, sino también en el mundo baste recordar a George Floyd y a Jacob Blake, por mencionar sólo dos eventos— se imbuyó en la cultura de las comunidades afroamericanas que encontraron en manifestaciones artísticas como el rap, el break dance o el graffiti un actuar político y estético. El cipher proviene de de-cipher, porque las rimas que los raperos adheridos o influenciados por los Five Percenters improvisaban o escribían contenían referencias al dogma y a sus creencias y tenían que ser descifradas por aquéllos que fueran capaces o que estuvieran iniciados en los secretos del movimiento. Por mencionar a algunos que abrevaron de éste se puede mencionar a Big Daddy KaneWu-Tang Clan o Rakim 

De la carga política de los cipher —entendido éste más como un encuentro para improvisar, y no tanto como una batalla— originados en los Estados Unidos a la versión que se lleva a cabo en lugares como el Palacio de Bellas Artes, la plaza central de Coyoacán o el metro Hidalgo, por nombrar sólo les espacios capitalinos, queda poco. Se mantiene, sin embargo el gusto por la improvisación, el ingenio y los recursos retóricos que se aprenden de voz en voz, de rima en rima.  

Danger AK, rapero, improvisador y gestor cultural, menciona en entrevista que: El rap, o la improvisación en el rap, es gracias a la comunicación y al conocimiento comunitario. Los raperos tallerean en comunidad, se juntan en los parques y van pasando su conocimiento de boca en boca, o de verso en verso. Dicen que el rap es de la calle, pero uno tiene que saber que aprendemos mejor en comunidad, que nuestro conocimiento puede ser parte de los demás 

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Y el conocimiento de Danger AK a propósito de esta disciplina lo ha llevado a estar, ahora, los lunes en el Canal Once, a hablar de noticias y sucesos del día a día, pero en cuatro cuartos, acompañado de un dj y en verso.  

En México, y por la influencia de mile, además de otros productos culturales como el streaming,  de la política prístina de la calle se ha llegado al espectáculo y a la formación de una liga profesional de freestyle.  En ésta la Freestyle Master Series— se cuenta con una primera división” y hasta una liga de ascenso, como un deporte. En México, en el 2020 se lleva a cabo la Segunda Temporada, con diez improvisadores que muestran su destreza enfrentándose entre ellos y luchando por conseguir un nombre y una reputación en un circuito que comienza a comercializarse y, también ellos, a masificarse, principalmente por plataformas como YouTubeTwitch y las redes sociales. 

Uno de ellos, con la tinta hasta el cuello, luce una figura imponente. Le dicen el Lobo Estepario1 y es originario del norte de la ciudad. Pese a ser tan joven, apenas de veintinueve años, ya es un veterano. Campeón nacional de Red Bull una de las ligas con mayor tiempo en nuestro país, participante de competencias internacionales, cuenta la historia de las batallas:  

Esto empezó hace varias décadas, con fiestas en donde habídisc jockeys y a alguien se le ocurrió empezar a animar estas fiestas, a presentar a los diyéis que iban a estar ahí,  y se les conocía como maestros de ceremonias (de ahí vienen las siglas MC), y a alguien se le ocurrió empezar a animarlas diciendo las cosas en verso, y después alguien llegó a contestarle, también en verso, y empezaron a luchar por ver quién rimaba mejor, quién tenía más ingenio, quién lo hacía con más ritmo. Evidentemente fue un modo también de conciliar a bandos contrarios, era mejor recibir un verso que recibir un balazo, y quien perdía en estas batallas era exiliado de esas reuniones, era una cuestión de honor

Lobo Estepario

Lobo Estepario

De aspecto fiero que contrasta con la amabilidad de su voz, en el escenario se transforma y parece devorar, verso tras verso, patrón tras patrón, a su oponente. La risa franca de Lobo se contagia y obliga a pensar que si el mundo dirimiera sus diferencias en verso, quizás sería un lugar mejor. Puedes decir lo que quieras allá arriba, pero una vez que terminas, todo se queda en el ritmo, abajo te abrazas y sigue igual que siempre. Es como una catarsis. Si al principio lo primero que debes conocer son las rimas consonantes y asonantes, después comienzas a conocer las barras, los dobles sentidos, la puesta en escena, y eso te ayuda a ganar, a ser el mejor en la tarima. El Lobo en la tarima disfruta, se ríe y celebra. Es agresivamente feliz, o quizás gozosamente iracundo, y su estilo seduce.  

Las batallas de improvisación tienen sus cimientos en la lengua, en los recursos retóricos que heredaron de la literatura; en el ingenio y en la habilidad para decir y contestar. Uno de los participantes más sólidos del circuito profesional es RC2, originario del Barrio Bravo, Tepito, y uno de los mayores exponentes del llamado doble tempo, que es improvisar diciendo las palabras al doble de velocidad: 

Hay doble tempo que le he aprendido a otras personas, que a su vez le aprendieron a otros, es escuela. Yo veía a un Chuty, que suelta mínimos latigazos de palabras, y a mí me gusta eso, para mí el doble tempo no es soltar simplemente una metralla, es meterle distintos flows. Siento que en eso soy único porque no hay nadie que haga tantos juegos. Yo empecé a los dieciséis años, para mi generación, eso era joven, hoy ya sería empezar viejo, hoy empiezan a los once o doce años. Y me di cuenta que el doble tempo era mucho más que hablar rápido, todos hacían lo mismo.  Y yo siempre quise sonar de otra manera, y busqué otros caminos. La habilidad en la respuesta es, quizás, lo que mejor define a estas batallas: 

 

RC

RC

Mira, esto se trata de querer voltear las cosas, creo que podríamos ser buenos abogados, el chiste es andar de contestones, aunque esto, las batallas, las más antañas empezaron por no terminar disparándose unos a otros, eran mucho más agresivas. En la propuesta está la respuesta, siempre hay que estar muy atentos a lo que te están diciendo, porque en eso que te dicen está lo que les vas a responder 

RC improvisa en nuestra conversación: Si quiero decirle algo con la palabra electrochoques puedo decirle: Yo soy el porky, porque, homie, jugando al póquer, joker, te meto dentro de tu lóquer, lo quería desde antes, deja que ahora los coloque en el cuerpo y te retuerces con mil electrochoques.   En tan sólo cuatro versos, RC echa mano de tres recursos retóricos: los fónicos, paronomasia y aliteración: porky-porque / porky-homie / porque-póquer-jocker /joker-lóquer; y calambur: lóquer-lo quería-coloque. Quizás, para ejemplificar de manera más tradicional, el calambur más recordado en la literatura mexicana sea el de Xavier Villaurutia: 

 

Y en el juego angustioso de un espejo frente a otro  

cae mi voz  

y mi voz que madura  

y mi voz quemadura  

y mi bosque madura  

y mi voz quema dura3 


RC

RC

Un ejemplo más: en febrero de 2020, se llevó a cabo la Final Internacional de FMS, con dieciséis participantes; el vencedor, y primer campeón internacional de esa liga, fue Mauricio Hernández, Aczinoquien mira a ambos lados de la existencia: la vida y la muerte están en su rostro, la gente diría que no ve al mismo lado o Dios le dio la ventura de verlo todo. En su primera batalla, contra el freestyler “errecé, recurrió a un calambur certero: una de las pruebas a las que son sometidos los raperos en estas batallas aunque depende de la liga y el formato en el que batallan— es que les van dando una palabra al azar cada ciertos compases, y a Aczino le tocó “Parásitos, el llamado mejor freestylero que se ha parido” respondió: 

 

Tómatelo con calma,  

Que yo ya desparasité toda mi arma, 

Es parásitos, yo te tiro, te paras y toses 

Toda la maldita alma. 

 

Muchos de estos recursos retóricos son usados sin un conocimiento previo de literatura o de retórica, en sí misma. Sin embargo, esto no es en detrimento de la disciplina de la improvisación, ya que aunque está hermanada con la literatura, el freestyle tiene su propias reglas y sus propias convenciones. Azcino cuenta: 

El freestyle fue, en un principio, y sin ofender, muy ignorante de las técnicas que hacíamos, por decir sólo alguna, como las sextillas. No éramos conscientes, rimábamos la primera con la tercera y la segunda con la cuarta, pero no conocíamos los tecnicismos. Primero fue todo muy en bruto, y hasta la fecha son muy pocos los que se interesan en involucrarse en las reglas, en las figuras o normas poéticas, en la literatura; por decir algo más grande, en la poesía, pero ahora como hay otros circuitos es necesario hacerlo. Desde que iba en la secundaria, que empecé a improvisar, la clase de Español me llamaba mucho la atención porque explicaban la acentuación, las sílabas, la métrica. A nuestra maestra, que se apellidaba igual que yo, Hernández González, lo cual era muy raro el humor sutil del rapero en entrevista contrasta con la agresividad cuando batalla, le gustaba mucho la poesía, y nos ponía a escribir, como si nos fuera a servir de algo en la vida, decían los compañeros, aunque a mí sí me sirvió. Era como armar un rompecabezas, era llenar espacios con cualquier rima, y a mí se me facilitaba mucho. Más tarde me empapé más en la improvisación tradicional. Conocí primero el son jarocho, la décima, quizás por encimita, en Garibaldi, ahí puedes conocer, no tanto la tradición, pero sí un poco de lo que ésta conlleva, rimas muy digeribles para que cooperes pal chesquito, y te saquen una sonrisa, un chistecito. Conocí los festivales de los pueblos, porque tengo familia en Oaxaca, en Puebla, en Michoacán, y hay mucho folclore, y escuchaba el Querreque, alguna bomba, y simplemente me gustó. No me aburría, como a otros niños, y de ahí salté al rap, que es como el hijo bastardo de la tradición. 

Aczino

Aczino

El ya citado Danger AK es uno de aquellos que sabe la técnica, su nombre y su origen, quizás por ello es que los talleres que imparte sobre freestyle encontraron lugar dentro de Alas y raíces, de la Secretaría de Cultura y sea no participante de la liga profesional, sino jurado:  

En la improvisación oral, polimétrica, en un ritmo de cuatro cuartos, nuestro patrón es una cuarteta, pero a veces nuestros versos son endecasílabos, a veces dodecasílabos, a veces alejandrinos, a veces son sólo de seis sílabas. Hacemos muchas rimas internas, y esto lleva a la discusión de si es una cuarteta o una sextilla. Yo ahora estoy metiendo décimas, pero una de éstas no cabe en ocho, entonces utilizo el siguiente patrón de cuatro cuartos para que en la línea doce la haga coincidir. Pero la polimetría es empírica, se da de forma natural, los raperos no son conscientes de lo que hacen en realidad. Sienten el beat y le dan más prioridad a la cadencia, al flow, a la rítmica que a las sílabas, al cierre del patrón, al punchline. La polimetría se da más por la libertad, o libertinaje, de la disciplina. En el rap usamos Arte Mayor, de diez sílabas parriba. En la tradición se usa el octosílabo, que para nosotros serían versos muy cortos, nosotros naturalizamos el verso mayor por la necesidad del ritmo, la rima define dónde termina nuestro verso, nuestro ritmo. Al principio los versos eran muy pareados, tenían el esquema básico de A-B-B-A, porque rimaban inmediatamente. Ahora, con la profesionalización del oficio, los raperos buscan la cuarta línea, que es la que golpea, pero la construyen desde la primera. A veces usamos A-A-A-A, y en ocasiones, A-A-X-A, la X es la que llamamos la línea fantasma, que nos ayuda a crear un espacio mental para cerrar con más fuerza. Cuando uno es consciente, naturalmente dislocamos el acento, pero no en la rima, sino al interior del verso. La elección de la rima es consciente, se elige, el rapero amolda el verso al ritmo, por ello se cambian los acentos y es algo que se hace, casi, automáticamente.”  

Todo lo sabemos entre todos, el conocimiento comunitario es parte esencial del rap. Es una disciplina urbana con sus propios códigos, pero no es de la calle. En ella conviven los mismos vicios y virtudes que en cualquier otra disciplina u oficio. Comienza a masificarse y habrá más de uno que haya perdido la pasión por esta disciplina por su popularización, pero en sus raíces hay política e historia. Sin embargo, desde aquellos años sesenta en donde la comunidad afroamericana encontró en la cultura del hip hop una propuesta vital para hacer frente a una circunstancia que, dolorosamente, no ha terminado, hasta nuestro tiempo y nuestras calles mexicanas en donde el rap y la improvisación pueden ser una oportunidad para ejercitar el ingenio, además de ser una herramienta cultural y educativa, puede asegurarse que las manifestaciones artísticas son siempre políticas. Como escribiera Rànciereel arte y la política no poseen una relación unidireccional, sino que se imbrican en una vinculación de doble vía, a modo de vaivén, que va desde la estética a la política, y desde la política a la estética.4. Y en la propuesta estética siempre hay una posición política, y la cultura del freestyle no escapa de esta aseveración. Es la calle y el encuentro de sus jóvenes que hacen comunidad y demandan el espacio público para ellos lo que reclama, también, la ocasión de conocer un poco más del mundanal ruido, de mostrar la propia apuesta y de poder decir, como quería Bonifaz Nuño, de otro modo lo mismo. 

  1. El canal de Lobo Estepario en YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCSUby-x6lsxLcQE7LzhRHqw
  2.   El canal de RC en YouTube: https://www.youtube.com/user/RCTFK05
  3.  Nocturno en que nada se oye, en Xavier Villaurrutia, 15 poemas (selección y nota introductoria de Octavio Paz), col. Material de lectura, no. 15. México: UNAM, 1977, p. 12.
  4.  Jacques Rànciere, en Rafael CanogarArte político, en Casa del tiempo, no. 14, vol. 1, época V, marzo, 2015, Universidad Autónoma Metropolitana, p. 28

Autores
Estudió la licenciatura en Lengua y Literaturas Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Fue becario de la Fundación para las Letras Mexicanas en el área de Narrativa en las generaciones 2009 - 2010 y 2010 - 2011, y dos veces becario del programa Jóvenes Creadores del Fonca en los periodos 2014 - 2015 y 2017 - 2018, ambos en la especialidad de cuento. Ha publicado cuento, ensayo, reseña y crítica literaria en Laberinto, Confabulario, Este país, Molino de letras, Siembra y Tinta Seca, entre otros. Aparece en las antologías Cofradía de coyotes (La Coyotera Ediciones, 2007); Fantasiofrenia II. Antología del cuento dañado (Ediciones Libera, 2007); Ardiente coyotera (La Coyotera Ediciones, 2008) y Bragas de la noche (Colectivo Entrópico, 2008). Es autor del libro de cuentos Campanario de luz, (UAM, 2013), y de La espantosa y maravillosa vida de Roberto el Diablo (UAM, 2019). Es editor de la revista Casa del Tiempo de la UAM.