Cada vez que escuchamos “cosas de niñas”, es probable que pensemos en labiales, estéticas y tacones; en mantener la espalda recta, no reír fuerte, cruzar los tobillos y no decir malas palabras.
La trayectoria de muchísimas autoras y autores, a veces, parece condicionada por las instituciones y las becas; una especie de camino a seguir, como si la profesionalización de la escritura tuviera que transitar por estos espacios de formación y publicación centralizados para poder existir.
Algo que sin duda me gusta de la literatura y el paso del tiempo es cómo lo que leemos es un reflejo de la época y el pensamiento de un autor y su contexto.
Es 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, día en el que nos felicitan porque creen que celebramos ser lindas y amorosas; nos regalan flores y "cosas de mujeres", incluso nos invitan a comer porque es nuestro día.