Aquí puedes leer el capítulo XV
CAPÍTULO XVI
La última despedida
El día que trajeron a Pauline Moser al manicomio, escuchamos unos gritos desgarradores y una chica irlandesa, vestida a medias, vino tambaleándose por el pasillo como como si estuviese borracha al tiempo que gritaba: “¡Viva! ¡Tres hurras! ¡He matado al diablo! Lucifer, Lucifer, Lucifer.