Afroamericano, homosexual, pobre, hijo ilegítimo e intelectualmente dotado, James Baldwin nació marcado de por vida con el signo de la múltiple marginación.
Y dijeron los progenitores, los creadores y formadores,
que se llaman Tepeu y Gucumatz:
“Ha llegado el tiempo del amanecer, de que se termine la obra
y que aparezcan los que nos han de sustentar y nutrir ,
que aparezca la humanidad sobre la superficie de la tierra”.