¿Quién no ha jugado a encontrar formas definidas en las nubes de un cielo primaveral? ¿Quién no ha creído ver patrones nítidos al atravesar un patio lleno de azulejos o al pasar a prisa por una hilera de baldosas? La paraidolia es una reacción psicológica que nos lleva a creer que vemos claramente una figura cuando se trata, en realidad, de elementos dispuestos de manera casual e involuntaria.
Las cosas bellas son difíciles de saber
Proverbio griego
Las meninas o La familia de Felipe IV, Diego Velázquez, 1656
¿Por qué las cosas tienen tal o cual nombre? ¿Hay una relación especial entre las palabras y las cosas que refieren? ¿De dónde provienen esos misteriosos acuerdos ancestrales que derivan en las lenguas que hablamos hoy? Con frecuencia se dice que las palabras son máscaras de lo real, designios arbitrarios del aparato lingüístico, nomenclaturas que esconden sistemas de poder erigidos desde tiempos inmemoriales para aclarar a unos y engañar a otros.
Durante el día los militares andaban por los torrentes de las calles, con los pantalones enrollados a media pierna, jugando a los naufragios con los niños.