Tierra Adentro
Fotografía recuperada de Flickr (CC BY 2.0)
Fotografía recuperada de Flickr (CC BY 2.0)

 

¿Te acuerdas cuando nos amarrábamos

con las manos vacías

dedos de lodo, hartas las uñas de venenos;

cuando caminábamos pensando

que cambiaríamos el mundo

y el mundo nos aplastó

como a pulgas sedientas de

hasta quince veces su propio peso;

y nos iluminamos los ojos

con diamantinas de colores,

bebimos del tártaro tarro de necesidades mentira

y lloraste abrazando mis pies en casa de mi madre,

y te metiste forzando la chapa

dejaste libros y regalos,

donde supuestamente el hambre

quince veces sentida,

se coaguló en un solo chiquifrasco?

Frasquito de corcho plástico

que aún guardo

en esa caja de madera morada

que no tiro

porque me hace acordarme,

de que finalmente,

forzaste la chapa?

 

¿Te acuerdas…

…de que bajo la noche del 21 de diciembre,

cuando jugaba a las hadas y bailaba junto al fuego,

sin nombre de tan primitivo,

y tú soñabas mujeres hindúes

se me rompió por primera vez

y como nunca

la noción de amarte?,

¿de cuando supe que tenía que jalarme del centro

el eclipse de mi vientre

y sumirlo a la noche

para no empantanar mi diáfana proyección de vida,

porque tus necedades

y dedos anaranjados,

por los cheetos torciditos,

me hicieron darme cuenta

de que las palomitas que arrojaste en el Oxxo

fueron todo tu ejemplo de vida y mundo

¡y qué cosa,

qué cosa,

de qué le ibas a llenar las pupilas y la cóclea

a los frutos mellizos

que se tragaban mi ombligo?

 

A veces yo sí me acuerdo,

cuando lavo tranquila los trapos

con que limpié las repisas

donde se duermen los libros

y les veo salir el cochambre a chorros

y pienso en el aire sobando mi nuca,

la sensación de estar tranquila,

la sensación de no merecer

los trapos limpios, la brisa.

 

Me acuerdo

del complicado compartimento

que instalaste en mi axis y sobrevive aún

cuando roto mi cabeza

para hacerme sentir que “amo”

pero sentipienso que no, pero sentipienso que sí,

y se me va llenando el cogote

de saliva seca y rasposa

se me nublan los puños,

sé que estoy llorando

y no sale ni una gota.

 

Transmuta la clepsidra en sus poros

perlas de agua en rabia

y quiero “odiar”

como consecuencia antípoda inexorable de ya “no amar”

y sentipienso que no, y sentipienso que sí

y doy cuenta de que planté mal la semilla,

el huevo de obsidiana,

pero con todo y eso

la luna llena me confesó su rizoma:

—Báñate en Hierba de San Juan,

no pienses en el amor/odio (así en redondas

porque son palabras atiborradas).

Llora y lo que nos pasó,

que ya no pase,

que ya no pese.

 

¿Te acuerdas de cuando me encontré

como alguien para mí,

después de que me arrojara por última vez

al abismo de creértelas todas

y decir que sí jugaba

para no quedarme sola,

como me habías orillado a pendular,

estando contigo

y sin mí?

¿Te acuerdas

de todos los yos

ausentes de mí que te inventaste

con quienes comparabas esencias

y jugabas a las armas biológicas

en territorias ajenas

y nos hacías extrañas la una para la otra,

desde adentro, quebrando tuercas,

fingiendo preguntas

aparentando verdades,

mientras cuerpas y nombres

pintaban tus confusiones en nuestras membranas

de amorcito 14 de febrero, basura de los mares,

tan inocentes como imbéciles?

¡cuando no!

el reflejo nuestro y roto,

sólo sabía dolernos la cabeza,

el orgullo, la nostalgia y la matriz
de llenarnos tanto de ti,

de tus miedos monstruosos

berrinches y ambivalencias;

y de ¿cómo pude enamorarme

y sentir que no traicionaba el caracol de la urna rosa

y quise como el perfume del floripondio besa lo oscuro

y tú pensaste que mi amora,

surgida de mi más honda cripta

y mi más grande promesa de amarme

era una ofrenda para ti?,

otra vez para ti, ¡todo para ti, todo para ti!

 

 

¿Y para mí?

 

Para mí la cicatriz

y el lixiviado

la circunvolución aplanada

el hocico mudo,

los mocos escurridos,

la dignidad tullida,

la confianza un nudo ciego

y la percepción molida.

 

Para mí eso,

nada más que

el bosque hojas de ceniza,

el madroño y su tronco flaco rotado,

el trabajo apenas germen de un sueño

y el sur un tímpano desahuciado.

 

Para mí,

que primero aprendí
cómo ser basura

desecho, lo pútrido…

 

Para mí

el ritmo percutido de mis huesos

en el hueco tuerto de canciones

y las arenas del desierto

como huestes en mis pestañas.

 

Por eso:

a mí,

el enjambre de moscas

vengan a mí,

que soy composta,

acurrucada lontananza de tierra fértil,

muralla de manzanas rojas;

tiento cientos de aluviones

y llego pronto a la pirámide

a mi olfato cercenado

a mi Amunet interna,

y soy:

destructora del crepúsculo aciago

aureola de Venus naciendo

párpado recogido

en la visión tremebunda

de mi propia altura y potencia…

 

Apoyo la escoba en la esquina de la casa.

Recién barrida la memoria

abro las ventanas y soplo el alféizar.

A mis alas le nacen palabras y floto,

en la pileta de mi libreta reposo el cansancio

de mi cuerpa lánguida necesitando hundirse:

La instinta me mantiene arraigada al aire,

y sentipienso que no, y sentipienso que sí.

Las letras me escupen a la cara que de todo esto,

lo que más culpa me da,

es el trago por propia voluntad

al jarrón de tu cianuro.

Trenzo los girones del lamento y me incendio coronada:

Con las manos vacías, los dedos de lodo, las uñas hartas de veneno

prospera mi obsidiana como pedregales luminosos en lo yerto

y yerma mi tierra de mí, frugal me leo:

 

Esto es lo que tengo:

 

Mi vida, un poema

mi boca, calcárea cueva

mi urdimbre, corazona de agua

mi casa, cuerpa que anda

mi sobra, isoyeta de mi aullido

mis sienes, inundadas de fusiles

mi pólvora, un batallón de fonemas

y tu bendita ausencia

que se abre

igual que la puerta

camino a mi libertad.


Autores
(Tlalpan, 1991). Poeta, slammer, sembradora agroecóloga, rapera, lingüista y politóloga. Es fundadora y miembra activa de la colectiva Hilanderas así como de la Colectiva Hipálage y el Centro de Permacultura, Política y Artes: Radicante. Ha publicado dos poemarias, Mi Rubik ed. Verso Destierro (2012), Recetas para vivir en el Incendio ed. Althaea Ediciones (2018) y la plaquette Cuartas editada por Vulva Ludens (2016). Aparece publicada en antologías de México, Chile y España, entre las más recientes colaboraciones se encuentra la de Novísimas vol. II ed. Los Libros del Perro (2022). Representanta a nivel nacional de la única liga feminista en México en el Circuito de Slam Poetry en 2017, ha sido becaria de las ediciones 2019 y 2020 del Máster de Escritura Creativa Under the Volcano en el grupo de poesía liderado por David Huerta. Asimismo cursó los seminarios impartidos por Francesca Gargallo "Estética Feminista de la Liberación" y "Feminismo Nuestroamericano". Desde 2010 ha sido alumna de Mari Cruz Patiño. Poemas suyos se han publicado en revistas impresas y digitales como Marabunta, Punto en Línea o Heterotopías, por mencionar algunas. Nataliamente, su último poemario, editado por Sáwa Biznaga Editoras, se encuentra en imprenta.
Similar articles
"Bukowski", por Kate Ann. Recuperado de Flickr. CC BY-SA 2.0
0 281

"Xochimilco", 2021. Fotografía de Eneas De Troya. Recuperada de Flickr. CC BY 2.0.
0 239