Tierra Adentro

Titulo: Los niños están locos

Autor: Héctor Manjarrez

Editorial: Ediciones Era

Lugar y Año: México, 2016

La experiencia no sólo es el nombre que damos a nuestros errores, según la boutade de Wilde, ya que implica reconocer que la vida misma es una equivocación y aunque así pueda ser en algunos casos (el suicida potencial piensa que lo es), también es la fuente de vivencias que ayudan a integrar los segmentos de memoria necesarios para dar identidad al individuo.

Ahora que Héctor Manjarrez (Ciudad de México, 1945) entrega a la imprenta Los niños están locos, una reunión de cuentos sobre la épica de crecer en tres tiempos, más que nunca se advierte su ánimo de búsqueda y de persecución de la forma. Y es que lo fácil es suponer que los individuos brotan en el mundo sin apenas explicaciones. Y entonces ejercen como madres/padres de familia, líderes políticos o religiosos o fugaces estrellas de futbol. Pero lo cierto es que hay un escenario que los vio crecer y los generó, que los aproximó a las vivencias fundamentales: el amor, los celos, el alcohol y el trabajo, vías todas de acceso al éxito o al fracaso. En esas fracciones de segundo de la vida, Manjarrez se detiene a mirar con los ojos del narrador discreto y contundente que ha sido a lo largo de su carrera.

Crecer siempre es un internamiento en lo desconocido, pero lo es más durante las etapas críticas del individuo. Es el hallazgo de nuevas cualidades y el olvido de otras que ya no habrán de utilizarse. El registro de los cuentos es realista, pero se cuelan a ratos hilos de actividad onírica en los personajes, lo que genera saltos en la narración de un punto a otro. Los sueños de la vigilia son trampolines para intentar una vida distinta y en cada relato subsiste la intención del salto al vacío.

Manjarrez, fiel a su manera de contar, logra relatos (algunos incluso próximos a ser brevísimas nouvelles) que se desgajan abriendo más y más posibilidades narrativas. La suya es una cuentística de corte clásico en la que si un personaje pide al autor que cuente su historia, éste lo hará sin importar lo que le demore. Es un libro que dinamita cualquier significación presupuesta para girar próximo a una idea que se asume vertebral, pero no lo es. Los árboles y las plantas crecen tras el rayo del sol; los seres humanos hacen lo que pueden atados a su circunstancia. Crecer, sí: ¿hacia dónde? Las posibilidades de esta confirmación de destino permiten a Manjarrez reconstruir imágenes del recuerdo. Somos lo que fuimos a pesar de la expectativa de un mañana.