El Museo Archivo General Agrario y su Sistema de Integración Plástica
Aclaraciones a los medios.
….que los terrenos, montes y aguas que hayan usurpado los hacendados, científicos o caciques a la sombra de la tiranía y de la justicia venal…
Plan de la Villa de Ayala
Frente a la publicación de las notas periodísticas de El Universal que denuncian ´Despojo Cultural por obra en la nueva sede del AGA´ y ante la desafortunada manera en que una narrativa sesgada y falsa es reproducida por la cobertura mediática y las notas periodísticas, sirviendo como amplificadores de las mendacidades y difamaciones de la realidad del desarrollo del proyecto colegiado y colectivo del Sistema de Integración Plástica de la Nueva Sede del Archivo General Agrario, la suscrita Curadora en Jefe de un Contrato de Obra Pública otorgado por concurso de licitación pública, en la que se acreditaron con creces nuestras credenciales académicas y artísticas, así como, junto con el Comisario, responsable del proyecto artístico, integrantes del Comité Artístico y únicos representantes del colectivo artístico integrado por investigadores, artistas, artesanos, diseñadores, cineastas, programadores y escritores; concebimos un Proyecto Integral de Museografía para la Nueva sede del Archivo Nacional Agrario, que fue entregado a la empresa que nos subcontrató, quien a su vez lo entregó a la SEDATU y, tras muy intensas y exhaustivas revisiones, fue autorizado plenamente en la figura de un proyecto documental de cientos de hojas que describe conceptual y puntualmente dicha propuesta como un Sistema de Integración Plástica.
Los miembros del comité artístico responsables del proyecto, quienes son a la vez representantes del colectivo artístico integrado por investigadores, artistas, artesanos, diseñadores, cineastas, programadores y escritores, nos vemos en la necesidad de aclarar y despejar las muchas inexactitudes, mendacidades, perjurios y falacias que el señor Francisco (Taka) Fernández ha venido declarando y circulado en los medios. Mentiras y falsas representaciones que, en su carácter de rumor, consejas y engañifas y por omisión de información, están ya funcionando como libelo y han tenido consecuencias en la reacción de las autoridades que unilateralmente están tomando medidas punitivas contra el responsable titular del proyecto, así como vulnerando los derechos creativos, autorales y laborales de un colectivo de artistas, artesanos e investigadores compuesto por mas de 60 personas.
Nos parece irónico, y en múltiples niveles perverso, ver como el señor Fernández insiste en llamar despojo al proceso de trabajo colectivo de un amplio grupo de creadores e investigadores que han venido trabajando intensamente de manera coordinada bajo principios de retroalimentación, articulación y sincronización de formas de producción de arte que exceden todos los ya desgastados modos tradicionales de concebir la producción creativa como un acto aislado de un artista ´trascendente´ que, aislado y encerrado en su estudio, logra abarcar por sí solo y sin ningún ejercicio de investigación, estudio o interacción con la realidad social o con los referentes históricos y vivos de los agentes y vivencias a los que pretende representar en su trabajo—y que el caso del trabajo artístico de Fernández se manifiesta a través de lenguajes plásticos hace varias décadas superados y cuestionados precisamente por su carácter fetichista como pseudoformas de expresión o revelación de una visión o expresión singular y superior a las formas colectivas, complejas, sociales y expandidas que emergen de procesos históricos colectivos organizados por sistemas de investigación colegiados y prácticas de interacción social así como ejercicios colectivos de creación siguiendo el ejemplo de las comunidades agrarias en sus intercambios horizontales y de reconocimiento recíproco.
El señor Fernández se dice despojado por un misterioso comité artístico, al cual acusa de estar coludido en una trama de corrupción y tráfico de influencias para obtener los beneficios de grandes cantidades de dinero público sin mérito o tarea alguna que robar y apropiarse del “trascendente arte del señor Fernández”. La realidad es que el señor Fernández está haciendo ruido mediático con la intención única de conseguir más dinero de un presupuesto sumamente limitado y un contrato suspendido por mas de 10 meses y con el cual, pese a grandes dificultades materiales y burocráticas, un grupo de más de 60 artistas, investigadores, artesanos, artistas populares, activistas e intelectuales de las comunidades campesinas ha trabajado de manera incesante y comprometida para lograr un ambicioso proyecto que pueda expresar y estar a la altura de los principios de La Revolución Agraria en México así como su legado de justicia, sus principios de colectividad, solidaridad y producción de formas de plasticidad que exceden los paradigmas colonizados de la construcción del arte y la cultura como la expresión y propiedad de un solo individuo, el cual por definición (y para el caso del Señor Francisco Fernández específicamente) es un hombre blanco y miembro por nacimiento de los círculos de comercialización de la cultura nacional que inevitablemente se apropian del legado cultural del genio popular y específicamente de la historia del desarrollo de las formas indígenas, campesinas y artesanales que son la base de desarrollo de la riqueza plástica de nuestra nación.
Siguiendo lo anterior consideramos importante las siguientes aclaraciones y precisiones:
1.- El Sistema de Integración Plástica Construcción Museo propone una escultura social que es a la vez una espacialización narrativa del archivo. Un museo de las vanguardias campesinas y un espacio para la activación de las formas indígenas. Un museo que escenifica y activa un archivo revolucionario y un horizonte utópico. Las Utopías Agrarias como lógica alterna entra en juego y recupera el proyecto de la formación de un relato diferente. El Sistema de Integración Plástica del AGA avanza con un salto radical hacia la exterioridad de las formas de producción de la cultura de masas, pero también a las formas artesanales de la cultura popular, las formas campesinas y la supervivencia de su raíz indígena. El comité artístico y el colectivo de artistas e investigadores propusieron y desarrollaron un museo conceptual como un dispositivo para la investigación plástica y como un laboratorio de antropología social. Un espacio para la socialización de las vanguardias y para la construcción de una memoria viva de la lucha agrarista así como la resistencia de los pueblos originarios.
2. El mural “La gran marcha agraria” yla serie de escultura utilitaria de concreto polimérico “Guardianes del archivo agrario” son elementos de un proyecto conceptual construido axiomáticamente de manera integral como una narrativa espacial basada en el Archivo General Agrario fabricada en soportes múltiples que incluyen mosaico, mural vaciado en concreto, documento histórico vaciado en concreto, mural textil, mural al óleo, pintura al óleo, escultura utilitaria de concreto polimérico, placas iconográficas descriptivas, escultura-instalación en cobre, talla en madera, marquetería, video, cine, litografía, reproducciones escultóricas de fibra de vidrio y resina plástica, así como un guion de museología, una selección curatorial de piezas históricas relacionas con las vanguardias emergidas de la Revolución Agrarista en México y una propuesta de programas artísticos y culturales públicos, así como programas de cine y de publicación de largo aliento. Para la construcción de un proyecto de este tipo y con los alcances artísticos e institucionales que requiere, hasta este momento han participado un equipo de investigación histórica, documental y artística de 4 académicos especialistas a cargo de la investigación y conceptualización; 15 artistas plásticos responsables titulares de proyecto; 2 editores responsables de publicaciones y memoria visual, hoja de sala y catálogo; un diseñador gráfico responsable de la identidad gráfica; 5 maestros labradores de cantera, artistas de la tradición y las formas populares; 2 maestros talladores de madera, artistas de la tradición y las formas populares; 2 colectivos de mujeres bordadoras cada uno integrado por 8 mujeres artistas textiles; 3 maestros ebanistas, un taller de 5 carpinteros y un taller de 16 maestros de mosaico con técnicas nuevas y nativas. Los talleres y colectivos de artistas populares, maestros tradicionales y artesanos todos están descentralizados en las comunidades rurales del Altiplano y Sureste del territorio nacional.
El señor Fernández – quien es quizás el único artista trabajando solo y desde un taller urbano en una de las colonias de extracción media de la ciudad de México– es parte de un proyecto complejo y colectivo que implica múltiples niveles de especialización y competencia técnica de desarrollo de las piezas siguiendo un guion artístico de investigación donde en ningún momento por contrato o crédito de autoría se le otorgó ningún trato diferenciado o especial que no fuera compartido por el resto del colectivo artístico designado para la producción de este proyecto. Invariablemente y basado en antecedentes de proyectos anteriores dirigidos por el mismo comité artístico que le comisionó a ejecutar e ilustrar las ideas surgidas de la investigación académica y en la forma de un guion definido, concebido y creado por el comité de dirección artística (del cual no forma parte ni por designación interna ni por contrato), se le manifestó explícita e implícitamente que no se le comisionaba “Un mural del Taka Fernández”—, muy al contrario su contrato es de proveedor de servicios de una obra por encargo donde nunca se le pidió más que ilustrar siguiendo el guion conceptual y artístico al que él nunca contribuyó ni por investigación, ni por innovación técnica, pictórica o creativa.
3. Para reiterar este punto dejamos claro y sin lugar a dudas: el señor Fernandez se le dio, basado en un programa de investigación histórica, indicaciones precisas de los siguientes elementos de su encargo de ejecución: título; tema histórico y guion; diseño y composición del mural; datos específicos de dimensiones y técnica y materiales; iconografía y motivos pictóricos; estilo y gama de colores. Después de mucho trabajo de bocetos y producción de soportes y materiales de investigación para informar el mural, el señor Fernández desvió de manera equivocada todos los elementos de dirección del encargo de ejecución y tergiversó profundamente el guion artístico, dañando de manera irreparable las intenciones artísticas y el sentido social y político de la comisión. De igual manera el colectivo se vio vulnerado ya que generó daños materiales también usando recursos de tiempo y monetarios que el colectivo considera vitales dado la precariedad y restricciones del presupuesto otorgado al equipo artístico, el cual, contrario a las mentiras publicadas por el señor Fernández y su representante legal, corresponde a menos de 1 % del presupuesto asignado al edificio de la nueva sede del AGA.
4. Para el caso de la serie de escultura utilitaria de concreto polimérico Guardianes del archivo agrario, consideramos importante establecer que la intención del señor Fernández de atribuirse la autoría resulta aún más osada y temeraria. En el mural entendemos que se está basando en el prejuicio del mito artístico heroico de los pintores decimonónicos, tratando de usufructuar de la dificultad que un público general tiene en discernir que desde las intervenciones dadaístas de Marcel Duchamp a principios del siglo XX la noción de que “el pintor es el artista” ha entrado en profunda crisis y ha sido superada con consecuencias importantes para los cambios y actualizaciones de la plástica internacional. Nos alarma muchísimo que la serie de esculturas infantiles que recuperan las formas tradicionales del trabajo de barro y sus figuras y cualidades materiales que encontramos en los mercados rurales e indígenas sean de pronto autoría de Fernández y propiedad patrimonial de su hermana, quien fungió solo como asistente del asistente de producción.
El comité artístico da testimonio aquí y puede documentar como esta pieza fue errada y destruida varias veces por la incapacidad de Fernández y su hermana en comprender conceptual, formal y materialmente la idea y la intención de este elemento dentro del Sistema de Integración Plástica / Museo Conceptual. Nos alarma aún más que la hermana del señor Fernández está tratando de reclamar el derecho patrimonial de esta pieza con intenciones de producir mercancía de lujo para un público de posibles compradores de altos recursos. El Museo Agrario y El Sistema de Integración Plástica creado por el colectivo es un proyecto de arte público que constituye un patrimonio público cuyos derechos no le pertenecen mas que a la Nación, al Estado que lo comisionó y al pueblo de México que lo inspiró.
5. La campaña de cancelación lanzada por el señor Fernández y su familia, y que se basa en una representación falsa del proyecto licitado y otorgado al colectivo de artistas representado por su titular la Dra. Mariana Botey, está basada en una versión sesgada y falsa de un proceso complejo de trabajo colectivo que implica horas de dedicación y labor de un extenso equipo donde todos los participantes comparten créditos de manera exhaustiva, completa y horizontal.
Al parecer el cambio radical en el sistema de representación y autoría que propusimos donde el maestro tallador o las mujeres bordadoras son autores con nombre y apellido ha consternado y ofendido profundamente al señor Fernandez. O quizás los intereses económicos y las ambiciones de figurar de manera protagónica han sido frustrados ante una distribución comunal y colectiva que evidencia que el arte, como la tierra, es una propiedad social donde participan muchos agentes, y para el caso de un proyecto artístico público que celebra y actualiza las dimensiones revolucionarias de la lucha agraria en México, busca extender los principios revolucionarios que son la raíz de la esperanza de justicia y progreso para nuestro país.
A nombre del colectivo de artistas y el comité de dirección académica que ha trabajado para la construcción de un espacio cultural con miras a un horizonte humano, social y utópico pedimos la sensibilidad de las autoridades y el espacio en los medios para presentar los cientos de páginas de documentación, el avance de las 16 obras medulares del sistema, así como la posibilidad de tener una discusión informada y documentada sobre los hechos. En este momento la pieza colectiva ha sido suspendida y las autoridades han cedido a la campaña mediática de calumnias y mentiras otorgando todos los puntos de petición de Fernández y con estas acciones vulnerando a los otros 58 participantes, cerrando la posibilidad de llevar a buen término el proyecto que obtuvo siguiendo protocolos administrativos e institucionales la comisión para crear el proyecto de arte público de la Nueva Sede del Archivo General Agrario.
Estamos a disposición de los medios y de las autoridades para entregar la documentación del proyecto que en este momento es un borrador de catálogo memoria descriptiva (aproximadamente 200 paginas), una hoja conceptual de sala con el cedulario de la selección de piezas centrales al sistema, 1000 laminas de presentaciones de proceso, así como varias piezas que están terminadas o por terminar. De igual manera existen contratos y subcontratos, así como facturas y recibos que claramente indican que el proyecto siempre se llevó según lo que describimos en esta breve aclaración. Estamos alarmados de que contra todo proceso administrativo transparente y sin conocimiento del proyecto del que el mural La Marcha Agraria forma parte, se cancele la posibilidad de concluir el trabajo y presentar la exhibición del arte que representa el esfuerzo de un trabajo colectivo diverso e inclusivo.