Cultura horrible y el Festival Grotesco
En febrero del año asistí a sie7eocho a un evento que la revista Moria organizó con la editorial Almadía. Se proyectó A donde voy siempre es de noche, una adaptación de un cuento homónimo de Bernardo Esquinca que el director José Manuel Cravioto convirtió en un cortometraje de terror. Al final del evento mientras platicaba con Esquinca, un sujeto desconocido se acercó a conversar con nosotros. Hablamos sobre cine de terror. El tercer hombre se presentó como Guro. Llevaba una playera negra con un rostro verde que parecía derretirse. Nos dijo que era ilustrador. Esquinca nos preguntó si ya nos conocíamos. Y aunque suene raro eso de no conocerse en Cuernavaca, hasta ese día no habíamos coincidido. Fue una buena noche porque hablamos de literatura, gráfica y cine de horror. Al final surgió la propuesta de armar algo. Pensé que se quedaría en el aire.
Alguno días después nos contactamos por Facebook y fue entonces que Grotesco se volvió una suerte de vapor asqueroso que pronto se convirtió en un cuerpo putrefacto, en una realidad material, en un festival. Festival Grotesco se llevó a cabo del 17 al 19 de octubre en Cuernavaca, Morelos. Incluimos cine, música, gráfica y literatura: Iván Farías, Armando Vega-gil, Monogatari, Bar de Monjas, Andrés Acosta, Efraím Blanco, Never After Before, un ciclo doble de películas en VHS, la presentación de un cómic que reúne a ocho ilustradores y a cuatro escritores morelenses y la sección Grotesco Nacional de corto, medio y largometraje de horror mexicano, fueron algunas de las actividades que tuvimos y que el público pudo disfrutar de manera gratuita.
Recuerdo que en una de las primeras juntas pensamos: ¿qué queremos que sea Grotesco? Queremos que sea un movimiento. Un festival que se desborda. Que no respeta fechas porque busca replicarse a lo largo del año en distintas actividades. Queremos ser un festival que incluye distintos géneros y disciplinas. Que brinda calidad y que reúne lo más representativo del horror que se produce en México. Queremos crear comunidad y estrechar lazos con otros artistas, gestores culturales y fanáticos del género para construir proyectos de forma profesional y honesta. Queremos producir material y comenzar un archivo, iniciar un proceso de documentación de todo lo que será Grotesco. Queremos divertirnos. Ver basura, cosas feas, reírnos, y compartir nuestras diferentes visiones del alcance del terror.
¿Qué no queremos que sea Grotesco? Un festival de cine. Eso nos limita y brinda una falsa percepción de la industria en nuestro país. No queremos ser un festival que banaliza al género o que lo sobreprofundiza. No queremos ser un proyecto solemne. No queremos estar en un espacio definido y exclusivo como las salas de cine sino que buscamos salirnos de lo convencional y hallar formas distintas de disfrutar un género que nos apasiona y nutre nuestra propia obra.
Como ya mencioné la primera edición del festival se realizó en octubre del año pasado. Las fechas para la segunda edición son las mismas, sin embargo, por la buena disposición de distintos proyectos y por la buena respuesta que tuvo la primera vez, hemos decidido comenzar el año con un gran evento que busca complacer a los que se quedaron con ganas de más, inaugurar las actividades de 2015 y atraer a nuevos públicos a la estética de lo grotesco.
Festival Grotesco nació en Cuernavaca, Morelos con el objetivo de dar a conocer proyectos artísticos que revaloren y aborden el horror desde perspectivas arriesgadas y amplias. Uno de los intereses más fuertes del equipo Grotesco es el de generar una comunidad de artistas, gestores y fanáticos del género que detone en la gestación de proyectos de calidad interesados en aportar, rescatar y revalorar el género del horror desde la concepción primigenia de la palabra grotesco que incluye lo siniestro, lo absurdo, lo raro, lo feo, lo extraño y lo horrible.
Del 6 al 8 de febrero, en varios puntos del centro de Cuernavaca, de nuevo intercalando actividades en recintos institucionales como el Cine Morelos con foros culturales alternativos, tendremos eventos que incluyen gráfica, música, cine y literatura: los ejes del festival. La proyección de México Bárbaro, una antología de horror compuesta por ocho segmentos —cada uno dirigido por algunos de los directores más sobresalientes de la escena del horror nacional— será el evento encargado de inaugurar la muestra y contará con la presencia de algunos de ellos, además de la exposición gráfica de carteles realizados por ocho ilustradores para cada uno de los cortometrajes. La cita es en el Cine Morelos, en punto de las 18 horas. Inmediatamente después, a las 20 horas, en Celoffan se inaugurará la exposición “Tótems” del ilustrador morelense Pablo Peña y a las 21 horas, un concierto en el Foro Cultural Pepe el Toro con Tiniebla + Escombro + Soundscreen (Musicalización de Valhalla Rising por Never After Before) los espera.
El sábado 7 de febrero las actividades comienzan a las 17 horas en Pepe el Toro con la presentación editorial de Los niños de Arkham y otros cuentos extraños, el libro más reciente de Miguel Antonio Lupián, director de la revista Penumbria. Participan los escritores, Iliana Vargas, Davo Valdés de la Campa, el editor Efraím Blanco y el autor. A las 18 horas en el Cine Morelos se proyectará El gigante de Gigi Saul Guerrero y Luke Bramley y el documental canadiense Why horror? dirigido por Rob Lindsay, Nicolas Kleiman. Y a las 20 horas en L’Arrosoir d’Arthur se presenta la exposición de la antología de comic Horripilante (Lengua de Diablo, 2015) con la presencia de los ilustradores y los escritores participantes.
Finalmente y para cerrar con broche de oro, el día domingo 8 de febrero se realizará una matiné en el Cine Morelos, función doble de horror para toda la familia con la proyección de Cazafantasmas 2 y Gremlins 2, a las 12 y a las 14 horas, respectivamente.
Todas las actividades de la programación son gratuitas. Para más información pueden escribir a festivalgrotesco@gmail.com o visitar el Facebook oficial del Festival: https://www.facebook.com/festivalgrotesco