Durante el día los militares andaban por los torrentes de las calles, con los pantalones enrollados a media pierna, jugando a los naufragios con los niños.
Luego de decidirse por la píldora azul, Neo (anagrama de One en inglés, es decir, El elegido), se da cuenta de su terrible realidad: es uno de los muchos seres humanos que sirven como batería para alimentar un mundo de máquinas.
En las cuarenta y un piezas de este volumen, la poeta Diana del Ángel nos habla a través de un ser que sólo se reconoce fragmentado y se percibe recluido en un cuerpo que se ha vuelto ajeno: recordatorio constante de aquel derrumbe crucial, violento, después del cual toda percepción se distorsionaría para nunca volver a su forma original.