No es casualidad que aun en la época de la escritura en soportes digitales, los cuadernos constituyan un referente, casi normativo, de la figura del escritor.
En la imagen de la escritura a mano puedo enumerar los siguientes elementos: una pluma, tinta azul, vieja; una libreta con listón separador, blanca; hoja, en realidad varias, también blancas; mi propia caligrafía, simplemente fea.