La nueva música clásica
En 1985 dos cosas sacudieron la existencia de los mexicanos: el temblor del 19 de septiembre y la publicación de La nueva música clásica.
Esa mañana del 23 de mayo de 1982, luego de abrir infructuosamente y por última vez el buzón de su casa en el 4 rue Martel, en París, Julio Cortázar y Carol Dunlop entendieron que dos semanas eran más que suficientes para responder a la modesta petición que habían hecho al Señor Director de la Sociedad de las Autopistas.
Mi hermano murió por mi culpa y sucedió más o menos así:
Después de muchos años de insinuarles a mis familiares de formas cada vez menos discretas, cada día un poco más humillantes, que hicieran caso de aquello que sin mucho furor ni éxito yo publicaba en algunas revistas digitales y, tras comprobar que era imposible convencerlos de que leyeran algo que sobrepasara la longitud de un twit, decidí soltarme.