Muchas de las teorías sobre la disidencia sexual del siglo XX asumen que la cultura no heterosexual está anclada en las ciudades y tiene una relación especial con las grandes urbes.
Algo que sin duda me gusta de la literatura y el paso del tiempo es cómo lo que leemos es un reflejo de la época y el pensamiento de un autor y su contexto.
¿Cómo podemos hablar del suicidio de Virginia Woolf? ¿Cómo hablar de esa Virginia que “se nos escapa de entre los dedos como un pez hábil y escurridizo”? La escritura de las mujeres ha tenido que atravesar una cuerda floja.