México en sus imágenes
Entre 1948 y 1949, Octavio Paz escribía en París El laberinto de la soledad. En 1950 se publicaría la primera edición de esta obra, que causaría controversia. Un año después en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, se realizaría un ciclo de conferencias que giraba en torno al estudio de lo que era y cómo era lo mexicano, donde coincidía que la búsqueda de esa identidad había sido inaugurada por la Revolución mexicana.[1] Sin duda, los años posteriores a la Revolución se vieron marcados por una incesante búsqueda de reconstrucción de la historia nacional y al mismo tiempo por una necesidad de definir nuestra identidad.
El tema es aún vigente entre los estudiosos del presente y los temas contemporáneos, un ejemplo de ello es la obra México en sus imágenes, de John Mraz, recientemente publicada en español. En este volumen Mraz hace un análisis de la forma en que medios visuales (cine y fotografía, principalmente) han contribuido a la construcción de representaciones visuales de la mexicanidad.[2] Tal como lo hicieran los intelectuales, escritores, poetas e investigadores de las ciencias sociales y humanidades de mediados del siglo pasado, el autor voltea la mirada al tema de la identidad (a pesar de que se trate de un “concepto resbaladizo” como él mismo anota) y al mismo tiempo hace una revisión del pasado del país a través de fuentes históricas poco estudiadas, como la fotografía.
El estudio de la fotografía puede resultar un tanto complejo, sobre todo cuando se trata de hacer una revisión de su historia en un lugar determinado. Como bien lo menciona Ricardo Perez Monfort «[…] los análisis de John Mraz en torno al acontecer de las imágenes […], no sólo tratan sobre el contenido, la forma y sus productores, sino que también hablan de las circunstancias que las rodearon en el momento de su producción. Asimismo, el sentido que adquieren depende de quién, cómo y cuándo se ven o se reproducen». O cómo dijera John Mraz el año pasado en una de las sesiones del curso Fotografía e historia en México: «vemos a través de nuestra cultura y a través de nuestra clase social». En este sentido, el contexto cobra importancia al momento de estudiar la fotografía, pues es éste el que da significado completo al momento de hacer la lectura de la imagen. Así, Mraz ofrece una interpretación en la que abarca el aspecto político, económico, cultural y social para incluir la fotografía en un contexto nacional e internacional de manera que crea un panorama analítico mucho más rico.
En los trabajos de John se encuentra una constante crítica a la forma en que la fotografía ha sido usada por los historiadores como ilustración de sus textos y que a su vez, estos la han relegado a un segundo término. Si hay algo que Mraz afirma constantemente, es que estamos en un mundo hipervisual, y que nuestra cultura todavía tiene un alto nivel de analfabetismo en ese sentido. Por tanto, se hace cada vez más necesario volver la mirada a la foto para entender su importancia hoy en día.
John Mraz busca la respuesta de la identidad mexicana en las imágenes que han sido producidas —por extranjeros y mexicanos— e impresas en los medios de comunicación nacionales (sin centrarse en describir la evolución de técnicas de reproducción fotográfica). El libro se divide en cinco capítulos en los que se abarca la historia de la fotografía desde los daguerrotipos, pasando por las carte de visite como formatos que fueron utilizados no sólo para retratar a una burguesía incipiente del México decimonónico, sino también para retratar a los tipos mexicanos, que después serían incorporados «[…] por los fotógrafos contemporáneos […] en calidad de símbolos de la mexicanidad».
Asimismo, identifica algunos arquetipos modernos de la identidad nacional en la figura de las celebridades de la época de oro del cine mexicano. Entre ellas aparece la figura del charro, aludiendo al “hombre de verdad”: figura masculina que contribuye a la construcción del carácter machista en México.[3] El macho hace uso descarnado de la violencia, porta pistola, maltrata a la mujer, usa sombrero, monta a caballo y bebe tequila. También hace uso de la fuerza y del humor para hacer actos imprevistos que confunden y destruyen.[4] En ese sentido, su figura tiene elementos que reflejan el uso de la violencia, porta pistola, maltrata a la mujer, usa sombrero, monta a caballo y bebe tequila.[5] Del mismo modo analiza al pachuco, un hombre que no quiere volver a su origen mexicano pero que tampoco quiere fundirse de lleno en la cultura estadounidense.[6] Esa figura simboliza a la gente que no pertenece a ningún lado.[7] Mraz también presenta al peladito, a la mujer en el cine mexicano: la madre abnegada, la “indita” y la fierecilla normalmente interpretada por María Félix. El personaje de Cantinflas representa al mexicano mestizo que el proyecto nacionalista había exaltado en la primera mitad del siglo XX,[8] mientras que la madre abnegada encarna a la mujer noble, débil y tierna. En los últimos dos capítulos analiza la fotografía y su uso en la prensa, sobre todo de las revistas ilustradas de la segunda mitad del siglo XX: Hoy, Mañana y Siempre que se inscriben dentro del auge de las revistas ilustradas en Estados Unidos y Europa: Life, Vu y Picture Post. Luego habla más en concreto de las nuevas culturas visuales en la que presenta el surgimiento de revistas como La Jornada y Proceso, así como la labor de lo que considera como la nueva fotografía de prensa, no en tanto que abarque el trabajo de fotoperiodistas “recientes”, sino para referirse a un nuevo estilo de fotoperiodismo del cual forman parte Pedro Valtierra, Marco Antonio Cruz, Francisco Mata Rosas, Raúl Ortega y Rodrigo Moya, entre otros.
Octavio Paz mencionaba que «Toda la historia de México, desde la Conquista hasta la Revolución, puede verse como una búsqueda de nosotros mismos, deformados o enmascarados por instituciones extrañas […]».[9] Lo cierto es que con cada revisión del pasado se saca a la luz una ínfima parte de lo que somos a nivel social en nuestro presente. John Mraz, por su parte, es un extranjero en búsqueda de la identidad mexicana forjada desde los medios visuales, tal vez en un intento de buscarse a sí mismo y su mexicanidad adquirida. México en sus imágenes es un ejemplo de esa necesidad que prevalece en el presente de continuar buscándonos a nosotros mismos a través de nuestra propia historia, a través de las fotografías del pasado, del cine y de otros medios visuales que nos ayudan a entendernos como mexicanos desde un referente visual.
Bibliografía:
Mraz, John. México en sus imágenes, Artes de México, CONACULTA, México, 2014, 444 pp.
Paz, Octavio. El laberinto de la soledad, Ediciones Cátedra, 8ª ed., Madrid, 2002, 578 pp.
[1] John Mraz, México en sus imágenes, pág. 253.
[2] Esta obra fue publicada originalmente en inglés en el año 2009 por la Duke University Press bajo el título Looking for México: Modern Visual Culture and National Identity. Ibid., pág. 400.
[3] Ibid., pág. 216.
[4] Octavio Paz, El laberinto de la soledad, pág. 219.
[5] John Mraz, Op. Cit., pág. 216.
[6] Octavio Paz, Op. Cit., pág. 148.
[7] John Mraz, Op. Cit., pág. 210.
[8] Ibid., pág. 200.
[9] Octavio Paz, Op. Cit., pág. 311.