Tierra Adentro
Ilustración realizada por Mildreth Reyes
Ilustración realizada por Mildreth Reyes

 

Bienaventurados aquellos que sin un centro

tienen esa forma rigurosa y modesta

de la cebolla, esa brillante redondez

y vigor para echar raíces,

aun, sin tierra para anclar.

 

[Sermón desde la cocina]

Nadia López García

 

 

Uno

Las mujeres indígenas que propagan sus conocimientos de boca en boca, tan común en los pueblos ancestrales de Abya Yala, retoman estos saberes de las abuelas, de las madres, principalmente, pero también de aquellas personas de su entorno familiar que les han enseñado a tejer huipiles, a hacer fajas, a coser o a bordar. Actividades vinculadas a su cotidianidad en el espacio doméstico que se amplía a las dimensiones del conocimiento de la siembra del maíz y otros cultivos. Las mujeres indígenas tienen diferentes rostros, hablan su lengua o son bilingües; tienen diversas ocupaciones ya sea en el campo o en las urbes, y como lo plantea Irma Pineda “lo que las une e identifica es la raíz. La pertenencia a una comunidad o un pueblo con continuidad histórica antes del despojo y del colonialismo.” 1

Estas mujeres pertenecientes a diversos pueblos originarios reivindican la permanencia de esas líneas de continuidad de su sabiduría en sus luchas presentes –contra el despojo de sus territorios, los procesos de desplazamiento, la deforestación de los bosques, la pérdida de ríos y la resistencia lingüística a través de la oralidad y la escritura en sus propias lenguas. Su forma de relacionarse con la Madre Tierra propicia el equilibrio y la armonía con la Naturaleza, cuando recolectan plantas silvestres de uso comestible y medicinal, cuando piden permiso para cultivar el campo e invocan con cantos espirituales la “petición de lluvias” para obtener buenas cosechas; cuando bendicen y preparan los alimentos para sus festividades.

La cocina tradicional es una herencia viva cuyo ejercicio permanente ha correspondido en su mayoría a las mujeres y está vinculada con otros saberes como la sanación y la partería donde la integración de plantas medicinales y alimentos son imprescindibles para la vigencia de estas prácticas ancestrales. Para estas mujeres, la cocina es más que un espacio doméstico –entendido desde una noción occidental como el lugar de donde la mujer como esposa o ama de casa se subordina a una serie de quehaceres entre ellos, la preparación de los alimentos. La casa funciona como una estructura jerárquica donde la mayor parte de las labores para su mantenimiento corresponden sin reconocimiento alguno a las madres e hijas o la servidumbre femenina.

La cocina tradicional para las mujeres indígenas representa un sitio de libertad. Y también de gran simbolismo ya que es el centro de reunión donde se transmiten conocimientos que se han heredado de generación en generación, donde las mujeres desde su infancia comienzan a participar de estos saberes, conocimientos y prácticas ancestrales. Y qué decir del alimento por esencia de estos pueblos, el maíz. Basta recordar el Popol Vuj, texto fundacional del pueblo maya-k’iche’, donde se narra la creación de la gente de maíz: “De maíz blanco y maíz amarillo se hicieron los brazos y piernas de los cuatro hombres que fueron creados. Luego, la abuela Ixmukane molió las mazorcas blancas y amarillas e hizo nueve jícaras de bebida. De este alimento provino la fuerza de estos hombres”. (2014: 61)

El fogón, la leña, el comal, las cazuelas de barro, así como el molcajete y el metate son símbolos de identidad al interior de una casa de adobe. La modernidad ha ido cancelándolos por parrillas eléctricas o estufas de gas y electrodomésticos. E inclusive, la elaboración de tortillas de maíz a través de un proceso industrial. Lo cual, no quiere decir que las comunidades indígenas vivan su día a día de una manera inalterable. Por el contrario, estos elementos han ido reconfigurándose en la identidad de los pueblos y enriqueciéndolos  con la palabra, ejemplo es la poesía escrita en sus lenguas y en español.

 

Ox Yoket

 

Ta yolil na

oxbij ton te sna k’ajk’

oxbij ton te skanan

me’ yoket sbiil te sme’,

te yantik yalatak;

ja’ skuchojik

te tsitsuben yoxom jyame’

te xk’ajin sok te sbul chenek’

te ya smal lok’ el ta xewel sti’.

 

 

Oxbij ton skananteyik te k’ajk’,

sk’ejbeyik te sk’op tata’il

ta sjoyobal yawil k’ajk’.

 

Tenamaste

 

En el ombligo de la casa

tres piedras son la casa del fuego,

tres piedras son guardianas,

me’yoket es la madre

los otros dos los hijos;

ellos sostiene

la tiznada olla de mi abuela

que canta con los hervores de los frijoles

y derraman su caldo en la comisura de su boca.

 

Tres piedras abrigan al fuego,

testigos de la palabra del abuelo

alrededor del fogón.

 

Adriana López

(Ocosingo, Chis., 1982)

Bats’il k’op/Tseltal

 

 

Dos

Actualmente un grupo cada vez más numeroso de mujeres-poetas en lenguas originarias va sentado las bases para la conformación de campos literarios específicos, ligado a la vitalidad de sus propias lenguas, así como las acciones políticas y culturales emprendidas en sus comunidades, es decir, cuentan con proyectos alternativos, ya sea organizando talleres de creación literaria en sus lenguas, editando sus propios libros de manera artesanal y participando activamente en lecturas poéticas. Algunas de ellas también son traductoras, profesoras universitarias y activistas ambientales.

La poesía escrita por Ruperta Bautista (San Cristóbal de las Casas, Chis., 1975), Enriqueta Lunez (San Juan Chamula, Chis., 1981), María Concepción Bautista Vázquez (San Cristóbal de las Casas, Chis., 1977), Angelina Súyul (Nació en Suyul y creció en Las Ollas, San Juan Chamula, Chis. 1984), Adriana López (Chalam del Carmen, Ocosingo, Chis. 1982), Juana Peñate Montejo (Tumbalá, Chis. 1977), Mikeas Sánchez (Tujsübajk, Chapultenango, Chis. 1980), quienes escriben en tsotsil, tseltal, ch’ol y zoque, entre las doce lenguas de origen mayense, excepto el zoque, que pertenece a la familia lingüística mixe-zoque; y que registran un mayor número de hablantes en el estado de Chiapas, es una muestra del posicionamiento de literario en lenguas originarias del sureste en el ámbito de las letras mexicanas.

Estas poetas mantienen una continuidad en relación a la tradición literaria a la que pertenecen, me refiero a la oralidad como punto fundacional de sus obras. Exploran de manera reflexiva la pertenencia a sus culturas de raíz maya. Pero también levantan la voz para cuestionar el rol femenino al interior de su comunidad. Hay temáticas que comparten en colectivo como la fuerza de la naturaleza, la dualidad de la vida y la muerte, la migración, la violencia y las injusticas sociales. Para este texto, escogí algunos poemas bilingües vinculados con el ejercicio poético en sí mismo: la Madre-tierra donde se cultiva el maíz como alimento de vida y de su creación literaria.

 

Mi iletsel jk’ay

 Petyelel ts’ibaya ñichty’an

yujilob ma’ wäl cha’an jiñi lum 

[…]

 

Chuki woli its´ibuñobob jiñi xty’añob

Ili ik’inlel ch’ujutyesaya cha’an lum,

Tyi pebrero yik’ oty tyi juño

Woch’oknabä tye’

Ma’añix y yok jiñi ja’

 

Kom cha’an jiñi xty’añob

Mi tsibubeñob ik’ay lum,

Jiñi ch’olob mi cha’leñob ch’ujulbá ty’an

Ty’an muk’bä tyi ik’yoch’anbä jolonie.

[…]

 

 Ja’al jiñi ja’al, mi yäk’eñonlojon kuxtyälel,

 uxp’ej k’in pityayaj.

 Ya’an jiño ja’al,

 lak na’ lum tsa’ wesäntyi

 ili k’ay mityejechel yik’oty mi tyechel ja’el ik’ayob Pejtyelel xty’añob tye pañumil.

 

Mi canto se levanta

 

¿Todas las poetas sabrán que la tierra

necesita oraciones y cantos?[…]

 

¿Qué escriben los poetas

en estos momentos de oraciones a la tierra?

De febrero a junio

árboles dorados.

ríos sin corriente.

 

Quisiera que todas las poetas

escribieran su canto a la tierra

porque los choles rezamos

y la palabra brilla en la oscuridad de Joloniel.

[…]

 

Lluvia, la palabra lluvia me da la vida,

esperamos tres días.

He aquí la lluvia

la madre tierra fue reverenciada

mi canto se levanta y se levanta el canto

de las poetas del mundo.

Juana Karen Peñate Montejo

Lengua ch’ol y español

 

Ts’ unub

Jch’ uviletik stsobik sts’unub osil balamil

chyaltal te ya’lel vinajel.

X-antalel te yut sk’obik yojobal nich k’in.

Xlamamet xchiuk sk’opik:

Ch’ul k’ok’.

 

[…]

Luz germinal

 

Las rezadoras recogen semillas del universo

que bajan en las palabras de la lluvia.

En sus palmas germinan luces de nich k’in*

Serenas concentran su canto suave:

El fuego.

 

[…]

 

*nich k’in: Flor o esencia del tiempo, uno de los meses del calendario maya.

Ruperta Bautista

Lengua bats’i k’op/tsotsil y español

 

 

Tumä

 

Mokaya’chä

yomochä teserike pänäjchä

Mojk’jäyä

jäyäs’myojk

wadbabä’wane

tobjabä’wane

nijpatzi te tzame

nijpatzi yä’najs’

 

Uno

 

Soy Mokaya

soy hombre y soy mujer

Mojk’jäyä

la flor de maíz

la palabra cantada

la dolorosa palabra

cultivo la palabra

cultivo la tierra

 

Mikeas Sánchez

Lengua zoque/español

 

 

Tres

Las cocinas tradicionales representan un factor determinante de identidad cultural y de cohesión social comunitaria, donde los calendarios de celebración festiva reúne legados familiares y las prácticas rituales; los conocimientos de diversas plantas y sus usos medicinales como ya lo comenté, siguen vigentes y, en muchos casos, se han formado iniciativas de mujeres indígenas que organizadas en cooperativas llevan a cabo una permanente divulgación de saberes tradicionales y salvaguardia del patrimonio cultural mexicano. Estas actividades les permiten obtener un sustento económico y un proyecto de vida propio. En 2010 la Organización de las Naciones Unidad para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) inscribió a la Cocina Tradicional Mexicana, Cultura Comunitaria, Ancestral y Viva, en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

La poesía en lenguas originarias también representa una defensa de este patrimonio, la creación poética es una herramienta que permite pensarnos a nosotros mismos, así como al territorio al que pertenecemos, memoria profunda donde están los sabores, los colores y los aromas de los campos mexicanos.

 

Referencias

 

Flor de siete pétalos. Espina florida de siete poetas mexicanas. (2019). Martín Tonalmeyotl (compilador). México, Ediciones del espejo somos. Adriana López, Ox Yoket/ Tenamaste, pp. 84-85.

 

México: diversas lenguas una sola nación. Tomo I. Poesía. (2008). México, Escritores en Lenguas Indígenas, A. C. Juan Karen, Mi iletsel jk’ay/Mi canto se levanta, pp. 20-23.

 

Popol Vuj. Libro sagrado de los mayas, (2014). (versión Víctor Montejo). México, Artes de

México.

 

Voces Nuevas de Raíz Antigua. Poesía Indígena Contemporánea de México (Colección). (2013). México, Plurarlia ediciones y CONACULTA, autoras Ruperta Bautista, Xojobal Jalob te’/Telar luminario (tzotzil y español); pp. 110-112. Mikeas Sánchez, Mojk’jäyä Mokaya (zoque y español), pp. 10-12.

 

  1. Referencia tomada del texto “Mujeres indígenas” de Irma Pineda de la clase mujeres indígenas (PUIC UNAM)

Autores
Escritora de origen mazahua. Estudió Derecho y Letras Modernas, cuenta con una especialidad en Derechos Humanos y una maestría en Derecho por la UNAM. Colaboró durante una década en las Jornadas Lascasianas dedicadas al estudio y defensa de pueblos indígenas y afroamericanos del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Imparte la clase “Mujeres indígenas”, en la asignatura México: nación multicultural del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural Intercultural PUIC-UNAM. Coordinadora académica del Diplomado de Literaturas Mexicanas en Lenguas Indígenas del INBAL. Ha publicado cuento, poesía y ensayo.

Ilustrador
Mildreth Reyes
(Martínez de la Torre, 1999) Estudió la Licenciatura en Arte y Diseño en la Escuela Nacional de Estudios Superiores, UNAM campus Morelia. Dicha formación le ha permitido reflexionar sobre distintos aspectos de la comunicación visual. Ilustra y escribe para anclar vivencias, pensamientos y convicciones a su mente, tenerlas presentes en su propio proceso y guardarlas a través de la forma.