Tierra Adentro

Titulo: Piscinas verticales

Autor: Gabriela Torres Olivares

Editorial: Secretaría de Cultura / Fondo Editorial Tierra Adentro

Lugar y Año: México, 2017

 

Piscinas verticales de Gabriela Torres Olivares sitúa al lector frente a un texto complejo, rico en metáforas, generosas descripciones y que a fuerza de entretejerse con otros se va construyendo y deconstruyendo al mismo tiempo.

Esta novela, ganadora del Premio Binacional de Novela Joven Frontera de Palabras / Border of Words 2017, narra la historia de una escritora enferma (presumiblemente norteamericana) que viaja hacia Tijuana en busca de una cura milagrosa una vez que ha agotado las posibilidades que la ciencia ofrece. La obra de Torres Olivares carece de nombres propios o diálogos. El texto está habitado por seres que se antojan fantasmagóricos al carecer de identidad. Sin embargo, a través de un muy astuto uso del lenguaje, la autora logra imprimir en ellos rasgos que no sólo les devuelven la humanidad sino que incluso les otorgan personalidad.

Torres Olivares transita de lo cinematográfico a lo poético, permitiendo que ambos mundos se crucen, jueguen y tracen párrafos enteros. Lo mismo es capaz de escribir una escena en donde llueven animales («Los hijos de la humedad no siempre llueven en gotas. A veces llega el pescado, a veces las lagartijas, ranas, tortugas, pájaros») que jugar con las palabras y dedicarle varias líneas a hacer una minuciosa y exhaustiva descripción de una uña presa de la micosis.

No escapa al lector la recurrencia por parte de la autora de situar a la enfermedad como la gran protagonista de sus obras. Entre sus primeras publicaciones se encuentra Enfermario (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2010), una colección de cuentos cortos cuyo hilo conductor son las enfermedades. Piscinas verticales no resulta la excepción. Los males del cuerpo como motor de una economía clandestina, proyecto documental de un narrador que persigue los últimos pasos de la escritora enferma o profesión apócrifa de quienes fungen como enfermeros en las clínicas de la frontera que prometen, a base de tratamientos experimentales, curar diversos males. La enfermedad como un común denominador en pobres y ricos, en quienes cruzan la frontera en ambas direcciones, en quienes se alimentan y viven de ellas.

Esta novela destaca por la forma en que la autora juega con los tiempos y los escenarios y la manera en que envuelve al lector a base de una narrativa que resulta poética. Tanto que nos hace olvidar, aunque sea por momentos, que la muerte es la gran inspiración del texto.