Historias de la tienda
No sé si mi vecino lee mis historias de Facebook y le gusta darme material,
o quizá ya se creyó mi frase de «no están a mi nivel”
porque vino a comprar jamón
no podía decirme si era una bolsa chica o grande,
¿me la presta para checarla?,
—sí, es de ésta, dijo mientras me pegaba sutilmente en el hombro,
—aaaammm, ¿cree que pueda pasármela?,
volvió a golpearme con el producto
pero le soltó y la atrapé en el aire,
—¡es de un cuarto, vale 27!, le dije en chinga,
pagó y se fue.
ya sé que he dicho que mi tacto no está a la altura de los mortales,
¡pero que no mame!,
¿neta pensó que dependiendo de que tan pesado era el chingadazo le diría lo que llevaba?
¡aún no llego a ese nivel!
¡pero agárrense
empezaré a practicar cómo calculamos el dolor.