Atlantis Waterfalls y el desencanto de la vida cotidiana
Unas luces estroboscópicas y unos focos rojos inundan todo el espacio, dándole una atmósfera como de un infiernito al lugar. Sobre el escenario, se alcanza a ver el nombre del evento, House of Pleasure, y a un demonio semidesnudo y con capa, que incita aceleradamente a los asistentes a bailar la música techno que el DJ está tocando. Son las 10:00 pm y La Mezcalli está casi llena.
Voy a la barra del lugar por un par de cervezas, esquivando a la gente que baila extendiendo sus brazos en todo lo alto y ancho que puede, cuando de repente a mi lado pasa un ser con una máscara de conejo, lleno de collares metálicos y arneses, jalado por su domina, una pequeña muñeca viviente y terrorífica que lo dirige hacia arriba del escenario, para que juntos bailen frenéticamente ante los sonidos electrónicos de esa noche.
Regreso con Gabo y tomamos nuestras cervezas, decidimos ir un poco hacia atrás para no estorbar a los que bailan, mientras esperamos a la banda que vinimos a ver esa noche: Atlantis Waterfalls.
Los horarios de los artistas se han retrasado un poco, pero la música y el ambiente comienzan a contagiarnos. Decidimos unirnos a la gente que baila y al nuevo DJ, que también toca techno; ahora hay más personas caracterizadas a lo bondage, e inclusive llegan más personas disfrazadas como si fuera una noche de Halloween; como un hombre muy robusto que usa una máscara de un ser horrendo como con ocho ojos, o una mujer que funge de host, caracterizada como una Virgen María con vestuario de piel negra brillante, maquillaje blanco en su rostro y una cruz invertida en su frente. La gente no para de bailar.
En un momento de la noche me pregunté cómo es que Atlantis Waterfalls, una banda de post-punk, encajaría en el evento, más aún cuando se ve que entre los asistentes el baile y los sonidos electrónicos son elementos por los que vinieron.
Las 11 en punto y la música techno se ha silenciado, se ve cómo los integrantes de AW entran al escenario, mientras el público, en su mayoría, se acerca lo más que puede al escenario. Richie Najera, a la batería, porta una máscara como de la película La Purga; Alan Romero, en el bajo, porta un antifaz como de un pájaro; Emanuelle Toga, en la voz y guitarra, trae una máscara como de un joker; y Misael Granados, en la guitarra, se pintó parte del rostro y cuello con líneas y símbolos que lo hacen parecer miembro de una tribu antigua.
La gente grita ¡Atlantis, Atlantis, Atlantis! y la música empieza a sonar y los celulares de algunos a grabar. La gente se mueve a ritmo de “No hay Futuro” y la voz grave y rabiosa de Toga empieza a cantar No encuentro ningún consuelo, ni hay esperanza para mí, se ha consumido en el fuego, la persona que fui, para después preguntarse si hay futuro, ante lo cual sentencia: ¡No hay futuro!
La primera canción que escuché fortuitamente de AW fue “Nuestra libertad”, y lo que más llamó mi atención fue la voz y énfasis con el que canta Toga, entonando de una forma muy similar a la de un actor de teatro. Después, la letra me envolvió al hablar de alguien solitario que intenta luchar por dejar el pasado y encontrar algo por lo cual seguir viviendo y, además, todo eso envuelto como dentro de un cuento fantástico en el que hay un aura sobrenatural. También me gustó que cuando la tocan en vivo, es como un grito de guerra para quejarse y luchar contra lo establecido.
Después de ese primer acercamiento, los busqué y escuché con más detenimiento varias de sus canciones, sobre todo las que están en español, me hicieron un click enorme, pues hablan de la monotonía de la vida (“Anhedonia”), las nostalgias del pasado (“Metamorfosis”), las tristezas que conlleva estar y quizás ya no querer estar (“La Náusea”), o de realidades que por una u otra razón están por terminarse (“El fin del mundo”). Eso sí, a veces dentro de sus canciones con letras melancólicas hay un pequeño dejo de esperanza.
El primer momento de euforia se da con la canción “Beat”, en el que los asistentes bailan, saltan y arman un pequeño slam, mientras Toga grita: Fire is coming for you, fire is coming for us. Las dudas de cómo encajaría la banda en un evento que en su mayoría sería de techno, quedaron disipadas con la respuesta del público, que desde el inicio coreó y bailó todo lo que AW hacía.
El calor empieza a aumentar y es momento de ir por algunos tragos más, mientras la gente no deja de moverse al ritmo suave de la canción “I want you” ―que por sus acordes me recuerda a Motorama―, para después cantar a coro “Anhedonia”: dime ¿seguirías conmigo si revelo que cada día se extingue más mi fuego? No sé a dónde llevará tanto dolor, o si es que vuelve a pasarme lo de hoy… Tremenda canción, enorme momento.
El set llegaría a su clímax al hilar tres canciones favoritas de sus seguidores (“Metamorfosis”, “Cuando Caen” y “La Náusea”), quienes cantan, bailan, corean y se empujan amistosamente al ritmo de la banda fundada en Nezahualcóyotl, Estado de México, mientras los músicos arriba del escenario gozan con cada nota, sonido y letra que sale de ellos.
El final se acerca y, para cerrar la participación de AW, entonan “3 de mayo” y “Máscara”, para concluir con el que quizás fue uno de sus primeros éxitos, “Nuestra Libertad”, que enloquece a sus seguidores que arman de nuevo un pequeño slam frente a la banda, para gritar con ellos no te voy a obedecer, no te voy a obedecer, aún tenemos nuestra libertad.
El show terminó dejándome un gran sabor de boca y con ganas de conocer y saber más de la banda que, en su mayoría, se ha desarrollado dentro del underground de la CDMX y del Estado de México, donde han ido poco a poco fincando una reputación que los ha llevado a estar en compilaciones y tocar junto a otras bandas de gran proyección (como Dance Skeleton, I Can Fly o Estrero), así como estar como soporte en eventos de algunos artistas como Tino El Pingüino y Axel Catalán.
Varios días después del show, me reuní con Toga, Misael, Alan y Richie, para hablar de su música, sus letras y de cómo surgió y va encaminado su proyecto.
Toga: El spot donde se inició el proyecto y donde duramos muchos años ensayando, componiendo y grabando varios de nuestros videos (como el de “Nuestra Libertad” o “Casa Roja”), fue en el Teatrito en Neza, nuestra base, nuestra ciudad gótica, para de ahí empezar a movernos. Mi papá se dedica al teatro, entonces la planta baja de mi casa la convirtió literalmente en un teatrito, ahí fue donde empezó todo e inclusive hicimos nuestros primeros eventos.
Misael: Con Héctor Cabrera, el exbaterista, tuve varios proyectos antes y un día le dije que hiciéramos algo como para cotorrear nada más, y me invitó a casa de Toga y ya estaban ellos, tenían pocos ensayos, también estaban como queriendo armar algo y pues yo me integré, era como el 2018.
Toga: Hablando de cómo nos conocimos, pues Alan y yo fuimos a la misma escuela desde la primaria, pero jamás estuvimos juntos.
Alan: No nos hablamos, pero nos topábamos de que nos veíamos y ya hasta después de que surgió Facebook coincidimos. Yo veía que ese güey posteaba rolas chidas, nos seguíamos y así, entonces, pues ellos ya eran carnales, por un lado, y ya yo llegué por otro.
Richie: De hecho, el primer material que ellos grabaron, yo lo grabé, o sea yo me acabo de agregar como miembro de la banda, pero antes trabajé con ellos en las grabaciones de lo primero que salió de AW.
IL: ¿Y cómo es que decidieron llamarse Atlantis Waterfalls?
Toga: Cuando iniciamos el proyecto teníamos pensado llamarle como una obra de teatro que se llama Papá está en la Atlántida, pero cuando estuvimos viendo la situación de derechos de autor, no pudimos ponernos ese nombre porque ya estaba registrado. La obra va de dos niños que van en busca de su papá, pero ellos lo interpretan mal porque su papá está en Atlanta y ellos piensan que está en la Atlántida, y en el camino a la frontera, estos dos chicos fallecen, una situación súper mexicana, pues muchos tenemos un familiar o un conocido que se fue a Estados Unidos, algo le pasa y se vuelve una tragedia. Entonces, creo que tiene que ver mucho con lo que viene a ser Atlantis Waterfalls, que es lo cotidiano, el peso de la cotidianidad y como nos arrastra. AW es una sátira de cómo se fue a la mierda la ciudad con un cataclismo, las cataratas de Atlantis a final de cuentas tienen que ver con eso.
IL: Según yo, en la cronología de los discos y sencillos que han sacado, empezaron cantando en inglés, luego lo combinaron con algunas letras en español y finalmente todo en español, ¿es así?
Toga: Primero, fue todo en inglés excepto “Casa Roja”. Después de nuestro primer EP homónimo, todo fue en español, quizás se sienta así porque en la pandemia hicimos una compilación llamada El sábado me metí un cuadro, que está en vivo. Se supone que en el momento en el que yo lo estaba haciendo aclaré esta es una compilación en vivo, pero ahora parece como que es un álbum, entonces después del primer EP, todo ha sido en español.
IL: ¿Y por qué deciden empezar en inglés?
Toga: Empezamos cantando en inglés por seguir los cánones del post-punk, nuestras referencias en ese momento eran Human Tetris, Motorama, Soviet Soviet, mucha música que estaba en inglés, pero después llega esa sensación, y lo hablaba con Misael, de que siento que está pasando un poquito como en los ochenta, del rock en tu idioma, pues tenemos tanta influencia de fuera que de repente dijimos “pues hay que hacer lo nuestro ¿no?, hay que pasarlo a través del filtro de lo que vivimos día con día y cantarlo en nuestro idioma que, a final de cuentas, es con lo que naces, con lo que te desarrollas y es nuestro”, como dice Misael.
IL: ¿Cómo pueden describir o explicar algunas de las letras de sus canciones? Las cuales se me hacen muy significativas por lo que dicen y expresan en ellas.
Toga: Hablando de las letras, y en específico de nuestro EP Aullido, todos los títulos de las canciones, exceptuando “La Náusea”, tienen que ver con nombres de pinturas: “Angelus Novus”, de Paul Klee; “3 de mayo”, de Goya; “Autorretrato” que es un como un todo… Yo al escribir las letras veo recuadros [con] los colores y las paletas que se van a utilizar, [los cuales] se complementan [después] con la experiencia de los oyentes. Es por eso que a veces se siente como que faltan piezas, pero faltan a propósito para que cada uno encaje su propia historia, entonces es como un libro de “arma tu propia aventura”, pero con tus desventuras. Es como decir que nosotros ponemos el escenario, la ambientación y tú pones los personajes, los diálogos. Así es como yo podría describir las letras de nuestras canciones.
IL: Al mencionar que las canciones las ven como cuadros y que se apoyan de este arte para nombrar algunas, también veo mucha poesía en sus letras, o en sus videos veo mucha teatralidad, además de los simbolismos que seguramente hay detrás, ¿cómo es mezclar y apoyarse de otras artes para que funcionen dentro de AW?
Misael: La mayoría hemos estado inmersos en actividades artísticas, ya sea por nuestros papás o hermanos, y pues nos gustan esas formas de expresión, a nosotros nos tocó o se nos dio más la facilidad de la música. Por ejemplo, mi papá pintaba y mi hermano se dedica al arte. Él, por ejemplo, nos ayudó a conseguir otros artistas amigos de él, para que hicieran las portadas de nuestro disco Aullido y que pudieran conectarse. Les pasamos un fragmento de una canción y ellos entre sus obras eligieron o crearon una a partir de ese fragmento. Nos gusta mucho hacer ese juego para que no solo sea auditivo, sino que también sea visual.
Curiosa y afortunadamente para nosotros, al estar ensayando en casa de Toga en el Teatrito, pues obviamente su papá nos escuchó y le empezó a gustar el proyecto y nos invitó a tocar en varias presentaciones que tenía en distintos lugares y teatros, para que tocáramos e hiciéramos el show del intermedio. Ese fue también otro acercamiento padre a ese tipo de arte, que te abre la cabeza para crear cosas nuevas.
IL: ¿Cómo se juntan para crear una canción? ¿Se ponen de acuerdo fácilmente o es difícil?
Alan: La dinámica que trabajamos es que si se nos ocurre una línea, por ejemplo, de bajo (en mi caso), la ponemos como base y ya cada quien le va metiendo un poco, vamos hilando para que quede algo sólido sobre la marcha, y ya la lírica, las letras de Toga, él las mete hasta que ya está la maqueta de la rola.
Richi: Desde que conozco a AW, creo que son una banda experimental en el sentido de que en lo musical no lo piensan tanto, si no que en la marcha van probando ideas, y cuando ven que algo conecta, se quedan con ello. Yo que lo vi desde el exterior, al principio, vi que era muy como salvaje, no piensan tanto la música y eso a mí me gusta, porque a veces hay músicos que se clavan mucho como con un acorde o mucha teoría y poco transmitir. Algo que caracteriza mucho a AW es que, si algo es disonante o como raro, encuentran como una estética en eso, entonces eso está chido, me gusta mucho.
IL: Si bien ahorita nadie quiere ponerse etiquetas, y más aún cuando el post-punk es odiado y amado casi por igual, además de que los exquisitos del género o “críticos musicales” dicen que el post-punk actual no es post-punk porque el género se murió en los ochenta, ¿qué géneros musicales podrían decir ustedes de viva voz que tocan?
Misael: Creo que hemos llegado al punto en el que ya no nos preocupa tanto definirnos en un género en específico, sabemos y coincidimos, porque es así como nació el proyecto, que tenemos ese tinte post-punk, esa es nuestra base principal, pero ya no tenemos miedo en salirnos, en irnos más al indie, al pop, tener una [canción] más rockerona, ya no tenemos miedo de sonar más a eso otro. Por ejemplo, adelanto (risas), ahorita estamos experimentando hacer un sonido post-punk, pero con sonidos de cumbia y esa es la idea. Yo diría que somos una banda con influencias del post-punk, pero que experimenta.
Richie: Siempre nos pasa que llegamos a la conclusión de que luego buscamos con qué otras bandas de la escena podemos alternar, y siempre cae esta frase de que somos muy darkys para los indies y muy indies para los darkys (risas), entonces es gracioso que no podemos pertenecer al cien a un sitio y creo que eso nos da la libertad de no encasillarnos. Es un arma de dos filos ¿no?, no pertenecemos a un lugar, pero justo el no pertenecer nos hace libres.
Toga: A final de cuentas siento que el género es una excusa para decir lo que tienes en la cabeza, lo dice Abraham Boba en una entrevista: “uno hace la música, la gente le pone el género”.
IL: ¿Cuál ha sido uno de los shows en el que mejor les ha ido? Ese donde dijeron, “wow, somos de lo mejor”.
Toga: Hace un año nos presentamos en el Centro de Salud y la neta no me esperaba que la raza fuera tan, tan enérgica, había un buen de gente que iba a vernos. Fue algo espectacular porque los que fueron a vernos contagiaron a los que no iban por nosotros. No sé, creo que una de las cosas que más me va a rezumbar en la cabeza es la canción “Metamorfosis”, pues dijimos, esa no es una canción como para el Centro de Salud, y de repente escuchas a la raza que la está cantando así chingón. Creo que sí, que el año pasado ahí fue muy buen concierto.
Misael: Sí, regularmente en el Centro de Salud nos va muy bien, me gusta mucho tocar ahí.
Toga: Y nota a pie de página, fue el primer lugar donde cantaron nuestras rolas.
IL: ¿Y cómo ven el presente y futuro de ustedes como proyecto, como banda?
Toga: En el presente estamos creando nuevos cuadros, creo que quizás rescatando algo de la pregunta anterior de qué género somos, diría que somos un ejercicio artístico, un gimnasio artístico, en donde venimos a ejercitar nuestras ideas y ver hasta dónde nos llevan, creo que ese es el futuro. Todavía tengo en mi cabeza un montón de cuadros que me gustaría hacer con mis compañeros, explorar muchas paletas de colores, recorrer nuevos escenarios. En el futuro nos veo chingándole todavía más y apostándole más cabrón de lo que somos ahora.
Misael: Pretendemos como salir un poco del espacio underground y, platicando con otros colegas, nos dicen que sí deberíamos acercarnos a otras escenas y ver cómo nos va y cómo responde también ese público. Creo que nos iría muy bien, en un futuro más a corto plazo, salir de la zona que ya conocemos y que nos encanta, para también ver qué más hay por ahí.
Richie: Estaría chido salir más de la CDMX, porque no lo hemos hecho tanto, y con la respuesta del público ya se podría armar algo más allá, pero igual siento que el género del post-punk es algo como de la ciudad ¿no?, pero sí estaría chido ampliar el horizonte.
Alan: También espero salir más de la ciudad y del estado. Sí hemos tenido oportunidad de ir a otros lados, pero estaría muy bien igual salir del país y movernos a otros.
IL: En cuanto a la grabación de su música, ¿cómo les ha ido?, ¿cómo le hacen?
Toga: Richie nos grabó nuestro primer LP, de hecho, empezamos con las personas que conocíamos, que sabíamos que grababan. Después por conexiones encontramos como spots donde nos sentimos cómodos grabando, como en Nueva York Studios, donde hemos grabado las últimas veces, probablemente regresemos ahí para grabar lo nuevo. Luego a partir de nuestras chambas fondeamos, pagamos las cuentas de la música, que al final el sueño es que la música que hacemos nos dé el suficiente dinero para seguir haciendo música. Básicamente es eso, somos totalmente independientes, dependemos eso sí de nuestras chambas, de “ahora hay que ahorrar para esto”, juntamos, “ahora hay que pagar esto otro”, lo hacemos.
IL: ¿Y a qué se dedican de día para poder tocar por las noches en todos estos lugares? (risas).
Richi: Soy el único que se dedica a la música, tengo un estudio en donde grabo proyectos, grabaciones de todo tipo, pero la mayoría son de bandas, yo los mezclo, los masterizo, les subo su música a Spotify, todo el tiempo estoy en esa onda. Ellos tienen trabajos como más convencionales, pero pues también igual de válidos (risas).
Misael: Soy ingeniero civil.
Toga: Yo, analista de riesgo financiero.
Alan: Yo soy abogado.
Toga: Siento que también de una forma u otra el hecho de que seamos evidentemente parte de esa clase trabajadora, hace que tengas contacto con esa raza y digas “no mames, está esta situación”, “en el transporte público está esta madre”, de regreso a casa ves tanta madre, en la calle ves situaciones. Es necesario nutrirte del día a día y no solo de lo tuyo, si no también de las demás realidades, para que tengas ese pinche choque y digas “no solo existo yo ¿no?, hay todo esto”, como se dice en los libros, la big picture.
IL: En cuanto a tu trabajo Richie, ¿cómo se llama tu estudio? ¿Cómo te gusta llevar la producción digamos detrás de las bandas?
Richie: Mi estudio se llama Another Home Studio y va con la idea de que pues sí, hay muchos estudios, precios, calidades, entonces mi filosofía es que soy un estudio más, pero también es un doble juego, porque el sonido que ofrezco no es como que esté en otro lado y va muy influenciado por Mac DeMarco y esta filosofía de hazlo tú mismo (DIY), hazlo en tu casa, con lo que tengas. Ya llevo como seis, siete años grabando y ha ido creciendo el estudio. Creo que la filosofía con la que lo hago no es tan de oficina, porque hay muchos estudios que sí tienen un equipazo, millones de pesos invertidos y te ofrecen todas las facilidades, pero pues vas, te dicen graba esto y ya, ahora lo que sigue, son muy cuadrados y eso no me gusta. Toga menciona que grabamos con Nueva York Studios y siento que también tienen una filosofía muy chida, porque no son cuadrados, es algo más artístico, porque muchos no son así y siento que eso mata un poco de la música.
Misael: También hay que tener esa iniciativa de experimentar, de qué pasa si aflojo todos los tornillos, o si le aventamos una cobija a la batería.
Richi: Sí, porque hay estudios que dicen esto se va a hacer así, porque así se ha hecho desde hace 60 años, pero no, está chido cuando te dejan hacer algo fuera de lo común, porque también se ha visto en la historia ¿no? Hay un documental muy chido que se llama 24 Hour Party People, donde muestran el proceso de Joy Division, de cómo lograron ese sonido icónico que ahora todos quieren tener y fue el resultado de precisamente esto, de hacer todo mal o como no se debería.
IL: Sé que es difícil, pero ¿podrían decir qué canción de Atlantis Waterfalls consideran su favorita?
Richie: “I want you”, me gusta el sonido y cómo quedó, es de las canciones que escucho por gusto (risas), porque no todo lo que grabas te puede gustar, en este caso como productor. También me gusta la cumbia rebajada que recién hicimos, se me hace un ejercicio muy interesante.
Misael: Están “Laberinto” y “Metamorfosis”, pero más “La Náusea”.
Toga: Yo la tengo muy clara, mi fav es “Anhedonia”, y es muy chistoso porque recuerdo que terminamos de grabarla y Misael y yo estábamos regresando a casa y de repente le digo, “bueno, pues tú y yo sabemos que no acabamos de grabar las grandes canciones”, pero después se convirtió en una de las canciones que más se escuchan y que más reconocen. Es bien interesante porque esta canción viene después de un proceso difícil, precisamente en el punto álgido de la pandemia, con todas las cosas que de repente te están pasando por la cabeza, de cómo se va a acabar el pedo y es como ¡noooo! Siento que esta canción tiene ese auch que le puede llegar a la gente.
IL: Creo que “Anhedonia” también es mi favorita.
Alan: Es difícil, pero yo creo que la que sí neta escucho y me dan ganas de llorar, pero de la emoción es la de “El fin del mundo”, porque transmite como una nostalgia y no sé, me gusta un buen y creo que solo una vez en toda la historia de los toquines la hemos tocado.
IL: ¿Qué influencias musicales pueden decir que los han inspirado para crear música?
Richie: En su mayoría escucho mucha música inglesa, viejita y actual, estoy muy influenciado así muy en general por bandas como The Cure, Parcels. En español, Café Tacuba me encanta, Siddartha también.
Misael: Las primeras bandas que me empezaron a gustar son bandas mexicanas, como Thermo, Insite, bandas de punk-rock, era cuando me imaginaba yo ahí tocando. De hecho, con mis primeras bandas hacía covers de ellos, de Allison, de Mazapán, de ese tipo, pero también las bandas clásicas del post-punk me gustan.
Toga: Creo que tengo tres pilares. Descubrí esto del post-punk, noise, con una banda del señorón Javier Corcobado, Mar Otra Vez, ahí dije “oh, esto es delicioso”. Mis influencias casi son todas en español o españolas. Últimamente escucho mucho del Sr. Chinarro, y los terceros creo que serían los inigualables Botellita de Jerez, pues creo que a final de cuentas ,el ser mexicano muchas veces te obliga a ser irreverente ante la realidad y poder burlarnos de ella para poder sobrevivir, como ese dicho de “soy mexicano, me río y me lloro al mismo tiempo”.
Alan: Haciendo memoria, creo que mi jefe, cuando yo estaba bien morro, ponía grupos que le gustaban un chingo, como Grupo Niche y pura salsa así durísima. A mi también me mama un buen la salsa, y de ahí también la cumbia, los sonidos tropicales. Por otro lado, mi carnal se juntaba con unos primos y escuchaban a los Smashing Pumpkins, que también es una de mis bandas favoritas.
La charla continúa un poco más en la que me recomiendan escuchar algunos proyectos y bandas mexicanas que a ellos les gustan, como The Orange Boyz, Dance Skeleton y Estrero. También, me cuentan algunas malas experiencias que han tenido como banda, cuando en una sesión, para grabar algunas de sus canciones, los trataron de la chingada; o que, en un evento de metal, los asistentes muy densos los miraron con cara de “ya bájense” , pero son cosas que suelen pasar, me dicen. Me despido de ellos prometiendo asistir a su próximo show, pues escucharlos en vivo es una experiencia que puedo recomendar sin duda alguna.
Con elementos musicales muy marcados de sus bandas y proyectos favoritos, Atlantis Waterfalls surge en la periferia caótica de vivir en el Estado de México y habitar también la CDMX. Quizás por eso sus letras llenas de melancolía, sueños rotos, desventuras y cotidianidad, reflejan y conectan con un público que poco a poco se identifica más con ellos, y es que también hay belleza en lo que cantan y transmiten, como para que nos aferremos a una vida que sí, es difícil y compleja, pero con la que no podemos darnos por vencidos.
Finalmente, me quedo con una descripción que ellos hacen de sí mismos: son una banda que “retrata la batalla contra la cotidianidad, a través de un sonido urbano y melancólico, una declaración de intenciones para rebelarse ante el infinito ciclo de la repetición”.