Tierra Adentro
Siad Barre con el presidente de Rumania Nicolae Ceaușescu en 1976 (foto tomada del archivo de Wikimedia)

El 26 de enero se cumplen tres décadas en la que Jaalle Mohamed Siad Barre (1910-1995) fue depuesto como presidente de la República Democrática de Somalia (1969-1991), ello es digno de mención pues dicho evento marca un hito en el desarrollo estatal de aquella nación en el cuerno de África. Posterior al derrocamiento de Barre, el país se sumergió en una guerra civil prolongada que requirió de la mediación de la ONU y EE. UU, en pleno auge hegemónico internacional después de la Guerra Fría, con resultados poco satisfactorios.

A inicios del S.XXI Somalia se encontraba descentralizado como gobierno y desarticulado como estado. Carecía de un estado funcional capaz de tener control legal y político de su territorio, abandonando a su población. Dejando a los “señores de la guerra “como el principal poder en el territorio. No obstante, es preciso hacer una breve recapitulación histórico-política que nos permita comprender el rol de Barre en la construcción estatal somalí; el porqué de su precaria situación actual; y la importancia geoestratégica pasada y contemporánea.

Tomado de Wikimedia

Retrato militar del general Mohamed Siad Barre 1970 (Foto tomada del archivo de Wikimedia)

 

 

Somalilandia: la lucha por Somalia

Hacia finales del siglo XIX, el territorio de la Somalilandia (hoy Somalia y Yibuti) se vio envuelto en una serie de conflictos entre diferentes potencias coloniales de la época: Reino Unido, Francia, Italia, Rusia y Etiopía, por el control de la región. Hasta ser dominada en un área de influencia dividida; por un lado, los ingleses (Somalilandia británica) controlaron el norte del territorio.

Más al occidente, los franceses controlaron (Somalilandia francesa/hoy Yibuti) junto con Yemen, el estrecho de Bab el-Mandeb (enclave estratégico entre el Mar Rojo, el Golfo de Adén y el Mar Arábigo), tras el cual pasarían más de la mitad de los energéticos (petróleo y gas natural) que hoy se consumen en el mundo pero que ya en ese entonces comenzaban a ser importantes en la economía global. Finalmente, una tercera porción sureña de Somalilandia quedó en poder de los italianos (Somalilandia italiana).

Durante la Segunda Guerra Mundial, el régimen fascista italiano (1922-1943) invadió la mayor parte de esta región e incluso a Etiopía y Eritrea, pero luego de ese breve lapso los ánimos independentistas comenzaban a formarse. En este periodo entra en escena Siad Barre, pues colaboró tanto en la operación militar italiana de expansión territorial, y después con la administración militar posguerra (1945-1960) de la Somalilandia británica y la Somalilandia italiana que estaría primero bajo mandato británico y posteriormente administrado por Italia y la recién formada ONU. Hacia 1960, se decidieron fusionar ambas Somalilandias (dejando fuera a su par francés) para volverse independiente bajo el nombre de “República somalí”.

Somalia y Barre

Desde los primeros años de la Somalia independiente, el país tuvo que luchar contra las ambiciones británicas, francesas, y etíopes en las regiones de Kenya y Yabuti para impedir una unificación mayor del territorio que traspasara sus fronteras originales bajo un fuerte sentimiento nacionalista y pan-somalí (que pugnaba por incorporar a otras etnias afines al país en el extranjero inmediato). Durante dicho periodo, y ya en plena Guerra Fría (1945-1991) el gobierno somalí decidió estrechar los lazos militares con la URSS, mientras que sus vecinos circundantes fueron apoyados por EE. UU y Gran Bretaña. Cabe mencionar que, como toda nación en proceso de independencia, o ya independiente, la mayoría se vería absorbida por dicho enfrentamiento entra las superpotencias y sus aliados. No solamente en la región de África, sino en todo el mundo durante gran parte del siglo XX.

Para 1969, el gobierno precedente de Mohamed Egal (1967-1969) había sido incapaz de concertar las fuerzas pan-somalís que se debatían la conducción del país. En el inter, el candidato triunfador de las elecciones presidenciales de 1969, Abdirashid Ali Shermake, fue asesinado a finales de 1969. Ello motivaría un golpe de Estado orquestado por los militares nacionales (otro rasgo definitivo de la historia africana en la Guerra Fría y en la actualidad) que buscaban dar un nuevo rumbo al país, entre ellos, Barre.

Entre 1969 y 1974, el gobierno encabezado por Barre, a través del Consejo Revolucionario Somalí, fundó la República Democrática Somalí. Y lanzó una campaña de modernización del país montada en el precepto ideológico del “socialismo científico” (estudio de tendencias histórico-sociales a partir del método científico), en la cual el estado asumió control de áreas críticas de la economía, como lo son la agricultura y la ganadería; combinado con medidas de unificación nacional, desarrollo económico, sedentarización de tribus nómadas y la revolucionaria incorporación del alfabeto latino para el idioma somalí. Así como una “des-clanificación”1de las relaciones político-sociales en el país.

Ello provocó resistencia de los líderes musulmanes locales debido al papel emancipado de la mujer, sin embargo, ello fue mantenido bajo control por el gobierno de Barre durante bastante tiempo. El carácter revolucionario de la administración de Barre estuvo fuertemente influenciada por la URSS, Corea del Norte y China, específicamente en la creación de agencias de adoctrinamiento y un fuerte culto a la personalidad del líder nacional. Inclusive llegó a incorporar elementos Nasseristas2en su ideario, generando narrativas extraordinarias en las que el propio Barre era concebido por el pueblo somalí como un “padre benevolente de una nación cuya madre era la gloriosa revolución”3

Pero, este acercamiento hacia el mundo socialista pronto sufriría un periodo de distanciamiento, quiebre y alejamiento por parte de Barre entre 1974 y 1978, pues aquellas potencias decidieron apoyar a Etiopía en el renovado conflicto de los nacionalistas somalís en el este del territorio llamado Guerra del Ogadén (1977-1978) y también en el oeste de Somalia. Este llevaría al gobierno de Barre a cortar cualquier relación y apoyo con el socialismo (a excepción de China y Rumania), buscando así nuevos apoyos en occidente, específicamente EE. UU. Sin embargo, la ayuda no sería como el líder esperaba en términos cualitativos ni cuantitativos.

Luego de un infructuoso golpe de estado contra Barre en 1978, este decidió emprender medidas más liberales para ganar el favor y apoyo del mundo euroatlántico. Sin embargo, ello no generó muchos resultados en el exterior, y tampoco en la condición interna del país, ya que se deterioraba paulatinamente, especialmente en el sector económico y social debido a la ruptura socialista. Ante ello, se adoptaron medidas más restrictivas de administración y la supresión de los movimientos tribales/islámicos fueron fuertemente suprimidos. En cambio, la resistencia contra el gobierno de Barre se acumulaba gradualmente, especialmente en toda la zona de la Somalilandia británica.4

Entrada la década de 1980, los problemas internos del país aumentaban, la economía no mejoraba y los préstamos de las instituciones financieras occidentales no eran suficientes para asegurar el crecimiento de Somalia. Aunado a ello, en 1986 Barre sufrió un accidente automovilístico que casi le cuesta la vida, por lo cual tuvo que depender cada vez más de otras figuras para ejercer el poder efectivamente.

Para 1988 se firmó la paz con el territorio vecino de Etiopía y se normalizaron las relaciones entre ambos países, renunciando al sueño del pansomalismo, pero se sellaba también el declive y desenlace del régimen de Barre, pues los rebeldes de Ogadén y el norte de Somalia vieron aquello como una traición a su lucha y se lanzaron al derrocamiento del régimen somalí concurrente entre 1988 y 1991. Con altos costos civiles y miles de desplazados al interior del continente, Europa y EE. UU.

Las facciones contra Barre se multiplicaron y generaron la pérdida de control primero en el norte del territorio y poco a poco fueron atrincherando al gobierno hacia la capital, Mogadiscio. Especialmente el Congreso Unido Somalí, basado en una estructura de clanes y cuyo líder principal, el General Aideed se encargarían de derrocar y expulsar a Barre para finales de enero de 1991. A lo anterior sobrevendrían décadas de inestabilidad, violencia y muerte para el país.

Somalia sin Barre

Posterior a la caída de Barre, diversos clanes se disputaron cruelmente el control de los restos del territorio de Somalia, ello suscitó un nuevo fenómeno en el país pero ya conocido en el continente y en muchos otros lugares del mundo previa a su unificación en un  estado nación con el monopolio legítimo y exclusivo de la violencia: el caudillismo encarnado en los contemporáneos “señores de la guerra” (warlords) en África en los que su poder está sustentado en líneas de clan o linaje, y poseen el control de un territorio determinado en lugar del gobierno central. Derivado de dicho conflicto un estado no reconocido (por la ONU, ni ningún otro país) decidió declararse independiente de Somalia el 18 de mayo de 1991 llamándose así Somalilandia, el cual abarca la mayor parte del territorio de la Somalilandia británica.

La situación era insostenible al final de la Guerra Fría y en 1992 la potencia hegemónica triunfante, EE. UU decidió convocar a una operación de paz para resolver el conflicto en suelo somalí con la ayuda de tropas propias y derivadas de la ONU, que entre 1992 y 1995 trataron de sofocar los enfrentamientos entre las múltiples guerrillas en el territorio, que para ese entonces ya habían causado miles de muertos combatientes, muertos civiles y un millar de refugiados exiliados hacia otros países dentro y fuera del continente.

Para 1995 se había logrado establecer la paz y el control de la capital, pero para que la situación realmente se estabilizara tendrían que pasar muchos años más. Un gobierno interino, dos transicionales (uno de carácter nacional y otro federal) entre 2000 y 2012 para que en ese último año se convocara a una asamblea constituyente y en junio del mismo año se proclamara una nueva República Federal que se encargaría de ser el sustituto estatal del gobierno de Barre después de 21 años de inestabilidad política y un Estado no reconocido (Somalilandia) que posee hasta hoy en día control de facto del territorio.

Adicionalmente, no es de extrañar que Somalia desde hace mucho tiempo haya estado bajo la lupa de las potencias coloniales y de la confrontación bipolar, pues el elemento geográfico es fundamental para entender la posición geopolítica de Somalia en la actualidad. Ya que gran parte de su franja costera constituye un paso en el comercio internacional altamente transitado, y fenómenos como la piratería, suscitado a principios del año 2000 ante un gobierno central débil y preocupado por mantener la supremacía terrestre no pudo contener; y hubo de confiar en misiones extranjeras y de organizaciones internacionales para hacerle frente, incluso hubo casos en que contratistas privados hubieron de acompañar navíos mercantes ante la amenaza corsaria en la costa somalí y el golfo de Adén.

Para concluir, hemos de hacer énfasis en la importancia que la caída de Barre supuso no solamente para Somalia, sino para toda la región en general, pues tuvieron que pasar más de veinte años para que un gobierno medianamente unificado volviera a tomar el control de todo el país, ello sin exceptuar la solución que resta por resolver en la región norte. Y la cual seguramente requerirá, como en tiempos pasados, de la mediación de las actuales potencias mundiales y locales para lograr un desenlace favorable a todas las partes involucradas.

 

 

 

Fuentes 

Fage, J.D y Oliver Roland eds., The Cambridge History of Africa Volume 8: from c. 1940 to c. 1975, Cambridge University Press, Reino Unido, 1984.

Metz, Helen Chapin ed., Somalia: A country study, Library of Congress. Federal Research Division, EEUU, 1993.

Ioan Lewis, Understanding Somalia and Somaliland: Culture History and Society, Columbia University Press, EEUU, 2008.

 

 

 

  1. Fage, J.D y Oliver Roland eds., The Cambridge History of Africa Volume 8: from c. 1940 to c. 1975, Cambridge University Press, Reino Unido, 1984, pp. 478-479
  2. Ideología desarrollada por el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser (1918-1970) que englobaba términos tan amplios, y algunas veces contradictorios como nacionalismo panarabista, anti-imperialismo y no alineación a ninguna de las dos esferas en pugna durante la Guerra Fría.
  3. Ioan Lewis, Understanding Somalia and Somaliland: Culture History and Society, Columbia University Press, EEUU, 2008, p. 38.
  4. Metz, Helen Chapin ed., Somalia: A country study, Library of Congress. Federal Research Division, EEUU, 1993, pp. 48-52.