Wax trax!: nacimiento, ascensión y caída de un sello independiente
Dos hombres se enamoran y montan una tienda de discos en Colorado en 1977. Hoy podría parecer un capítulo de la serie Queer as folk, pero a mediados de los sesenta las relaciones homosexuales debían mantenerse ocultas. Como una extensión de su relación amorosa, Jim Nash y Flesher fundaron Wax Trax!, la semilla que germinaría hasta convertirse en la raíz del movimiento musical conocido como Industrial.
Es así como arranca el documental Industrial Accident: The Story of Wax Trax! Records, que narra los pormenores de esta historia de éxito no exenta de tragedia. Jim & Dannie acudieron a un concierto de David Bowie el día que se conocieron y desde entonces no pararon de grabar, producir y distribuir a bandas desconocidas que los grandes sellos discográficos jamás se hubieran atrevido a firmar.
El deseo por expandir la pequeña comunidad que había establecido en Denver impulsó a Wax Trax! a mudarse a Chicago. Fue en el local de la avenida Lincoln donde la disquera terminó de definirse. Los clichés dictan que todos los empleados de las tiendas de discos deben de tener apariencia de metaleros o de perdido el pelo largo. Ser especialistas en rock clásico, los más viejos y los más jóvenes en las novedades del momento.
En Wax Trax! los empleados eran gays en su mayoría y, como los propietarios, poseían un gusto musical fuera de la escena comercial. Eran verdaderos especialistas en bandas de las que nadie había escuchado hablar. Y lo más importante: conocían la historia detrás de cada título que la tienda ofrecía.
Esta diferenciación se convirtió en el espíritu del proyecto. Y atrajo a una clientela peculiar, entre la que se incluían aspirantes a músicos, quienes compartían los mismos retorcidos gustos. En aquellos años, antes de las grandes cadenas, las tiendas de música local funcionaban más que como unas simples expendedoras de discos. Eran mezquitas a donde la gente acudía en busca de una educación musical. Esa fue una de las principales misiones de Wax Trax!, formar un nuevo público para la música que se estaba gestando en el underground.
No ocurrió en Nueva York, ni en Los Ángeles, Wax Trax! era un fenómeno regional con sabor a metrópoli. A partir de entonces Chicago no sólo sería conocida como la capital del blues, sino como la cuna del Industrial. Jim & Dean eran entusiastas de sellos musicales como Factory y 4AD, cuyos títulos eran uno de los atractivos de su stock. Se convirtieron en empresarios al conseguir que Bauhaus ofreciera un concierto en Chicago. El siguiente paso fue maquilar sus propios discos.
Jim & Dannie estaban obsesionados por meter a la gente en el mundo de la música. Instaban a quien fuera a crear contenido. La tienda fue fundamental para su propósito. No pretendían formar una banda, pero sí fichar artistas. Aquellos que como ocurre en muchas ciudades del mundo acuden a la tienda de discos a colocar un anuncio de se busca baterista o cantante con tales influencias. Su primer sencillo fue el de la banda punk Strike Under. Pero la personalidad de Wax Trax! Records no se ceñiría a un género. Su segundo single era más desafiante aún. Se trataba de una canción de Divine, el trans que ya era reconocido por su trabajo con John Waters.
Sin embargo, lo que marcó un antes y un después en la vida de Wax Trax! fue Al Jourgensen, fundador y frontman de Ministry. La mancuerna catapultó a ambos fuera de la escena local. Y su ascenso fue meteórico. La reputación de Jim & Dean comenzaba a causar estragos. No sólo en los Estados Unidos, también en Europa. Para satisfacer su sed por expandir la influencia del Industrial, Wax Trax! Records adquirió la Fairlight Musical Instrument, una computadora de 60 mil dólares para producir sampleos secuenciados. La máquina con la que en ese mismo momento trabajaba Peter Gabriel.
De este nuevo método de composición surgieron nuevos ensambles de entre las bandas del sello. Los pioneros de lo que luego se conocería como súper grupos en los noventa. Con la revolución Industrial en marcha, la vida de Wax Trax! Records dominaba una escena que ya no era tan under. Sus principales productos, Front 242, Ministry y KMFDM, comenzaban a ser codiciados por los peces gordos. Y Jim & Dannie eran presumidos por los medios como ejemplo de autogestión.
Entonces comenzó la debacle. Wax Trax! Records se encontraba en la cima, pero Jim & Dean no eran hábiles con el dinero. Sus ingresos iban directo a producir más discos, a pagar más horas de estudio, a emplear el dinero en hacer más música. Entonces la caja registradora de la tienda era asaltada para cubrir deudas, honorarios, depósitos, etc. Comenzaron una alianza con sellos ingleses y europeos en general. Se comprometieron a prensar en Estados Unidos un número demente de títulos. Algo que su empresa domestica no era capaz de soportar. Y pese a que todos los productos Wax Trax! gozaban de una tremenda popularidad en el Cinturón de la Biblia, las estaciones de radio no podían promocionar tantos singles de tantas bandas.
Siempre que un producto de la contracultura comienza a tener éxito, es codiciado por las grandes corporaciones. A finales de los ochenta comenzó la desbandada. Las cartas fuertes de Wax Trax! se fueron a disqueras que les garantizaran mejor distribución y por su puesto mejores ingresos. El error de Jim & Dannie radicó en que nunca firmaban contratos. Sus acuerdos eran de palabra. Después de todo eran gente sencilla. Durante el momento de más éxito de Wax Trax! Records Jim o Dannie seguían levantándose temprano a barrer la banqueta de la tienda antes de que se abriera al público.
Con su catálogo diezmado, sus bandas emblemáticas fuera y el problema de prensado, Wax Trax! recibió el tiro de gracia. Jim Nash contrajo SIDA y se retiró del negocio para pasar tiempo con su nieta. Wax Trax! se declaró en bancarrota y aceptó ayuda económica de TVT Records, que quería chupar toda la sangre que pudiera del movimiento Industrial, pues comenzaba a establecerse en el mainstream.
La irrupción de Nine Inch Nails y Marilyn Manson, así como de muchas otras bandas, no habría ocurrido tan rápido sin el metal electrónico, el White noise, lo estrictamente anticomercial promovido como nuevos valores por Wax Trax! Records.
En 1992, el disco Psalm 69 de Ministry consiguió colocarse en los gustos de la Nación Alternativa. Tras la muerte de Jim Nash, TVT cerró la tienda que se había mudado de la avenida Lincoln a un sitio menos glamuroso. Poco tiempo después se deshizo de Dannie Flesher, lo indemnizaron con 20,000 dólares y se hicieron con el control total del sello.
Fue así como terminó la historia de Wax Trax!, tras 27 años de que Jim & Dannie mandaran en el mundo de lo Industrial. En 2010 Dannie Flesher murió en casa de sus padres, en Arkansas, también había contraído SIDA. A Wax Trax! Records no lo mató la ambición sino el entusiasmo desmedido. Pero sin ese entusiasmo y esa devoción jamás hubiera sido posible poner la primera piedra.