Un hombre de corazón amplio
Víctor Sandoval, el poeta, el promotor cultural, ya no está entre nosotros. Llueven sobre Aguascalientes los versos de la imaginaria “Fraguas”: Si naciste en Fraguas / olvídate de todo. / Fraguas es una hoja en blanco, / La memoria no existe. Con esos versos concluye “Fraguas”; el poema está terminado y el poeta sabe el origen y destino de las palabras que iluminaron su camino. El poeta ha sido sobrio y exigente. Se niega a llenar páginas con vacíos. Sólo quiere verter lo que el venero de su poesía le ha permitido volver palabra, verso, canto. El promotor cultural ha sido extenso y múltiple en su obra.
Siempre entre el “pie de verso” escrito en la página y los deberes de la oficina pública. Entre la admiración por Ramón López Velarde y la búsqueda de esa patria de todos. La tierra de nuestros mayores que es la nuestra. La que debe prepararse para los que vendrán después de nosotros. La de oportunidades de acceso a los bienes y servicios culturales para un número mayor de mexicanos que habitaban esa extensa geografía patria. Mente creativa. Una casa de cultura. Otra era su visión de las cosas. Un corredor de casas de cultura. Otra su dimensión de la patria de todos. Una Institución Estatal de Cultura. Otras las necesidades. Un corredor cultural regional para que fluyera el conocimiento de las artes. Que transitaran por ahí las obras y sus creadores. Los circuitos artísticos. Los festivales. Los encuentros entre los creadores y su público. Una revista cultural que desde el fulgor de su nombre lopezvelardeano, abarcara a los mexicanos de todas partes del país: Tierra Adentro, revista cultural nacida en Aguascalientes. El premio nacional de poesía Aguascalientes para sustituir a los juegos florales de la patria chica. Un premio nacional de arte joven para pintores de todo el país. Encuentros, festivales, infraestructura cultural. Un ir y venir por todas partes con la mente dinámica y la acción dispuesta. Si el presente demandaba acciones lúcidas e imaginativas para crear un mejor país, el pasado había legado un patrimonio artístico que nos proporcionó identidad y pertenencia, que debían proyectarse hacia el futuro. Mantener y preservar ese patrimonio no sólo era un deber, sino una obligación. Dígalo si no la intensa labor de don Víctor para crear en Aguascalientes, entre otros, el Museo José Guadalupe Posada, para promover y difundir la vida y la obra del grabador. Pionero en muchas gestiones relacionadas con la promoción cultural. Enarboló siempre la bandera de la descentralización para disminuir asimetrías buscando la igualdad de oportunidades para los estados del país. Comprendió, e hizo entender, que no se podía ver sólo al centro del país y su capital como si se mirara el todo. Érase un norte y un sur. Érase el mar al oriente y al occidente también: México, un país con sus cuatro puntos cardinales pletórico de habitantes compartiendo los mismos rasgos de identidad enriquecida por la diversidad y la pluralidad de sus regiones culturales. Rápidamente aprendí con don Víctor la regla básica: “La cultura no se lleva ni se trae, se preserva, se promueve y se difunde.” Muchas son las medallas y preseas obtenidos por don Víctor Sandoval a lo largo de toda una vida dedicada a la poesía y a la promoción cultural. Justo sería que las instituciones a las cuales sirvió con eficacia y lealtad instituyeran una con su nombre para reconocer el mérito en el campo de la promoción y gestión cultural. Esto honraría la memoria del maestro Sandoval y a las instituciones que lo otorgaran, pues con ello reconocerían en él a uno de sus mejores hombres. Un hombre de corazón amplio y reconocida vocación de servicio.
Para el Maestro, sólo estas palabras de reconocimiento y gratitud esperando lo acompañen en su viaje hacia la luz: Gracias, don Víctor. Gracias por todo.