Tierra Adentro

Un hombre de tez oscura vaga por el centro de Bruselas, por los alrededores de la estación de trenes de Louiza. Se le ve desorientado y un poco bebido. Gesticula y parece que canta. La gente se le queda mirando con extrañeza. Algunos lo reconocen, incluso los oficiales de policía que lo abordan y le preguntan si se encuentran bien. El larguirucho y desgarbado joven responde que no hay problema. Los uniformados no saben que están apareciendo en el video de “Formidable”, el sencillo de Stromae que se está filmando con cámara escondida. La canción tiene una amarga letra sobre las relaciones de pareja y la vida familiar.

No puede resultar un desconocido para los que circulan por el corazón de la capital belga cuando en el 2010 su canción “Alors on danse” se convirtió en el tema francófono que más sonó en el mundo y fue número 1 en Francia, Grecia, Alemania, Austria, Suiza, Italia, Dinamarca, Holanda y en el Billboard European Hot 100. Lo suyo es una combinación de house y otros ritmos de música bailable a los que ha llevado al ámbito del hip hop de contenido social, pues en la medida que ha desarrollado una carrera de largo aliento —pues arrancó hace más de una década- le ha dotado de un discurso reflexivo y de inconformidad intelectual.

De padre ruandés y madre belga,  mostró un talento precoz para la música y se matriculó a los 11 años en la Académie Musicale de Jette. Toca varios instrumentos y estudió historia de la música. Inició rapeando bajo el apelativo de Opmaestro pero luego recurrió a un juego lingüístico al que en francés llaman verlan y que cambia sílabas. Así surgió Stromae; en un comienzo como parte del grupo Suspicion, junto a J.E.D.I., quien tras editar “Faut k’t’arrêtes le rap” se marchó. En 2005, Stromae tenía apenas 18 años.

Regresó en 2007 con un Ep en el que se apegaba a las herramientas fundamentales del rap: “Juste un cerveau, un flow, un fond et un mic…”. Luego vinieron los temas “Minimalistyle”, “C’est Stromae” y “Up saw liz”. En aquel Ep invierte los ahorros de sus trabajos ocasionales, ya que no eran suficientes para pagarse el Instituto de Cinematografía.

Paul Van Haver —el hombre detrás de Stromae— no dejó de presentarse en directo y preparar el terreno para la llegada de su primer largo. Cheese (2010) se convirtió en un suceso para las masas. “Alors On Danse” y “Te Quiero” probaban que a la electrónica barata de baile le sentaban bien los textos tan pesimistas de parte de un tipo que sabía de los esfuerzos de la clase trabajadora.

Esto mismo permea en Racine Carrée (Raíz cuadrada) un alud de palabras acerca del mundo real desde la perspectiva de alguien que posee cultura y educación. Podría decirse que su propuesta es como si el inglés de Ghosthpoet acompañara sus historias con fondos musicales sacados del concurso televisivo Eurovisión. Allí tenemos “Papaoutai” para ejemplificarlo; una vez más una variante light de house se utiliza para narrar el recuerdo de su padre, quien fuera desaparecido durante el genocidio de Ruanda cuando el artista era todavía un niño.

Inicia con un anhelo infantil y comprensible: Dime de dónde vino y así sabré al fin a dónde ir. Mamá dice que cuando buscamos bien terminamos por hallar lo que queremos, pero luego —y ya desde un posición adulta y algo amargada- cambia de perspectiva:  ¿Seremos odiados? ¿Seremos admirados? Progenitores o genios, díganos ¿quién da vida a los irresponsables?.

Racine Carrée (Island-Universal, 2013) no se queda en lo ya conocido; es la primera vez que alude a la tradición musical africana. Rinde un más que merecido homenaje a La diva descalza, “Ave Cesaria” es una especie de morna electrónica, una actualización de ese estilo de Cabo Verde al que hiciera famoso la Evora.

Pero eso no es todo, en “Tous les memes” se acerca a los sonidos afroantillanos a través de unos metales que suenan absolutamente salseros, para saltar en “Carmen” a parafrasear a la famosa ópera que lleva ese nombre. Stromae sabe ser ecléctico de una manera que no suena forzada. De otra forma no se entendería “Humaín a l´eau”, en la que se acerca al kuduro de los Buraka Som Systema.

Otro dato importante para los belgas es que comparte una peculiaridad con su mayor ídolo musical. Al momento de pronunciar la “r”, la saca desde el fondo de la garganta del mismo modo que lo hacía Jacques Brel. Además, ambos comparten la búsqueda de melodías memorables. Uno desde la chanson tradicional y el otro mezclando expresiones diversas.

Stromae ha dado cuenta de un manejo verbal notable, puede ser tierno pero también mordaz e irónico; deja muy atrás las crítica que lo quieren hacer pasar por un poeta hipster. El hombre sabe cómo manejar temas tan actuales como el cáncer, eje central de “Quand c’est”. Sus ritmos son festivos, pero los asuntos trágicos.

Nacido un 12 de marzo de 1985 y sabiendo de que se trata trabajar en un restaurante de comida rápida y otros tantos empleos de poca monta, no se deja marear por la fama e insiste en narrar los abismos de crecer sin una familia normal o bien la manera en que una ruptura amorosa puede desmoronar a un hombre. Sus canciones hacen que no dejemos de bailar mientras lloramos.


Autores
De los años sesenta tomó la inconformidad recalcitrante; de los ochenta una pasión crónica por la música; de los noventa la pasión literaria. Durante la década de los dosmil buscó la manera de hacer eclosionar todas sus filias. Explorando la poesía ha publicado: Loop traicionero (2008), Suave como el peligro (2010) y Combustión espontánea (2011). Rutas para entrar y salir del Nirvana (2012) es su primera novela. Es colaborador de las revistas Marvin, La mosca, Variopinto e Indie-rocks y los diarios Milenio Hidalgo y Reforma, entre otras publicaciones.