“Quiero creer que el amor todo lo puede”
Supongamos que no existen las coincidencias, que desde el momento de nacer hay una persona destinada para cada ser humano y que a eso es a lo que se le llama “el amor de mi vida”.
Ahora bien, una mañana por fin encuentras a esa persona y ambos inician una historia en donde se juran no habrá un final, sin importar el precio que eso tenga. ¿Pero qué sucede si en el momento de calmar al corazón, cuando la euforia pasa, descubren que sus caminos son diferentes y que quizá lo que se tiene no alcanza?
La disyuntiva entre el amor y los planes y anhelos de vida son el tema central de la obra Heimweh estaciones, escrita por Myriam Orva y dirigida por Isael Almanza.
Sol y Jakob son dos amantes que se encuentran entre miles de personas en un país europeo y que una vez traspasada la barrera del idioma se enamoran.
El espectador retoma su historia en un momento en el que, parece, se están jugando el último boleto al que apostaron todo. La premisa es interesante, pero el resultado es un trabajo tibio que deja la sensación de que no se profundizó en ella.
Y aunque es verdad que hay momentos bien logrados, llenos de gracia y emotividad, en general la dirección es ilustrativa y se desperdicia el subtexto que muchas de las escenas requieren.
Por otro lado, el juego que se establece desde la obra con el idioma ―Jakob habla alemán y Sol castellano― pareciera no tener más objetivo que dejar en claro todo el tiempo la diferencia cultural, más allá de ser un elemento dramático importante.
Los personajes, en efecto, tienen características peculiares que al conjuntarse muestran con éxito una relación de pareja donde queda claro que el amor no es el problema, sino las aspiraciones de cada uno de los protagonistas. Aunque también hay otras particularidades que, como el factor de la diferencia de idioma, no se explotan lo suficiente. Por ejemplo: ¿por qué es importante que Sol sea escritora?, o ¿cómo afecta su profesión dramáticamente hablando?
Y aunque si bien es cierto que uno no sale a disgusto de la obra, sí se queda con la sensación de que se podía dar más, porque se tenían todos los ingredientes para lograrlo.
Heimweh estaciones es un trabajo del Colectivo Escénico El arce, el cual se formó en 2012 con la finalidad de crear un grupo que fuera capaz de ofrecer al espectador un repertorio amplio, lleno de compromiso, creatividad, disciplina y rigor.
La obra se presenta en el teatro La Capilla, Madrid 13, Coyoacán, todos los domingos a las 6 pm y estará en cartelera hasta el 15 de junio.
El precio general es de $150; para estudiantes, maestros e INAPAM es de $100.
Reservaciones:
reservaciones@teatrolacapilla.com
Para grupos:
vamosalteatro@distritoteatral.mx