Tierra Adentro

El productor inglés Willi Holland, también conocido como Quantic, en colaboración con el musicólogo bogotano, Mario Galeano, de Frente Cumbiero, un grupo nativo de aquel país, lanzaron en el 2012 el disco Ondatrópica. El cual provocó un cisma en la música colombiana de las proporciones y efectos similares a los que causó en Cuba el proyecto Buenavista Social Club (1996) de Juan de Marcos y Ry Cooder, quien con la visión y brío necesarios realzó un valioso acervo musical de aquella isla.

El británico había dejado atrás una carrera de gran reconocimiento, tanto en calidad de productor como haciendo de Dj. Fascinó a Europa con la riqueza musical del folklore colombiano y se instaló en el país sudamericano para hacerse de muchísimo material añejo y conocer a músicos veteranos; entró en contacto con el líder de Frente Cumbiero y juntos le devolvieron las ganas de tocar a un puñado de veteranos. Pertrechos de un antiguo equipo análogo en la legendaria compañía discográfica Discos Fuentes, recurrieron a sus viejas glorias y pasaron siete meses grabando a sus anchas.

Definitivamente, Holland no cambió de continente para perder el tiempo. Se instaló en Cali, ciudad de aquel país, para no parar y multiplicar sus proyectos: The Quantic Soul Orchestra, Quantic and his Combo Bárbaro, Flowering Inferno, Quantic & Alice Russell y Ondatrópica.  Lo mejor de todo es que ha sabido establecer lazos con otros músicos de allá: Markitos Micolta, Alfredito Linares y Pedro Ojeda, entre otros.

Apenas en el pasado XV Festival Vive Latino pudimos sorprendernos con sus habilidades para mezclar discos de siete pulgadas –los vinilos pequeños–. Durante su set logra cambios abruptos entre temas antiguos y novedades. Su rango de elección es muy amplio y potencia lo impredecible en sus intervenciones; no se trata de desplantes de lujosa técnica sino un tupido viaje de diversidad sonora: cumbia villera, chicha, salsa, mambo, temas sonideros y demás.

Su incansable espíritu creador le ha llevado a editar un nuevo disco, Magnetica (Tru Thoughts, 2014),  bajo su apelativo más conocido y compacto, tras ocho años de no hacerlo. Después de escucharlo por primera vez, bien podemos señalar que el músico y productor da cuenta de una forma sintética de las vivencias acumuladas en todos estos años. Se aprecia que puso esmero para hacer caber distintas vertientes estilísticas sin que el resultado perdiera coherencia.

El sucesor de An Announcement To Answer (2006), tras un comienzo burbujeante e instrumental –sumamente sexy–  que le da nombre, no tarda en acudir a Alice Russell, una de las cantantes más exquisitas con las que suele trabajar. “You Will Return” es un clavado en el folk psicodélico de antaño al que se le incorpora un banjo que luce elegante junto a unas cuerdas majestuosas. Se nota que ha sabido asimilar las aportaciones de maestros como David Byrne a la hora de apropiarse de la aldea global.

Actualmente, Holland se trasladó a Nueva York a vivir una temporada, aun así considera cada contexto donde ha estado en su quehacer artístico; en él no hay referencias únicamente de Sudamérica, sino que hace caber sonoridades procedentes de Jamaica, África y el mundo árabe.

Incorpora unos metales salvajes y lujosos junto a teclados vintage haciendo maridaje con secuencias rítmicas programadas –que le brindan la pátina de actualidad–. A eso se refiere cuando nombra “Descarga cuántica” a un tema en el que se acompaña de dos gigantes de la música colombiana: Fruko y Michi Sarmiento; pero también sabe mostrarse como discípulo adelantado de Mad Professor y Lee “Scratch” Perry cuando se acerca al dub en compañía de Shinehead, estrella del reggae; “Spark It” es una fusión caribeña total con un saxofón de la vieja escuela a plenitud.

Will es un músico en toda la extensión de la palabra, ya que sabe de arreglos y orquestaciones. Se nota que dirige a los participantes y consigue composiciones originales.

Dos son los cortes que concentran la atención: el sencillo “Duvidó”, que cuenta con una excelente sección de marimba y en el que la parte vocal la lleva la cantante angoleña-portugués Pongo Love, miembro de Buraka Som Sistema. Punteos de guitarra, exuberancia rítmica y visión de futuro. Percusiones tribales que se ajustan a una especie de vals hip hop atascado de subgraves.

El otro hallazgo notable es “Sol clap”, en la que no recibe ayuda externa y se da tiempo para secuenciar una flauta andina sobre un tema que se volverá uno de los favoritos de los cazadores de delicatessen musical. No cuesta trabajo imaginarla siendo pinchada por alguien como Gilles Peterson y haciendo enloquecer a los clubbers con esa línea de viento que conduce la pieza con toda la magnificencia del High Life africano. Holland hace que dos continentes se encuentren y convivan desatando una fiesta sin fronteras.

Algo que no se agota fácilmente, es el etíope Dereb The Ambassador, enriqueciendo con su canto “Arada”, y el tremendo acordeón vallenato de Aníbal Velásquez sazonando en “La callejera”; sin faltar el peculiar timbre de voz de la vocalista de Ondatrópica, Nidia Góngora,

Es increíble que un universo tan vasto se expanda apenas en 13 piezas que conforman Ondatrópic; y eso que Quantic promete sorpresas: trabaja en un disco que explorará la influencia del Jazz en los ritmos tropicales de Haití. Se trata de alguien que ama al pasado como el mejor pretexto para imaginar un futuro posible.

 


Autores
La redacción de Tierra Adentro trabaja para estimular, apoyar y difundir la obra de los escritores y artistas jóvenes de México.
De los años sesenta tomó la inconformidad recalcitrante; de los ochenta una pasión crónica por la música; de los noventa la pasión literaria. Durante la década de los dosmil buscó la manera de hacer eclosionar todas sus filias. Explorando la poesía ha publicado: Loop traicionero (2008), Suave como el peligro (2010) y Combustión espontánea (2011). Rutas para entrar y salir del Nirvana (2012) es su primera novela. Es colaborador de las revistas Marvin, La mosca, Variopinto e Indie-rocks y los diarios Milenio Hidalgo y Reforma, entre otras publicaciones.