Para Liliana en la Calle
Es un gran honor estar aquí hoy con ustedes.
Yo soy Cheyla Samuelson. Hoy en día soy profesora de literatura y lenguaje en San José California. Hice mis estudios doctorales con la doctora Sara Poot-Herrera, y por ella conocí a la gran Cristina Rivera Garza en 2006. Dediqué mi tesis de doctorado a la obra narrativa de Cristina, intentando seguirle los pasos y entender sus vuelos. Siempre, al principio de cada libro, había un dedicatorio: a lrg. Quería saber más, pero un extraño pudor me retuvo en el acto de preguntarle a Cristina sobre lrg. Aunque estaban a plena vista, esas pequeñas letras me parecían de alguna manera privadas.
No me acuerdo cuando supe que lrg era Liliana Rivera Garza, pero me acuerdo de mi condolencia, mi horror ante que algo así había pasado a la familia de Cristina. A esta persona a quien tanto estimo y quiero. Saber que la autora a quién más admiraba había perdido a su hermana menor por un feminicidio se me encogió el corazón. No era justo. Era terrible e impensable. Me hizo pensar en mi propia pérdida, la madre de mi mejor amigo de la infancia, asesinada por su pareja y después alguien de quien nadie hablaba.
Cuando años después salió el libro El verano invencible de Liliana, lo busqué con ansiedad, pero después no pude abrirlo. Confieso que tenía miedo. Tuve que esperar hasta tener un espacio privado y un tiempo sin interrupciones para sumergirme en el texto. Cuando por fin lo leí, de un tirón, me quedé, de hecho, destrozada. Me acuerdo que lloré a gritos, desolada, devastada por la pérdida de una chica magnífica, tan amada por su familia y sus amigos. Enfurecida con la idea de que un hombre mezquino pudo cortar en un instante la vida de un ser luminoso como Liliana.
Pero también me acuerdo que mi corazón celebró la victoria de Cristina sobre el olvido y la impunidad, sobre la oscuridad y la impotencia. Celebré el gran regalo de conocer a Liliana Rivera Garza por sus propias palabras, por las palabras de la gente que la quería. Este acto de recuperación por Cristina, tan delicado y tan respetuoso, es un acto de puro amor. Ha compartido a su hermana Liliana con nosotros, y ya todos la querremos, para siempre.
Por eso, es tan conmovedor estar con ustedes hoy, con Sarita, con Cristina y con lrg. Liliana Rivera Garza, querida hermana menor y estudiante brillante de la arquitectura, mente inquietante y corazón valiente, mujer y hermana e hija, ella está con nosotras, nosotros, y nosotres hoy. Y estamos con ella.
Justicia para Liliana, Justicia para todas.
Samuelson, Cheyla “Para Liliana en la Calle”: Presentación de libro/performance/protesta, Feria Internacional del Libro de Guadalajara, México, Nov 29, 2022