Tierra Adentro
El espíritu objetivo de Ornamento y delito (Limbo Starr, 2014).

Esta es una historia que trata sobre el post-punk y su relación con la política; del primero, subgénero que procede de uno de los estallidos más virulentos en la historia del rock and roll pero que tomó una senda oscura y apesadumbrada, abordará la manera en que pervive. La política servirá como contexto de la situación actual, no sólo de España, ciudad originaria de la banda Ornamento y delito, sino de Europa entera; y a la cual nos acercaremos a través de las letras y el pensamiento de G.G. Quintanilla, músico con formación académica y lector asiduo de algunos de los pensadores sociales más combativos de la actualidad.

El grupo de Quintanilla contiene una rabia poco usual, aun cuando su país patalea para salir de una de las crisis más profundas de su historia, escenario común en otras naciones del continente. Pareciera que no hay tiempo para andarse por las ramas y se tiene que ser lo más rudo y directo posible. La situación es apremiante pues el panorama laboral no ofrece alternativas para una generación que no podrá comprarse una casa y apenas alcanzará algún empleo para sobrevivir (los llamados mileuristas). Además, el asunto de la migración hace más complejo el fenómeno.

Es por ello que han emergido autores que obligan a repensar las cosas con urgencia y sin falsas caretas. Uno de ellos es Owen Jones, un vocero mediático de la nueva izquierda británica que no se inserta en la militancia sino en el debate a través de la escritura, libros y columnas. Apenas comienza a difundirse en español Chavs. La demonización de la clase obrera (editada por Capitán Swing), en dicho ensayo puede leerse: “El neoliberalismo ha corrompido la mentalidad de la gente a través del miedo. Ha dibujado un panorama en el que no hay salida. Fomentó el individualismo y acentuó la idea de que las élites, la gente rica merece tener una posición de privilegio”.

El joven periodista inglés parece poseer el mismo punto de vista que el grupo vasco afincado en Madrid. “Laissez Faire”, una de las canciones de El espíritu objetivo (Limbo Starr, 2014), el sexto álbum de la banda, podría pasar  por un manifiesto anarquista o como un alegato en contra de todo: no hay esperanza ni en la familia, ni en las relaciones sociales, tampoco en el arte y, lo que es más, en su perorata, el músico termina por exterminar a su propia agrupación definiéndola como: “grupo de mierda”; lo hace con tal convicción que le creemos a cabalidad.

Ornamento y delito es el comando musical que surgió de la mente de un lector de Slavoj Žižek, Terry Eagleton, Fredric Jameson y otros autores cercanos a la New Left Review, y a quien le ha dado por soltar su pensamiento a través de canciones de hiel y severidad. Musicalmente, toman lo mejor del The Cure de los tiempos dorados del post-punk y lo mezclan con el estilo de Nacho Vegas.

Siguen el manual de instrucciones que Simon Reynolds resumiera en su llamado Post-Punk (Caja Negra Editora, 2013) y lo combinan con el mismo estado de ánimo de otra agrupación muy cercana al asturiano, nada menos que León Benavente (compuesta por los músicos de Vegas; Abraham Boba, entre ellos).

Cuando le preguntan acerca de lo devastadora que puede ser “Laissez Faire”, Quintanilla se concreta en precisar: “No me parece tan omnipotente como lo planteo en la canción. El mercado sólo busca hacer negocio y ganar la mayor cantidad de pasta lo antes posible, ya sea el mercado musical, el mercado de la ropa, el de la vivienda, el de la psicoterapia, el de la educación”.

Aunque no todo en El espíritu objetivo es tan apesadumbrado, también se dan tiempo para acercarse a ese nostálgico sonido de los primeros Depeche Mode (con un poco de New Order) en una más festiva y electrosa “Radio” —aun en medio del caos puede darse una fiesta y acordarnos de quienes alimentaron nuestros años mozos, como Jota de los Planetas, Sr. Chinarro y Fernando Alfaro—. Pero lo mejor del lote entero se concentra en lo que debería convertirse en un clásico inmediato: “Zona algo más” —melódica en su estructura, desencantada en todo su discurso: “se cumple por fin el deseo de los padres… dónde vas a estar mejor que aquí”.

https://www.youtube.com/watch?v=ONigZwJhe7Q

Auscultando el sonido del grupo, un trabajo muy destacado es el del tecladista,  quien aporta mayores posibilidades a esas líneas afiladas de guitarras que se prolongan sobre una base rítmica implacable; cuya fórmula se extiende en “Los fantasmas del Windsor”, en la que los sintetizadores se desplazan a sus anchas potenciando los buenos haceres del resto del cuarteto. Algo que desde el principio se expresa.

Abren con “Hidalguía universal”, dándole la vuelta a la tuerca y nos cuentan qué se siente ser un “emigrante” vasco en Madrid, mientras también citan a una Bilbao venida a menos.

¿Qué se les puede reprochar? Lo principal es que lastran lo que muchos grupos españoles: esa manía por fundir la voz con el resto de los instrumentos; no es lo suficientemente clara y se tiene que hacer un esfuerzo extra para comprender el discurso —aquí algo fundamental— y cuando mucho alguna que otra canción prescindible como “Pioneros”, pero no mucho más.

Entre los 11 cortes tienen un sencillo efectivo como “Carnaval armado”, en el que apelan por un “motín urbano” y en el que suelta sin reparo: “las madres de los policías abortan por amor”. No esperemos pues que la radiofórmula celebre sus temas; eso lo harán colegas como Pablo und Destruktion y el propio Vegas.

https://www.youtube.com/watch?v=l9SJVg0OeNs

El reputado periodista, David Saavedra, considera que El espíritu objetivo es: “Un álbum necesario y verdaderamente importante”. ¿Acaso los artistas no deben dar la pelea? ¿No forman parte de la estructura social? La música tiene una faceta política y Ornamento y delito la vuelca en piezas como “El fin de las ideologías”. Ellos testifican que el post-punk puede sobrevivir y actualizarse. No está en los libros de historia ni en los museos; la calle está que arde.

 


Autores
La redacción de Tierra Adentro trabaja para estimular, apoyar y difundir la obra de los escritores y artistas jóvenes de México.
De los años sesenta tomó la inconformidad recalcitrante; de los ochenta una pasión crónica por la música; de los noventa la pasión literaria. Durante la década de los dosmil buscó la manera de hacer eclosionar todas sus filias. Explorando la poesía ha publicado: Loop traicionero (2008), Suave como el peligro (2010) y Combustión espontánea (2011). Rutas para entrar y salir del Nirvana (2012) es su primera novela. Es colaborador de las revistas Marvin, La mosca, Variopinto e Indie-rocks y los diarios Milenio Hidalgo y Reforma, entre otras publicaciones.