Nathan For You
Titulo: Nathan For You
Editorial: Comedy Central
Lugar y Año: 2013-
Entre una y otra cosa —el acceso ilimitado a la información, por ejemplo—, medio mundo parece estar convencido de ser inteligente. Y esta creencia, tan sólo en apariencia firme, amerita ser sacudida desde sus cimientos de vez en vez. Principalmente por falsa: se necesita un ligero reacomodo de los elementos que conforman nuestra realidad para sentirnos extraviados, fuera de lugar, incapaces de entender el mundo.
Nathan Fielder acomete esa misión de manera frontal. Fielder, compañero de escuela de Seth Rogen —ese otro miembro destacado de la escuela de comedia de improvisación de Judd Apatow—, practica un humor que supera en capacidad corrosiva al de varios contemporáneos suyos, y Nathan For You (Comedy Central) es la vía para irrigar su ácida comedia en puntos inesperados de la sociedad occidental. ¿El plan para lograrlo? Ofrecer asesoría mercadotécnica a pequeños negocios mientras implacables cámaras documentan los resultados. El programa, presentado como un reality show que documenta cómo Nathan Fielder—“graduated from one of Canada’s top business schools with really good grades”— ayuda a esos negocios a salir del bache, es pura y descarada parodia. Ya la introducción tiene un par de chistes que abonan el terreno de las soluciones mercantiles del protagonista. Este es uno de ellos:
Mediante la ejecución de ideas abiertamente estúpidas, o al menos improbables (un Santa Claus que ofrece fotos en verano, una tienda de ropa que sólo deja robar a los clientes atractivos), Nathan Fielder ridiculiza al mercado, a la sociedad y, en un sentido más abstracto, a la propia humanidad. El gran golpe de suerte le llegó con el episodio “Dumb Starbucks”, que fue noticia internacional a principios de año. Dumb Starbucks era el intento de insuflar nueva vida a un café independiente cuyas finanzas iban por los suelos. Bajo el cobijo de una ley que —afirmaba Fielder— permitía usar el nombre de cualquier gran empresa siempre y cuando fuera con fines de parodia, nació Dumb Starbucks, que ganó atención de la prensa porque, bueno, todo era idéntico a un Starbucks, nomás que con el “Dumb” por delante. Los noticiarios lo reseñaron, los periódicos sacaron notas al respecto. Gente se cuestionó la autoría del proyecto —alguien incluso se la atribuyó a Banksy, de quien no habría sido raro pensarlo: basta recordar Exit Through the Giftshop—; hubo una conferencia de prensa que, con todo y risas, logró tomarle el proverbial pelo a todos los presentes. Este era el FAQ que se leía en Dumb Starbucks:
No dejen de verlo.
* * *
El estilo de Fielder, quien además dirige y escribe el programa, bebe directamente del falso documental de improvisación de películas, como la ya mencionada Exit Through the Giftshop de Banksy, I’m Not There de Casey Affleck y, notoriamente, de los personajes de Sacha Baron Cohen en dos de las cintas que ha dirigido Larry Charles: Borat y Brüno.
La diferencia entre estas cintas y Nathan For You —y su triunfo, quizá, su ganancia frente a lo ya establecido en el falso documental— estriba en que, mientras aquellas encuentran la materia de su parodia lejos de lo ordinario —Banksy en el mundo del arte, Casey Affleck en el del hip-hop y Cohen y Charles en el tópico del extranjero excéntrico que viaja a Estados Unidos—, Nathan Fielder lo encuentra en algo tan cotidiano como la gasolinería de la esquina o la tienda de helados del centro. Su minucioso acercamiento a la cotidianeidad, la virtud de sostenerle la mirada al diario acontecer hasta encontrar una debilidad, es, a partes iguales, aterrador e hilarante: viva prueba de que, aunque se oculte a la vista, la imbecilidad alcanza los cimientos mismos de eso que llamamos “civilización”.