Tierra Adentro

El año pasado, mientras leíamos el prestigioso volumen Best American Short Stories correspondiente al 2012, nos encontramos con un cuento, “Navigators”, que nos llamó no sólo por su excelente factura, sino porque había sido publicada en una pequeña revista literaria Hobart, a diferencia del resto de los textos, que provenían de las más importantes publicaciones periódicas de Estados Unidos. Además, su autor no tenía aún ningún libro publicado. “Navegantes” cuenta la historia de un padre y un hijo que encuentran solaz en un videojuego muy peculiar. ¿Cómo es que llegó este cuento de una pequeña revista a ser reconocido como uno de los mejores del año? Para indagar sobre esta y otras cuestiones, decidimos hacer una breve entrevista con Mike Meginnis.

Como pueden ver los visitantes de mike-meginnis.com es editor, escritor, diseñador y columnista. “Lo que mi sitio no dice es que tengo un trabajo de medio tiempo en un despacho de abogados”, nos cuenta Mike. "Un día normal comienza con cuatro horas ahí. Después vengo a casa, hago la comida y me encargo de lo más urgente. Trato de que mis labores editoriales y de diseño no se traslapen, pero con frecuencia esto ocupa el resto de la tarde. En el tiempo que me queda escribo y leo, a veces durante horas, a veces sólo unos minutos. Si no estoy trabajando en ninguna historia –como es el caso– paso mucho más tiempo leyendo.

»A veces mi vida es muy estresante, pero tengo una regla: aunque escribir no sea mi prioridad ese día, me aseugro de que siempre haya tiempo para ello.

Tierra Adentro: ¿Puedes contarnos como fue que “Navegantes” llegó de Hobarts hasta Best American Short Stories (BASS)? ¿Aparecer en esta compilación ha ayudado o entorpecido tu carrera literaria de alguna forma?

Mike Meginnis: Honestamente no sé cómo se haga la selección de BASS. Creo que Aaron Burch, el editor en jefe de Hobart debe haber enviado toda la revista para su consideración. No creo que marquen ciertos cuentos para Best American Short Stories como sí se hace con el premio Pushcart, aunque podría equivocarme. En algún momento Heidi Pitlor, la editora de la serie de BASS tuvo que leer la historia y seleccionarla para el editor invitado, Tom Perrotta, quién fue el responsable final de la selección tras consultar con Pitlor, según entiendo.

Es difícil decir cuanto han cambiado las cosas tras aparecer en BASS. Es cierto que la gente me percibe a mí y a mi trabajo de otra forma, y he recibido mucha correspondencia maravillosa de mis lectores. En definitiva provocó interés por mi trabajo en revistas literarias. Pero la mayoría de la gente suponía que conseguiría un agente inmediatamente y eso no ha sucedido. Los agentes leen mi trabajo con mayor consideración de la que tendrían de otra forma, pero nadie ha decidido representarme. Lo cual significa que aún hay tiempo para que un agente emprendedor se avispe y me lleve consigo.

TA: Hay grandes escritores reconocidos en The Best American Short Stories 2012, como Steven Millhauser, George Saunders y la ganadora del Nobel, Alice Munro. Parece que fue un gran año para los cuentos norteamericanos. ¿Piensas que la ficción breve está entrando en una edad dorada en Norteamérica? Parece que es más sencillo ver publicada una compilación de cuentos ahora que hace una década.

MM: No soy bueno para este tipo de generalizaciones porque no creo en ellas. Creo que las publicaciones en línea y la proliferación de pequeñas revistas en Estados Unidos (y quizá en todas partes, aunque no lo sé de cierto) permiten que todos los que quieren participar en la publicación de cuentos pueden encontrar un nicho. Eso está muy bien. Dicen que no puedes vender un libro de cuentos a una editorial grande sin una novela para endulzar el trato, pero las editoriales pequeñas editan muchas antologías, así que tal vez sea más sencillo. Yo aún no tengo un conjunto de relatos con el que me sienta confiado para enviar a dictaminación, pero estoy cerca, así que lo averiguaré pronto.

En lo personal, mi edad dorada de la ficción breve tendría muchos más cuentos largos. La mayoría de los textos que escribo son largos y puede ser muy complicado colocarlos; ciertamente lo era cuando nadie sabía quién era.

TA: Cuéntanos sobre “Navegantes” y el resto de tu trabajo. Si nos ha gustado, ¿qué más deberíamos leer?

MM: “Navegantes” es particular dentro de mi trabajo porque todo lo que sucede es literalmente posible; la mayoría de mi trabajo tiene una tendencia surrealista o fantástica más cercana al tono de la parte del videojuego. Si buscan algo similar, mi cuento “Better Weather” también es realista y viene de una emoción semejante. Tengo también una historia formalmente alocada sobre videojuegos y obsesión en una perspectiva muy distinta, llamado “Angband, or His 55 Desires”. En mike-meginnis.com pueden encontrar enlaces a otras revistas y sitios donde he publicado.

Los últimos meses he disfrutado mucho con los libros de Kiese Laymon, Gabriel Blackwell, Alissa Nutting, Lindsay Hunter, Roy Kesey y Elisa Gabbert. Evan Lavender-Smith, Rachel B. Glaser y Matt Bell son geniales, también, y estoy muy emocionado sobre los próximos libros de Kelly Link.

TA: ¿Sabes que te seguimos en twitter? Se ve que eres un videojugador apasionado. ¿Qué piensas de los videojuegos como arte? ¿Cuáles son tus juegos favoritos?

MM: Creo que los videojuegos están en el mejor punto de su creatividad, en gran parte gracias a la diversidad de desarrolladores independientes y atrevidos, así como de algunos grandes estudios que hacen cosas geniales. En lo personal me emocionan más los pequeños juegos excéntricos de los pequeños desarrolladores, especialmente los juegos rougelike y roguelike-like. Ahora mismo juego mucho Spelunky, Binding of Isaac y Don´t Starve. Mi blockbuster favorito más reciente es The Last of Us, que tiene varias debilidades pero también momentos y mecánicas perfectos. Pero en general los blockbusters no me funcionan, porque se esfuerzan demasiado en historias débiles y campañas mal diseñadas.

Una de las cosas más curiosas sobre los videojuegos con mucho presupuesto es que tienden a tener más historia que los juegos indie; tienen enormes guiones con toneladas de palabras. En mayor parte esto se debe a que tratan de imitar a las películas con mucho presupuesto, pero invierten mucha energía y dinero en su historia.

Dicho esto, no creo que el problema sea tanto el dinero como el hecho de que los videojuegos son un medio joven que todavía no sabe bien a bien cómo integrar el juego y la trama. A largo plazo, tiene que haber una convergencia: el juego será la historia. Mi juego ideal es uno en el que la mecánica es tan dramática, tan rica en atmósfera y personajes, que la historia sucede siempre que juego y no sólo en escenas pre-diseñadas. Algunos juegos indie lo consiguen por breves momentos, FTL: Faster Than Light lo hace y Hotline Miami también, y hasta cierto punto las gráficas retro los ayudan, porque trabajar con recursos limitados obliga a los desarrolladores a aprovechar al máximo lo que tienen, porque las secuencias pre-escritas interfieren.

Algunos de mis clásicos favoritos son Metroid, Einhander, Super Smash Bros., Final Fantasy VII, y Final Fantasy XII. Seguro hay muchos más.

TA: Para terminar, cuéntanos qué es lo que te emociona en este momento.

MM: Hablé de Kiese Laymon arriba. Su libro Long Division es lo mejor que he leído este año. También me emocionan cosas algo menos recientes: la música de Michael Nyman y las novelas de espías de John le Carré, por ejemplo.


Autores
es escritor. Colabora para Noemi Press editando relatos de ficción. Coedita la revista Uncanny Valley. Su cuento “Navigators”, incluido en este número, apareció en The Best American Short Stories 2012 . Vive y trabaja en Iowa City, con su esposa y una gata llamada Molly. Su novela Fat Man and Little Boy, aparecerá en Black Balloon Publishing en 2014.
La redacción de Tierra Adentro trabaja para estimular, apoyar y difundir la obra de los escritores y artistas jóvenes de México.