Los libros de la editorial Piedra Cuervo
Comprender alguna cosa, es comprender la estructura de la cual es una parte
y/o los elementos que forman la estructura aquella que es alguna cosa.
Un libro consiste en diversos elementos, uno de los cuales puede ser un texto.
Un texto que es parte de un libro no es necesariamente la parte más esencial
o importante de este libro.
Ulises Carrión
Visible es en una parte de esta ciudad –propiamente la que corresponde a una sección del sector cultural– acotando más aún: el sector literario; visible es la vigorosa participación de editoriales independientes que han surgido aproximadamente desde hace tres años a hoy. ¿Para qué hacer libros?
Hacer libros refiere entre muchas intenciones a la necesidad de materializar ideas. Yo misma, como editora, luego de trabajar durante años formando libros y revistas para instituciones, allá por el año 2004, bajo el nombre de Ediciones de La Esquina, opté por corregir los textos de un par de jóvenes escritores, diseñar y formar tres libros –incluido uno mío– y luego entre todos pagar la impresión y publicarlos sólo por el mero gusto y deseo de verlos impresos. He de decir que por lo menos a dos de esos libros les fue muy bien. ¿Qué con todo esto?
Considero felizmente importante el hecho de que la nueva generación, aún bajo la consigna de vivir relacionada estrechamente con los medios virtuales de la tecnología, se detenga a participar activamente creando editoriales que sitúen en primer lugar el libro. Ya como objeto, ya como texto. El libro como conductor. El libro como plataforma en constante cambio y movimiento. El libro como receptáculo materializado de palabras, sonidos y silencios.
Recientemente en una de las actividades literarias de Tijuana fue relevante el espacio-tiempo dedicado a las distintas propuestas editoriales de la región. Proyectos tales como Grafógrafo Ediciones, Kodama Cartonera, Ojo de Pez, Editorial Piedra Cuervo, entre otros. Cada uno con su particular estilo. Cada uno atendiendo a las diferentes necesidades de los lectores y lectoras.
Comentaré uno a uno, observando sus diferencias, contrastes y afinidades. En esta ocasión, pregunté a Gidi Loza y Sergio Brown –responsables de Editorial Piedra Cuervo, asentado en Rosarito– sobre sus opiniones y objetivos respecto a la maravillosa aventura que significa hacer libros. He aquí sus respuestas:
¿Cuál es el motor inicial para montar una editorial independiente?
La necesidad de publicar el trabajo propio así como el de amigxs escritorxs; trabajo que ya está escrito (en la mayor de las ocasiones) y sólo necesita de un medio de salida, es decir, darle el formato de libro y que se materialice, virtualice o produzca.
¿Qué aporte tiene para el mundo editorial la artesanía de un libro?
Creo que es uno: dar existencia material a una idea que es inmaterial. Lo artesanal nos salva de las grandes editoriales, en las cuales es imposible publicar algo. Lo artesanal nos da existencia como creadores, le da existencia a nuestras ideas, nos permite reconocernos como seres creativos a través de nuestro trabajo, de nuestros procesos. Lo artesanal es horizontal. El mundo editorial es vertical. Los dos mundos son válidos. Lo artesanal es inclusivo.
¿Qué opinas del libro como objeto orgánico: extensión del cuerpo?
Creo que la escritura, así como el libro (fabricado desde lo artesanal) es una extensión corporal, es el cuerpo quien primero lo escribe y después lo fabrica.
¿Cuáles son los objetivos primordiales en el proyecto de Editorial Piedracuervo?
Los objetivos son hacer libros en sus versiones impresa y electrónica, y la creación de videos con base en los libros.
¿Cómo observas la transición de los libros en papel a los libros virtuales?
Los libros virtuales o electrónicos me parecen un soporte sumamente necesario e importante en este momento, pueda leerse gratuitamente o comprarse, creo que amplía el espectro de alcance de una obra. Debería existir una o varias bibliotecas virtuales gratuitas para poder acceder en cualquier momento a cualquier libro, de cualquier parte del mundo, en su versión electrónica, sería fabuloso. Existen algunas cuantas bibliotecas de este tipo pero al final de cuentas su contenido resulta limitado.
¿Cuáles son tus preocupaciones como editora?
Hacer libros de calidad, es decir, libros cuyos procesos sean cuidados minuciosa y detalladamente: desde el diseño editorial, la corrección de estilo, corrección ortográfica, impresión y fabricación del libro. En ese sentido buscar una cuasiperfección, la cual es de antemano, imposible porque son libros hechos a mano. Eso abre la posibilidad al error que siempre está ahí y al cambio, en ese sentido los libros son todos diferentes.
¿Cuál es tu interés principal respecto a tus índices y autores?
Mi interés principal es ser un médium entre los autores y sus libros. Nosotros solamente somos intermediarios; es decir, confiamos en el autor, en su trabajo, en su calidad creativa y artística, y nos encargamos de materializar libros maravillosos que estaban ahí guardados.
¿Cuánto tiempo crees que puede tener de vida un proyecto editorial independiente?
Creo que eso depende de la energía que depositen en el proyecto.
¿Desde cuándo comenzó a generarse la idea de este proyecto?
La idea de la editorial tenía años en gestación, pero fue hasta noviembre de 2012 que decidimos hacer la editorial formalmente.
¿Cómo y porqué pensaste principalmente en libros?
Como creadores, teníamos varios libros-proyectos acumulándose en nuestras mentes y computadoras. Sin compartirse. Sin salir. Ese fue el incentivo: sacar, compartir, expandir, salir.
¿Cuáles son tus expectativas para la editorial?
Nuestra expectativa es seguir con lo que hacemos: libros y películas.
¿Alguna idea particular en relación al contexto editorial regional?
Sí, creo que los escritores deberían de plantearse nuevos retos que tengan que ver con la fabricación de sus propios libros. Creo que daría una idea más completa y compleja de la labor de la escritura y ampliaría las posibilidades materiales de los libros.