Tierra Adentro

Titulo: Aproximaciones y reintegros

Autor: Carlos Monsiváis

Editorial: Trilce / Universidad Autónoma de Nuevo León

Lugar y Año: México, 2013

Compilación, notas y edición: Carlos Mapes

Cuando uno se enfrenta a la obra de Carlos Monsiváis, la primera reacción es de incertidumbre y extravío. Uno no sabe por dónde comenzar. Es lo que ocurre ante todo polígrafo: internarnos en sus extensos territorios requiere de mapas. Concibo este libro como una suerte de croquis iniciático. Para quien desea comenzar a explorar esa región llamada Monsiváis, resulta una excelente puerta de entrada a su pensamiento crítico. También para el lector especializado el libro es fructífero: permite tener en un sólo volumen muchos de los textos que Monsiváis publicó sobre temas literarios en La cultura en México.

La decisión de Carlos Mapes de compilar estos escritos resulta acertada por otra razón: contribuye a evitar la edición de sus obras completas. Comparto la opinión de que es preferible tener antologías temáticas de Monsiváis, que la recopilación absoluta de sus textos. Estaba en el carácter iconoclasta de Monsiváis el afán de no dejar una obra acabada; dar cuenta de la contemporaneidad a través de una escritura fragmentaria, fugaz y siempre modificable fue uno de sus preceptos. Si algún día se editan sus “Obras completas”, traicionaremos el espíritu heterodoxo que animó a Monsiváis.

Otra virtud. Aproximaciones y reintegros es un libro que nos permite volver a Monsiváis antes de Monsiváis. Al estar en contacto con textos que escribió desde los años sesenta, podemos recuperar la imagen de quien aún no aparecía a los ojos de los lectores como uno de los grandes forjadores de la cultura mexicana contemporánea. Esto resulta fundamental pues la recepción actual de Monsiváis está plagada de prejuicios creados y aceptados de manera acrítica. En el México de hoy, Monsiváis es un referente incómodo. Tenemos una relación conflictiva y contradictoria con su figura. Cuando el personaje público se volvió avasallador, las valoraciones sobre su obra se evadieron y fueron sustituidas por ataques a su omnipresencia cultural. Un libro como éste puede contribuir a que esto deje de ocurrir.

La evolución intelectual de Monsiváis está también sobre la mesa. Al leer este libro uno se percata de cómo el pensamiento monsivaíta nunca se volvió especulación inmóvil. Por el contrario, fue renovando conceptos, afinando ideas, remarcando ciertas posturas y distanciándose de valoraciones previas. Además de ponernos en contacto con textos que darían origen a muchos de sus ensayos más lúcidos, Aproximaciones nos permite observar el diálogo que Monsiváis estableció con distintas formas del pensamiento crítico. Entre líneas es perceptible su acercamiento al feminismo y al psicoanálisis, su discusión con la izquierda marxista y el estructuralismo, las lecturas que hizo de la teoría crítica y del ensayismo latinoamericano, sus vínculos con el liberalismo y el pensamiento poscolonial. Como se ve, la traducción cultural fue uno de los ejercicios intelectuales que lo caracterizó.

Por supuesto, el universo crítico de Monsiváis es amplísimo: lo mismo analiza a Fernández de Lizardi que a Sergio Pitol, los Contemporáneos conviven con Rafael Bernal, Alfonso Reyes con Elena Poniatowska, y el estridentismo con Salvador Novo. Resalta la manera en que propuso nuevas interpretaciones de ciertos autores a los que su mirada permitió revalorar y al final canonizar, como el caso de Julio Torri, Monterroso o Jorge Cuesta. Estamos ante los ojos privilegiados de un lector que hace exégesis instantáneas no sólo de ciertos libros, sino del país que los produjo.

Monsiváis, como crítico literario, es también un historiador de las mentalidades. Y es que al leer novelas, cuentos o poemas, nuestro autor rastrea tradiciones, símbolos y comportamientos que expresan, de distintos modos, el nivel de modernización cultural que existe en el país. En otras palabras, a Monsiváis le interesa, de los textos literarios, no sólo su efectividad estética, sino sobre todo la síntesis cultural y la propuesta política y cívica que las obras detentan. George Steiner escribió que el ejercicio de la crítica literaria consiste no sólo en valorar los avances técnicos de las obras, sino en dilucidar cuáles contribuyen a incrementar la inteligencia moral de la época. Monsiváis cumple con este dictum; para él la lectura constituía un modo de acción. De ahí el recurso constante de la ironía, que le sirve para entretener y para lidiar con una realidad adversa, pero también como un mecanismo desacralizador a través del cual devela prácticas autoritarias o tradiciones retrógradas, y establece desquites simbólicos que concientizan y ciudadanizan. Detrás de las lecturas de Monsiváis hay un proyecto de nación: su crítica busca poner en contacto a los lectores con valores modernos y democráticos, denunciar la demagogia de los lenguajes y hacer de la literatura un asunto de interés público más allá del purismo y del elitismo estéticos.

Por ello, lo que tenemos en las manos es un tipo de escritura crítica que va contra el conservadurismo cultural reinante en el país. Al reflexionar sobre los vínculos entre escritura y vocación cívica, rompe con los usuales análisis estructuralistas, estilísticos o intertextuales que se publican en revistas y universidades. Las reflexiones que Monsiváis hace sobre la novela de la revolución, el humor, el thriller, el antiintelectualismo, el realismo o el nacionalismo cultural, siempre buscan trazar la relación que existe entre ciertos géneros literarios y el subdesarrollo cultural, entre modelos estéticos y experiencias de vida, entre formas de representación y prácticas culturales. Lo mismo ocurre cuando confronta a la literatura con otras formas discursivas como la nota roja, la retórica oficial, el machismo o el melodrama (reconociendo así otras autoridades narrativas distintas a las de la ciudad letrada). Al develar los símbolos, criticar las tradiciones y descifrar los imaginarios sociales que están detrás de ciertos estereotipos literarios, Monsiváis concibe la creación literaria como entramado político.

Por lo demás, su acercamiento es polisémico y su modo de expresarlo siempre intenta rebasar fronteras. De ahí que Aproximaciones trascienda el falso debate entre ensayo literario y ensayo académico, la oposición que parecería irreconciliable entre dimensión crítica y dimensión estética. Por donde se vea, un libro indispensable.


Autores
está muy preocupado por el creciente conservadurismo cultural del país. Ahora trabaja en un libro de aforismos y otro de crónicas, este último problematizando los vínculos entre afectividad, urbe y cuerpos. Su libro más reciente es Sentido de fuga, con el cual obtuvo el Premio Nacional de Crónica Urbana Manuel Gutiérrez Nájera. Compiló el libro La conciencia imprescindible. Ensayos sobre Carlos Monsiváis (FETA, 2009).
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