La asunción de María
Y Jehová dijo a Satanás: “¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa?
Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: “Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida. Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.” Y Jehová dijo a Satanás: “He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida.
[Job 2:3-6]
Para Aurora Juárez (Yoyita), Fabiola Mata y
Luis Arturo García
Quienes en 2008 supimos que el mundo cambia de un día para otro.
I
Ella no está muerta. Me dijo que le pidiera a Dios que nos ayude. Ella no está muerta.
A veces las soluciones desesperadas rescatan a alguien más excepto al que pidió la caridad. ¿Conoces a Chago? Es hermano de Chilo, vive aquí a la vuelta con su padre, tienen una Suburban verde que estaciona en su patio. Nunca he pensado que fuese un mal muchacho, su padre trabajó con mi esposo en una mina en San Luis Potosí durante quince años. María dijo: “Son tres semanas en la mina y una en Durango; si no me gusta me regreso.” Pensé que le había gustado, pero cuando llegó el primer mensaje supe que no.
Primer mensaje: 13/02/2011 a la 1:52 pm.
“Repórtame desaparecida, di que Chago me invitó a trabajar y no me devolvió, pero di que me invitó, los amo. No contestes por favor.”
Segundo mensaje: 14/02/2011 a las 9:51 am.
“A nadie le digas que te he enviado estos mensajes, desaparecí el lunes 7.”
Tercer mensaje: 14/02/2011 a la 1:54 pm.
“Má, no digas nada, me tienen los zetas, estoy en Miguelausa o Juan Aldama, pero la poli está involucrada, tengo mucho miedo”
Último mensaje: 14/02/2011 a las 10:40 pm.
“Ya no te mandaré mensajes, Te amo. Nunca lo olvides.”
Y empezaron las amenazas, , nunca supe quién era, me aterraba y colgaba el teléfono. Me dio mucho miedo y me fui a Gómez Palacio con todo y muebles. Saqué a Axel de la primaria a la mitad del año. Después busqué a Xavier, el Papá de Chago, pero él sólo me dijo que cayó la ley en El Alamillo, un rancho cerca de Cuencamé, y que hubo una balacera. ¿Sus hijos? También se fueron. Desaparecieron y no supimos de ellos mucho tiempo. Era como un torbellino rojo quitándole las cosas a la gente, cosas importantes. De repente ya no había nadie en las casas, ya no había quién buscara a nadie, la gente simplemente desaparecía, ya fuera porque se las robaban, porque tenían miedo de que se las robaran o porque iban a buscarlos. No tengo que decir que la policía … Ella me lo dijo: “la poli está involucrada” y todos lo sabemos por acá, nada es nuevo. Pero nos hacemos de la vista gorda para no meternos en broncas. Si tan solo hubiese buscado un trabajo normal, como cualquiera, pero no. La atoraron a ella, a los dos hijos de Xavier, a un cuñado de ellos y otro muchacho de la vuelta. Eso me dijo Xavier. Pasar por un pequeño duelo, o cómo quieran llamarle, dos años. Pensar que tu hija se te fue y hacerse a la idea; créeme, no es fácil. Y después pensé que no estaba muerta.
Mientras tanto la Secretaría de gobernación anuncio la captura de doce secuestradores que operaban en Oaxaca, el Distrito Federal, Durango, San Luis Potosí y Michoacán. La investigación de 2 menores desparecidos en la capital duranguense llevó al arresto de esta banda de secuestradores. Les incautaron armas, droga, y material para la elaboración de bombas. Entre los detenidos se encuentran José “El Chago” López, Isidro “El Chilo” López, ambos hermanos, además de…
-Tú te la llevaste de mi casa, dime dónde está.
-Yo no sé dónde está, el que se la llevó fue mi hermano
-No es verdad, eras tú…
-Le perdí la pista en un rancho de la Sierra de Órganos, en No sé llegar ahí, me llevaron con los ojos vendados. Me secuestraron.
-¿Pero quiénes? ¿Mi hija también estaba secuestrada?
-Yo no sé nada señora, yo ya rendí mi declaración.
¿Su declaración? ¿Su declaración? ¡Me vale madres su declaración! ¡Yo quiero saber dónde está! A veces pensaba verla de noche, mientras dormía. No sería raro. Cuando era pequeña siempre la soñaba porque me preocupaba por ella. Y hace poco bajé por las escaleras y me pareció verla ahí, en ese sillón otra vez despeinada, llorando. Me acerqué a consolarla como cuando tenía nueve años y me preguntó:
-¿Y mi mami, no llega?
(Silencio.)
“Llega mañana” le dije a Axel. ¿Cómo se lo digo? ¿Qué le hubieras dicho? ¿Le contarías un cuento o le dices la verdad? Yo les quiero contar un cuento que nos dijo la abogada. Había una vez… una madre que se fue, nadie supo dónde buscar o a nadie le importó. Pero yo tengo un nieto que necesita seguro médico, necesita que lo inscriba en una escuela, necesita una beca alimenticia porque con mi pensión no alcanza, entre muchas otras cosas. La abogada y mi esposo no me contaron un final feliz. Dijeron: “uno nunca sabe” pero yo sé que está bien. Dijeron se cierra el caso. Ese día su hija estará legalmente muerta, dijo. Y oí el más grotesco de todos los términos que a la burocracia de este país se le pudo ocurrir. Todos somos un puñado de cadáveres, en dónde acaben nuestros huesos no importa. Yo quiero pensar que mi hija duerme bajo el mismo cielo que yo, que todavía respira el mismo aire que yo. Lo puedo sentir aquí y quien no me crea, no es madre. Así que no me vuelvan a decir esas palabras porque de solo oírlas se me hiela el alma. Sólo una vez lo dijeron y desde entonces tengo pesadillas más horrendas que cuando pensaba que alguien la tenía. PRESUNCIÓN DE MUERTE dijeron. Ella no está muerta. Me dijo que le pidiera a Dios que nos ayude. Ella no está muerta. 1
II
Código Civil Federal en su Última Reforma del 13 de abril de 2007.
Título undécimo
De los Ausentes e ignorados.
Capítulo V
De la presunción de muerte del Ausente.
“Artículo 705.- Cuando hayan transcurrido 6 años desde la declaración de ausencia, el juez, a instancia de [la] parte interesada, declarará la presunción de muerte. Respecto de los individuos que hayan desaparecido al tomar parte en una guerra, […], bastará que hayan transcurrido dos años, contados desde su desaparición, para que pueda hacerse la declaración de presunción de muerte, sin que en este caso sea necesario que previamente se declare su ausencia…”
¿Una guerra? ¿Contra quién? ¿El gobierno o nosotros? A fin de cuentas, los muertos de guerra no tienen identidad. Poco importa quiénes sean, a quienes dejaron o cómo. A mí quién me asegura que ella va a volver, o que sigue viva. Mi esposo, es un hombre bueno, ambos queremos a María, la criamos juntos y Axel es un ángel, pero todavía no puede hacerse cargo de sí. La ley es clara, de no levantar la solicitud yo o mi esposo, un juez lo hará dentro de cuatro años. Nos guste o no, estemos de acuerdo o no. Y sí, si ella regresa, la sentencia se cancela y todo volverá a la normalidad, pero el caso estará cerrado. Cierran todo y con ello las pocas esperanzas de que alguien, aparte de nosotros la esté buscando. El título undécimo es muy correcto: de los Ausentes e IGNORADOS. Pero los ignorados no son los que se van, fuimos nosotros. Trámites y más trámites y mientras ella pudo estar en Guatemala o China, sirviendo como trata de blancas a alguien con más fuerza que la puede someter.
No creía en las víctimas. Siempre pensé que cada uno hace su propio destino, pero cuando esto pasó… no sé, es difícil mantener esa visión cuando a uno le pasa. En el ministerio te ven con MISERICORDIA, te quieren dar limosna como a un mendigo cualquiera y cuando les dije que su limosna me la pasaba por el culo, que no quería su compasión sino a mi hija. No se rieron, pero vi sus caras burlonas. Si estuviera muerta como aseguran todos ¿No se me aparecería en sueños? ¿Qué clase de hija no quisiera que su madre descanse? Y, aun así, nosotros debemos continuar. No la dejo, siempre está conmigo. Llevo su foto en mi cartera, sus dientes de leche en una cajita junto a mi cama, pero si ella estuviera aquí, supongo que querría que su hijo estuviera bien, nosotros tranquilos y que continuamos a pesar de todo. Siempre ha sido muy fuerte, eso le enseñé.
Hoy te quiero preguntar ¿Qué harías en mi lugar? ¿Qué más podemos hacer? Hemos ido a todas las marchas, escuchado a todos los poetas, buscado por nuestra cuenta, recurrimos a videntes y demás gente así para tener una sola pista, pero siempre la respuesta es el vil y culero silencio. Silencio en este país que parece estar poblado de muertos: los de las fosas y los que los buscamos o los que en un mudo llanto esperan que vuelvan. Han pasado ya dos años y nada. Yo lo soporto, ¿pero Axel?… ¿Ven esta pluma? Con ella hoy he firmado mi decisión de seguir adelante, de no soltar, pero sí de vivir. A pesar de ella, a pesar de mí, tal vez. Dicen que el trámite puede tardar hasta siete años, pero Axel no puede esperar. Sólo quiero que cuando vea la vida de su madre, sepa que ella nunca dejó de buscar. La buscaré hasta los infiernos de ser necesario. Buscaré a María hasta en mis sueños.
¿Mamá?… ¿Mamá?
Es como si la oyera todo el tiempo ¿María, estás aquí?
Siempre. No me he ido.
Lo sabía. ¿Dónde estás, cómo?
Estoy aquí contigo, estoy bien. Es como si hubiera vuelto a empezar, como si me pudiera volver a enamorar. ¿Cómo está Axel? Sé que bien. El amor se siente en el pecho. La vida es amor y como tal, no es más que una sensación física. Sudor en las manos, temblor en los pies, mariposas en la panza y una enorme quietud de verte frente a mí. ¿Ma, te puedo pedir un favor? ¿Te acuerdas del último mensaje que te envié, recuerdas qué decía?
Último mensaje: 14/02/2011 a las 10:40 pm.
“Ya no te mandaré mensajes, Te amo. Nunca lo olvides.”
Me dieron permiso, este es el último mensaje que te quería enviar pero no tenía crédito. Te amo, nunca lo olvides… y por favor. Descansa. Descansa, ma’.
¿Descansar? Pero quién dijo que estoy cansada. No, mi amor, nosotros estamos bien. Estaremos mejor cuando tú estés aquí. Te prometo ya no llorar, ¿si no estás muerta de qué te servirían mis llantos? Cada oración recuerda que es para ti: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y del fruto de tu vientre no te preocupes que yo lo defenderé como una fiera. Más de veinticuatro mil personas habían desaparecido en el mismo año que tú, María. Desde 2011 que te oigo y no entiendo. Todas lloramos nuestros huecos, ¿Qué país es éste, qué le pasó? ¿Cómo se llama? No voy pedirles nada. Exigiré lo nuestro. Lo que estuvieron obligados a darme y nunca me regresaron… El olvido en que nos tuvieron, mi hija, lo cobraré caro.