El sueño del buzo. Entrevista a Aníbal Cristobo
Hace unos años, un amigo me preguntó si conocía a Kriller. Tardé en responder un par de minutos mientras en mi buscador tecleé Kriller. El resultado: un sitio donde un tipo argentino se dedicaba a traducir poesía, a presentar poetas poco conocidos y mostrar su trabajo. A mi amigo le comenté que lo estaba conociendo. Después seguí el rastreo.
¿Qué fue encontrarme con el trabajo de Aníbal Cristobo? Sorpresa y nerviosismo. Poeta difícil de interpretar. Expuesto y reservado. Una línea abierta y la otra cerrada. Después, con obsesión me dediqué a buscar más poemas, entrevistas, recitales; comentarios por aquí y allá. Luego el encuentro entrañable:
Puede suceder áspero una vez cada siglo
Krakatoa podía sostener no más el largo magmático comenzó a romper dejando el océano adentro. 27 de agosto de 1883, temprano casi instantáneamente el agua de mar transformada en vapor sobrecalentado. Ceniza volcánica y ruina alcanzada como lejos al oeste como Madagascar. Otras 300 millas hacia la oscuridad, los soles azules y verdes fueron observados mientras que la ceniza entró muy bien en la estratosfera.
Identifico el lazo cuando sonrío después de leer una línea o un texto completo. El hallazgo del álbum familiar. La poesía de Cristobo oscila entre el hermetismo sentimental, la descripción de la añoranza, la angustia y el golpe en seco:
Toca el agua y dice, me dice: te estoy mirando a vos a vos, me escuchás? Pero no puede verte. No puede verme: tiene los ojos claros, está sentada al borde del estanque, tienen el pelo corto, las dos.
La meticulosidad de este poeta no estorba ni resulta antipática. Uno puede encontrar en su trabajo conversaciones y paisajes apocalípticos, que con un ritmo pausado, algunas veces aletargado invita al lector a verlo todo en cámara lenta. Que no quede duda de cada centímetro. Las partículas de polvo que sólo los gatos pueden ver. Esa es la poesía de Aníbal.
Además de su trabajo como poeta, Cristobo tiene una labor igualmente noble: editar poesía.
En esta ocasión quiero mostrarles la entrevista que realicé a este poeta.
¿Qué es un país?
Múltiples cosas. Iba a decir que generalmente un kit de prejuicios con cierta pretensión de originalidad, pero esa definición también se me puede aplicar a mí.
¿Qué es el bien?
Una equis a la que se le suele asignar el valor que convenga para no entrar en conflicto con los intereses del matemático de turno.
¿Por qué poesía?
Ahora mismo, diría que porque es el género donde mejor se puede tensar la indeterminación del sentido.
¿Utopía o realidad?
Otra escala; la experiencia sensible del deseo en la búsqueda (infinita, pero llena de huellas) de su concreción.
¿Qué es dios?
Probablemente la hipótesis que mayor número de víctimas haya causado.
¿Eres lo que planificaste ser?
Hago algunas de las cosas que me propuse, sí. Pero con el ser no tengo comercio.
¿Quién y cómo es tu mejor amigo?
No sé. Si a los 3 o 4 que me soportan, los que tengo que poner, además, a competir a ver cuál es el mejor…
¿Qué es la izquierda y qué es la derecha?
Una historia de amor imposible y otra de terror hiperrealista.
¿Cuál es el momento de la Historia que consideras más relevante?
Ése en el que no pasa nada, cuando no se puede determinar qué está sucediendo o si sucede.
¿Por qué las fronteras?
Imagino que para oficializar y administrar el flujo con el Otro.
¿Fama?
Hay más riesgo de ella en otras profesiones.
¿Publicar en latinoamérica?
Como poeta sólo he publicado en Argentina y Brasil, y han sido experiencias positivas. Como editor, nuestros libros se publican en España, que es donde vivo.
¿Dices soy del sur?
No. No me interesa prologarme ni excusarme. Y si me cuesta pensar el ser, imagínate el ser de algo o alguien.
¿Eres libre?
Puedo tomar decisiones que son importantes para mí. De hecho, lo hago casi todo el tiempo.
¿Qué es una ciudad?
Aparentemente, han devenido un software con el cual únicamente nos relacionamos como usuarios. Así, los modelos urbanísticos se basan en lanzar nuevas versiones y tienen como finalidad, además de anular la participación comunitaria, desabastecer cualquier discusión posible sobre patrimonio por obsoleta.
¿Qué piensas de la relación entre poesía y política?
Pienso que la política está siempre presente en la poesía, de modos más o menos explícitos o no, pero esa presencia no es recíproca. Entonces creo que no es tanto una relación, en el sentido en el que dos personas se pueden relacionar, sino que se trataría del efecto residual de la política sobre quien escribe, sobre sus sueños, sus deseos, su vida.
¿Cómo opera la memoria en el espacio de lo poético?
Distorsionándolo todo, afortunadamente.
¿Cómo es la figura de un poeta en el presente?
Yo imagino que la figura del poeta es siempre la misma: la de alguien apasionado/obsesionado por ese tipo de escritura y lectura. Después, vestir los estereotipos que se han usado para representar a esa figura o crear nuevos, no aporta nada a la producción, más bien al revés.
¿Qué papel tiene lo poético en la vida cotidiana?
En mi caso, la poesía me plantea la necesidad de buscar permanentemente soluciones creativas, de intentar mover el ángulo desde el cual escribo. Las pocas veces que he creído que conseguía importar ese procedimiento a la vida cotidiana me he sentido reconfortado.
¿Qué pasa con el significado en la poesía, ha cambiado su papel en el presente; es relevante?Hablar de poesía en general implica hablar de demasiadas producciones en particular, que muchas veces tienen poco en común. Particularmente, la poesía que me interesa no cancela ni descarta la cuestión del significado, pero tampoco se mantiene, o no todo el tiempo, en un nivel de representación mimética, sino que juega en el borde de cierta indeterminación, de cierta imposibilidad de circunscribir el texto a una serie de eventos, o incluso a un único evento.
¿La Historia tiene cabida en la poesía? ¿Si es el caso, cómo se da esa relación?
La Historia así con mayúsculas es un campo en el que hay inversores más potentes, que impulsan discursos hegemónicos. Creo que la poesía trabaja justamente desestabilizando esos relatos, mediante la multiplicidad de historias disponibles.
¿Qué es el hogar?
En mi caso, una referencia afectiva, un sitio hecho de personas al que uno busca contribuir mediante su propia temperatura.
¿Qué es la amistad?
Diría que uno de los asuntos privados entre dos personas que menos interés tiene para los demás.
¿Qué es el futuro?
Un punto en el que esto ya no existe.
¿Eres feliz?
La felicidad es algo casi inevitable.
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Aníbal Cristobo (Lanus, Buenos Aires, 1971) vivió en Río de Janeiro, Brasil, entre 1996 y 2001, donde publicó Teste da Iguana (1997) y Jet-lag (2002). Obtuvo una beca de la Fundación Antorchas por su libro Krill (2002). Desde 2002 radica en Barcelona. Sus últimas obras están publicadas en formato digital: Deutschkurs (2008) y Krillsongs: en vivo en Berlín (2007). Actualmente dirige el sello editorial independiente Kriller71 Ediciones, la cual se dedica a publicar y traducir a poetas jóvenes.