El fact check y su necesaria popularidad
¿Qué es el fact check y con qué se come?
Siempre que digo que soy periodista de fact check recibo, ineludiblemente, la pregunta más emocionante de mi vida: “¿Y eso qué es?” Me emociona por dos razones. La primera es que me dedico a algo que me apasiona: saber historias y contarlas, aunque no sin antes asegurarme de que son verdad; la segunda es que encuentro una oportunidad para desmitificar al periodismo; un oficio que en los últimos años se ha vuelto tabú y enemigo mortal de muchas cúpulas.
Los datos al respecto son muy interesantes. De acuerdo con la encuesta Ipsos, en 2018 el 72% de las personas encuestadas en México se consideraba capaz de detectar una noticia falsa, mientras sólo el 44% consideró que los demás miembros de la sociedad podrían hacerlo.1
A pesar del optimismo, luego de un análisis de la Universidad de Míchigan tras el desarrollo de una inteligencia artificial que detectaba noticias falsas con una efectividad de 76%, se supo que las personas sólo acertaban en el 50% de los casos. “Daría igual que lo hicieran al azar”, ironizaba el periódico español elDiario.es.2
En esto coincide la firma Kaspersky, quienen 2020 encontró que, en promedio, el 70% de las personas en Latinoamérica no sabe cómo detectar una noticia falsa. En México la cifra es del 66%. “La investigación mostró también que el 16% de los consultados desconoce por completo este término; aspecto que parece guardar grandes similitudes con otros países latinoamericanos como Perú , en donde un 47% afirma no saber a qué se refiere el concepto.
En contraste, quienes están más familiarizados con esta expresión son los brasileños, con solo un 2% que dice ignorar lo que es una fake news”. Otra preocupación es que a la gente le gusta tener la razón, sin importar si la información es cierta o no, y por ello contribuyen a la desinformación. “Contrario a la creencia convencional, los robots aceleran la difusión de noticias falsas y verdaderas por igual, lo que implica que las noticias falsas se viralizaron más que las verdaderas porque los humanos, no las máquinas, son más propensos a difundirlas”, dice un estudio publicado en 2018 en la revista Science.
Es decir: si bien sucesos como el Facebook Papers nos hacen pensar que todo es culpa del algoritmo, buena parte de la responsabilidad sobre las fake news es humana. Desde su creación hasta su difusión viral.
El botón de las noticias falsas
Es innegable la necesidad de un botón para denunciar noticias falsas en redes sociales, porque aun cuando Facebook tiene equipos o alianzas de verificación en prácticamente todo el mundo, muchas veces estas son clasificadas por los usuarios como spam al no existir un apartado que claramente diga “Esta información es falsa o engañosa”, lo que en realidad no da una magnitud ni clasificación correcta.
De acuerdo con el Servicio de Ayuda de Facebook: “el spam implica ponerse en contacto con otras personas con contenido o solicitudes no deseados. Este término engloba el envío de mensajes en masa, la publicación excesiva de enlaces o imágenes en las biografías de otras personas y el envío de solicitudes de amistad a personas que no conoces”. Ninguna de estas definiciones incluye la publicación, intencional o accidental, de información errónea.
Sin embargo, la red social principal de Meta Inc. etiqueta las informaciones falsas brindando links a la verificación realizada por (personal) independiente que forma parte de la Red Internacional de Verificadores de Datos (IFCN, por sus siglas en inglés).
“Cada vez que un verificador de datos califica un contenido como erróneo en nuestras plataformas, reducimos de forma significativa su distribución para que menos personas lo vean, lo etiquetamos como tal y notificamos a las personas que intentan compartirlo”, explican en la página del Facebook Journalism Program del que forma parte el Programa de Verificación Independiente.
Twitter, otro titán social, tampoco tiene una forma directa para la clasificación de noticias falsas sino que sólo ofrece la categoría Es spam entre sus opciones de denuncia. En un esfuerzo por combatir la desinformación, la plataforma invita a leer artículos antes de compartirlos al momento en el que una persona usuaria da retweet. Esto no aplica para imágenes o texto, solamente en links.
En el caso de esta red social, quedan por ahí los intentos reiterados de la actriz y cantante Patricia Navidad por volver a usarla luego de que su cuenta fue suspendida permanentemente al difundir información falsa sobre la vacunación y la COVID19. “No soy mala, no le hago daño a nadie”, repite incansablemente para aparentar que su bloqueo en Twitter se debió a un tema de odio y no a la desinformación que provocaba.
Tema aparte son las aplicaciones de mensajería privada como WhatsApp o Telegram, en donde no existe control alguno de la información que se comparte ni sobre la viralidad que puede alcanzar gracias a la difusión masiva en grupos y canales.
Falsos verificadores
Otro aspecto que también llama mucho la atención son las personas que se hacen pasar por verificadores, sea para “desmentir” información que les afecta —pero que no es falsa— o para engañar, y que podemos encontrar en todo tipo de plataformas y en todo tipo de ámbitos.
Los tiempos convulsos en los que vivimos han demostrado la necesidad imperiosa de que la información difundida por medios de comunicación y autoridades sea real, precisa y verificable. Es vital que las instancias involucradas asuman esa responsabilidad y se comprometan con la verdad.
En los últimos años el tema central de la verificación del discurso ha sido la vacunación y la COVID19, por su gravedad y las implicaciones que tendría el hecho de caer en informaciones falsas. Esa es la importancia del fact check: ¿Qué puede pasar, por ejemplo, si alguien cree que bebiendo cloro puede evitar infectarse de SARS-CoV-2?
Las consecuencias en este caso podrían ser devastadoras, pero igual de peligroso resulta que un medio o autoridades den información engañosa sobre aumentos de precios en la canasta básica o un accidente mayor, como la tragedia del Metro de la Ciudad de México en 2021 o los terremotos de septiembre de 2017.
Guía breve para combatir la desinformación
La clave para combatir la desinformación es preguntarnos la veracidad de algo antes de compartirlo: revisa la fuente, consulta en Google la información. Si está ya fue desmentida, encontrarás la verificación realizada por algún fact checker en el mundo.
A nivel internacional existen diversos medios especializados en verificación de datos. México no se queda atrás: en el norte del país está Verificado MX, una de las iniciativas más representativas al respecto. También es posible encontrar importantes trabajos en El Sabueso de Animal Político.
Medios internacionales como The Associated Press (AP), Reuters, Al Jazeera (AJ+) y la Agence France-Presse (AFP) tienen operaciones en México y publican chequeos en español. En el caso de AFP, puedes solicitar verificaciones a través de su bot en WhatsApp, lo mismo que con Verificado MX.
También puedes confiar en textos de medios adheridos a The Trust Project, iniciativa internacional que hace énfasis en la veracidad y precisión en los medios de comunicación y las audiencias, quienes pueden firmar la promesa: Prometo apoyar la democracia, luchar contra la desinformación y comprobar quién y qué hay detrás de una noticia antes de compartirla en las redes sociales.
Al igual que la IFCN, The Trust Project insta a las redacciones a la transparencia en sus fuentes de financiamiento y propietarios para que las audiencias afiancen en esto su credibilidad. La forma más frontal de combatir la desinformación es dar la mayor difusión posible a la información clara, precisa y verificable.
- «Más de 6 de cada 10 personas se cree capaz de identificar “fake news”, según estudio», France 24 (AFP), Francia, 2018. Rescatado el 2 de enero de 2022 de https://www.france24.com/es/20180907-mas-de-6-de-cada-10-personas-se-cree-capaz-de-identificar-fake-news-segun-estudio
- Pescador, Darío, «Por qué la gente se cree las ‘fake news’», elDiario.es, España, 2019. Rescatado el 2 de enero de https://www.eldiario.es/comoyporque/gente-cree-fake-news_1_1243255.html