Tierra Adentro

La literatura escrita por jóvenes está en ascenso; sin embargo, en los esfuerzos por promoverla, muy pocas personas creen en estos escritores antes de que obtengan becas y premios. Colectivo Resortera, en Nuevo León, es una iniciativa que promueve y orienta a noveles escritores menores de veintiún años que, de otra forma, podrían abandonar su camino artístico.

 

El escritor novel debe combatir contra su estereotipo. No es fácil convencer a los incrédulos de que escribir no es un capricho pasajero, sino una búsqueda estética genuina. Se tocan varias puertas, pero pocos apuestan por los jóvenes: no tienen premios ni publicaciones, no los avalan los membretes académicos, y fuera de certámenes, becas o espacios locales o institucionales, su nombre es desconocido. Antes del primer libro, del galardón nacional, de la revista literaria, de la fundación o de la escuela de escritores, es necesario un espacio iniciático, casi místico, donde el joven escriba para tomar confianza. Los muchachos necesitan un primer impulso, un aventón: una resortera.

Efrén Ordóñez y Carlos Calles se conocieron en un campamento para escritores. No tardaron en hallar puntos de encuentro. Ambos eran regiomontanos, amantes del futbol, del cine y profesores de literatura a nivel preparatoria. Coincidieron en que sabían de jóvenes noveles extraordinarios que, con el tiempo, por falta de apoyo, dejarían de escribir. Así nació en Monterrey el Colectivo Resortera, una iniciativa para motivar y promover la escritura entre muchachos de hasta veintiún años. El proyecto comenzó en diciembre de 2013 con una convocatoria para dictaminar y compartir textos de distintos géneros (narrativa, poesía, ensayo, crónica). “De los trabajos que recibimos desde el lanzamiento de esta convocatoria hasta el momento de decidir cuáles publicaríamos primero —menciona Carlos Calles—, elegimos aquellos que pedían una publicación urgente, por su calidad. Tomamos la decisión de arrancar con unos cuantos, pero la publicación se abre al aumento de textos periódicamente, sin fecha de cierre”.

El equipo del Colectivo Resortera en la entrega de reconocimientos del Concurso de Minicuento Juvenil.

El equipo del Colectivo Resortera en la entrega de reconocimientos del Concurso de Minicuento Juvenil.

 

A este primer esfuerzo siguió la presentación del incentivo en diferentes instituciones académicas como el Tecnológico de Monterrey, en ferias culturales (como la que celebra el Consejo de las Artes de Monterrey) y en el periódico regiomontano El Norte. También se amplió la labor de difusión en redes sociales. Más tarde, gracias a una nutrida recepción de textos, se creó la revista electrónica Resortera, donde, además de la creación joven, se publican entrevistas a escritores consolidados, así como consejos para escribir de autores como Hemingway, Carpentier o Zadie Smith. Incluye un blog donde Erick Vázquez, autor de La naturaleza de la memoria, publica “Cultura en la provincia”, su columna semanal. Resortera se ha interesado en la recepción de nuevos géneros literarios, como el guión cinematográfico o la reseña de libros o eventos. Además, en el apartado de la página Pie forzado, los jóvenes pueden encontrar un taller de creación literaria en línea donde se proponen distintos ejercicios, como escribir un párrafo a partir de una pintura, desarrollar una anécdota preestablecida (“un hombre y una mujer discuten en un bar; un hombre los observa desde la barra; es verano y llueve”), o elaborar textos inspirados en parejas de palabras (“desayuno” y “desnudo”, por ejemplo). Esto se complementa con una pequeña base de datos (Ligas) con hipervínculos a diccionarios (Real Academia Española), centros de sugerencias para escritores (Creative Writers Prompts, Writing Forums, Escritores.org) y revistas literarias (Letras Libres). Se espera que en un futuro existan colaboraciones que hibriden la literatura con los nuevos medios (fotografía, video, artes visuales).

En los últimos meses, Resortera ha trabajado en dos empresas: un Concurso de Minicuento Juvenil cuya convocatoria cerró el primero de marzo, en el cual se aceptaron cuentos de una cuartilla, premiados con su publicación y con descuentos en librerías; y la edición de Antología Resortera 2014. Este volumen pretende ser un esfuerzo anual que contenga los mejores textos juveniles de la revista en línea. La primera edición, que saldrá de imprenta el próximo noviembre bajo el sello de la Casa Universitaria del Libro (Universidad Autónoma de Nuevo León), cuenta con el apoyo de los escritores Margarito Cuéllar y José Garza, y se presentará en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y en la de Minería del Distrito Federal, así como en la Feria del Libro de Monterrey. El volumen reunirá la participación de seis cuentistas, seis poetas y tres cronistas, a quienes ya se les notificó su selección.

TA198_interiores_IMPRENTA-172

La labor de Colectivo Resortera no se limita a la promoción de su propio material, sino que es también un foro donde se comparte, tanto en la sección de la página web Otras Voces como en redes sociales, información sobre revistas y convocatorias de interés para los jóvenes, así como reportajes que explican otras iniciativas parecidas, como Proyecto Y: avanzada del desencanto, una colección de doce libros de escritores de entre veinte y treinta años en la que figuran Fabián Cuéllar y Karen Villeda, reseñada por Fernanda Reinert.

Con el afán de mantener y ampliar su red de colaboradores, Resortera cuenta con el apoyo de la editorial internacional Edebé, de la editora independiente y artesanal regiomontana An.Alfa.Beta, de la librería gráfica Libros Tontos, dedicada al cómic, y de la cadena de librerías Book Shop, especializada en contenido infantil y juvenil.

Además de gestor cultural y promotor literario, Colectivo Resortera funciona como producto y referente juvenil. El diseño de su página de internet, elaborado por Pienso Web, es fresco, atractivo y amigable; permite la retroalimentación de sus usuarios desde las redes sociales y actualiza constantemente sus recursos, noticias y contenidos. La intención de este colectivo es ponderar la dedicación y el respeto al oficio del escritor por encima de la bohemia. “Tal vez los textos no son los de escritores consumados ni dueños totales de su arte, pero sí propuestas de jóvenes que han leído bastante literatura, escrito, pulido y reescrito sus textos, y que merecen escucharse”, destaca Carlos Calles. Lejos de ser una fuente incontrolable de escritores, Resortera desea, en el futuro, volverse un centro efectivo de educación para el escritor en ciernes. Un equilibrio entre la oportunidad y la dedicación. La unión entre literatura y juventud.