Tierra Adentro
Ilustración de Herenia González

En México, las literaturas indígenas contemporáneas han tenido un despliegue amplio gracias a la participación de jóvenes poetas que no solo conocen a su comunidad, sino que han reflexionado a partir de sus experiencias artísticas dentro y fuera del país. Estas escritoras han encontrado particularmente en la poesía escrita en sus propias lenguas, la posibilidad de expresarse estéticamente y subvertir el canon literario occidental. No obstante, su poesía es bilingüe, escrita en lengua indígena y en español.

Una escritura que constantemente está en tensión entre estos dos mundos. Esta tensión también posibilita la articulación y construcción de identidades diversas e intercambios lingüísticos. Así la emergencia de la poesía escrita en tsotsil, tseltal, ch’ol y zoque entre las doce lenguas de origen mayense y que registran un mayor número de hablantes en el estado de Chiapas[1], es una muestra de la vitalidad de las propias lenguas y del posicionamiento de las mujeres indígenas del sureste en el ámbito de las letras mexicanas.

En uno de los más recientes títulos Lenguas Madre. Antología Poética en Lenguas Mexicanas, Boaventura de Sousa Santos introduce magistralmente, con las líneas que aquí reproduzco, la riqueza de la poesía mexicana gracias a su diversidad cultural y lingüística:

“Es el México que busca sus raíces más profundas para fundar en ellas nuevas y más ricas opciones de vida cultural, social y política. Y estas raíces anidan en las muchas lenguas que habitan las montañas y los valles, las calles y las casas de este gran país. Solo esas lenguas, tantas veces amenazadas por el asimilacionismo monocultural del eurocentrismo, permiten expresar la riqueza de la poesía mexicana. Las poetas y los poetas indígenas toman la palabra con elocuencia que la traducción en español tan sólo permite entrever. Es particularmente hermoso el modo en el que emergen temas tan diversos como la Madre Tierra, que los occidentales llaman naturaleza, el territorio, las abuelas, la historia de la opresión colonial y el robo de la riqueza material y cultural que significó”. (2019:2)

 

En este sentido, el idioma es uno de los pilares identitarios de las comunidades y pueblos indígenas; la búsqueda por recuperar narrativas en sus propios términos ha sido constante en su poesía, como lo describen los versos de O’Lol Jme’Tik = Luna creciente de Enriqueta Lunez (San Juan Chamula, Chis., 1981), poeta tsotsil, que escribe: “Ta sbek’ jsat nak’al kimem sbi jyaya = En mis ojos se esconde el nombre de mi abuela/ta jchikin lo’il maxiletik = en mis oídos los cuentos/ta sjob ke smantal me’el-moletik = en mi boca los consejos […] /ta spa’ ch’ om kok komem ti banomil mu xtuch ta yo’one = en las plantas de mis pies, la tierra que ella amó” (2013:14-15). Gracias a la conciencia de esta herencia lingüística y cultural, las “abuelas” toman un lugar simbólico desde donde se enuncia el origen. Se convertirán en las portadoras de la lengua y de los conocimientos ancestrales: mujeres-curanderas, mujeres-rezanderas, mujeres-tejedoras, mujeres-molenderas. Dadoras de sabiduría y espiritualidad. Mujeres que entretejerán junto a sus hijas y nietas los procesos de socialización, del mantenimiento y la resistencia lingüística.

 

Ayinem bit’il sut-sut ik’ Llevo arremolinado
ta yolil jbak’etal en el centro de mi cuerpo
te stalel skuxlejal bats’il ants tseltal: mi raíz de mujer maya-tseltal
St’ot0owil jbejk’ ajel. cicatriz de mi nacimiento.
Kolil Mi centro
Adriana López (Ocosingo, Chis. 1982), poeta tseltal (2019:81-82)

 

Los conjuros son construcciones verbales que invocan a una divinidad para intervenir por la persona que lo solicita y tiene un carácter ritual, que si bien provienen de la tradición oral, no se contraponen a la escritura, por el contrario, coexisten y se enriquecen mutuamente. Existe la necesidad de escribir y conocer la historia, la costumbre desde el interior, desde la forma en cómo los hombres y las mujeres de las comunidades y pueblos las conciben y no desde afuera, como comúnmente se ha dado a través de la visión antropológica.

Palabra conjurada (cinco voces, cinco cantos) (1999), es una antología fundacional que tanto escritores como estudiosos de estas literaturas han reconocido como punto de arranque en las historias literarias en tsotsil, tseltal y ch’ol. Esta antología reúne narraciones y poemas escritos en la lengua de cada autor y en español de Josías López K’ana (Paraje Cholol, Oxhuc, Chis., 1959), tseltal; Nicolás Huet Bautista (Huixtán, Chis.), tsotsil; Juana Karen Peñate Montejo (Tumbalá, Chis. 1977), ch’ol; Ruperta Bautista Vázquez (San Cristóbal de las Casas, 1975), tsotsil y Enrique Pérez López (Chenalhó, Chis. 1964), tsotsil. Fruto de un proyecto integrado por un diplomado en Creación Literaria (1997-1998) y talleres literarios y de promoción a la lectura dirigidos por José Antonio Reyes Matamoros (Cd. de Méx., 1960 – San Cristóbal de las Casas, Chis., 2010), extraordinario impulsor y promotor literario. Fundador del Espacio Cultural Jaime Sabines “Los amorosos” en San Cristóbal de las Casas, sitio que albergó a poetas, pintores y escultores indígenas en ciernes durante varias décadas.

En las secciones poéticas Kabäl xtyañob = Tantos poetas de Juana Karen Peñate Montejo y Lunex ti Ch’enalo = Lunes en el pozo de Ruperta Bautista Vázquez; se aprecia la visión crítica de ambas poetas acerca de la masacre de Acteal, municipio de Chenalhó, perpetrada por paramilitares en 1997. Y años antes, el movimiento zapatista (1994) repercutió en las diferentes manifestaciones artísticas: la música, la pintura y las letras. El arte de los pueblos indígenas aparece en los distintos horizontes de luchas y resistencias.

.Ka’bäl xty’añob u’bibil kcha’añ Tantos poetas he escuchado
tyi k’äk’al kbajñelil, entre las llamas de mi soledad,
jiñi il’ay kpusik’al que las notas de mi alma
ma’añik mi’ ch’ämbeñ isum no comprenden aún
chukoch jiñi bäl’tyaläl porqué la vida lucha
letyojibil tyi joy ñup’ul. encerrada en los fierros del universo.
[…] […]
Tyi yambä säk’añ A la mañana siguiente
ch’ijiyem tsa’ku’bi escucho melancólica
xty’añ ch’oyolbä tyi Aktyal a un poeta de Acteal
tsa’ isubu: y exclama:
“Yujtyibal kpañumil”. “El fin de mi mundo”
 
¿Chukoch? ¿Por qué?
Juana Karen Peñate Montejo (2012:42-43)

 

[…] […]
Ti buch’u lek yo’ntonike, a’stijik jbael ti ti’mukenale Los inocentes tocan al portón de la tumba
k’ okbatik snuk’ik yu’un smantal ti jk’ulejetike, degollados por el testamento dominador,
chanavik ta pixbil ch’ixal lumetik caminan en el suelo cubierto de espinas
xchi’uk sujbilal milel la staike. con su muerte obligada.
Lunex ti Ch’enalo’ Lunes en el pozo
Ruperta Bautista (2012:54-56)

 

“¿Qué tan conscientes eran quienes fueron convocados para formar esta Palabra conjurada sobre el panorama que abría con el propósito de definir un quehacer cuya solidez no dependía más que sus propias capacidades?”, preguntaba Carlos Gutiérrez Alfonzo en su texto de presentación para la segunda edición (2012:10). A dos décadas de distancia, se puede afirmar que cada uno de los autores y los que se han ido sumando en el camino, han contribuido con sus obras a sentar las bases para la conformación de campos literarios específicos en sus lenguas.

En este escenario, las mujeres indígenas han logrado un posicionamiento como creadoras artísticas en un contexto que va de lo local a lo global, ejemplo es la reciente distinción a Juana Karen Peñate Montejo como ganadora del Premio de Literaturas Indígenas de América, PLIA, 2020 con el título “Isoñil ja’al” = “Danza de la lluvia”, obra elegida entre 60 poemarios bilingües (lengua indígena y español) escritos en 17 lenguas indígenas de México y 9 de Argentina, Bolivia, Colombia, Guatemala y Perú.

“Como pueblos indígenas se nos consideraba como parte del retroceso de un país y se nos está dando la oportunidad de demostrar que las mujeres podemos aportar mucho […]. Hemos caminado muchísimo, hemos trabajado para alcanzar un espacio en el ámbito nacional e internacional”. (Peñate:2020)

 

En las palabras de agradecimiento, la poeta ch’ol dedicó este reconocimiento a los pueblos indígenas que sufren del despojo de sus territorios y de violencia. Y es que la poesía se ha convertido en un arma de denuncia frente a los atropellos que ejerce el Estado mexicano: la presencia de paramilitares actualmente en las fronteras de los municipios de Aldama y Chenalhó en Chiapas, trasgreden y aniquilan la vida comunitaria; la existencia de comunidades desplazadas en medio de la inseguridad y los megaproyectos mineros e hidroeléctricos que afectan la vida económica y destruyen la “Madre Tierra”.

Otra de las poetas que ha denunciado esta problemática es Mikeas Sánchez (Chapultenango, Chis., 1980), quien  se ha convertido en referente de la poesía y la narrativa en lengua zoque; obtuvo el Premio Estatal de Poesía Indígena Pat O’tan en 2004 y el Premio de Narrativa Y el Bolóm dice… en 2005. Desde hace cinco años vive en la comunidad Tujsübajk en Chapultenango, Chiapas. Gracias a su alto compromiso social, viajó a Roma para recibir a nombre de su comunidad y de la organización de activistas Lucha del Movimiento Zoque en Defensa de la Vida y de la Tierra (Zodevite), el “Premio Internacional de la Paz” en 2017, otorgado por Pax Christi. Reconocimiento por la defensa de sus bosques, sus tierras y el agua en Chiapas (Nancy Flores: 2017).

Nuevas voces, nuevas generaciones se van sumando como las poetas tsosiles Angelina Suyul (Nació en Suyul y creció en Las Ollas, San Juan Chamula, Chis. 1984), autora de Ta jk’ak’al tana antsetik = Mujeres de mi presente. También colaboró en el libro colectivo Sbel sjol yo’nton il’ = Memoria del viento. Becaria del FONCA en dos ediciones 2012-2013 y 2017-2018; y Susi Bentzulul (San Cristóbal de las Casas, Chis. 1995), estudió Lengua y Cultura en la Universidad Intercultural de Chiapas y cursa la maestría en Estudios e Intervención Feministas en el Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica (CESMECA) y también ha sido becaria del FONCA en la edición 2019-2020, en sus temáticas cuestiona el papel de la mujer dentro de su propia comunidad y la violencia de género.

Así, las mujeres poetas en lenguas indígenas aportan con su obra, una lucha en particular: la defensa de sus derechos culturales y lingüísticos al emplear sus lenguas como resistencia ante la hegemonía lingüística del español y en su escritura legitiman su pasado ancestral, fuente de su creación, de polifonías y multitextualidades.

 

REFERENCIAS

Bautista, R. (2014). Xojobal Jalob te’ = Telar luminario. Tsotsil = español. Ilus. de Álvaro Figueroa. México, Pluralia, CONACULTA.

 

De Sousa Santos, B. (2019). Introducción. En Lenguas Madre. Antología poética en lenguas mexicanas. México, Secretaría de Cultura, Amigaos del IAGO y la Maquinucha ediciones.

 

Flores,  N. (2017, 30 octubre). Por despojos, zoques se involucran por primera vez en protesta social en Contralinea.com.mx Recuperado de http:// https://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/2017/10/30/despojos-zoques-se-involucran-primera-vez-protesta-social/

 

Karen, J. (2013). Ipuskik’al Matye’lum = Corazón de la selva. Ch’ol = español. Ilus. de Natalia Gurovich. México, Pluralia, CONACULTA.

 

López, Adriana. (2019). “Kolil” = “Mi centro”. Tseltal = español. En Martín Tonalmeyotl (compilador). Flor de siete pétalos. Espina florida de siete poetas mexicanas (pp. 81-82). México, Ediciones del espejo somos.

 

López K’ana, Josías, Juana Karen Peñate, Ruperta Bautista Vázquez, Nicolás Huet Bautista y Enrique Pérez López. (2012). Palabra conjurada (cinco voces, cinco cantos), Colección Ts’ib-jaye. Textos de los pueblos originarios. San Cristóbal de las Casas, CELALI.

 

Lunez, E. (2013). Sk’eoj Jme’tik u = Corazón de luna. Tsotsil = español. Ilus. de Joel Rendón. México, Pluralia, CONACULTA.

 

Saavedra, V. (2020, 18 septiembre). Juana Peñate ganó el Premio de Literaturas Indígenas de América en El Occidental, recuperado de https://www.eloccidental.com.mx/cultura/literatura/noticias-juana-penate-premio-de-literaturas-indigenas-de-latinoamerica-5775092.html

 

Sánchez, M. (2013). Mojk’jäyä-mokaya. Zoque = español. Ilus. de Paloma Díaz Abreu. México, Pluralia, CONACULTA.

[1] La lengua es el indicador central utilizado en la clasificación étnica de la población indígena. De acuerdo al Catálogo de las Lenguas Indígenas Nacionales (INALI, 2008), existen 11 familias lingüísticas, 68 lenguas indígenas y 364 variantes lingüísticas en México. Las autodenominaciones para las lenguas tsotsil, tseltal, ch’ol y zoque, son bats’i k’op, bats’il k’op, lakty’añ y ore respectivamente.