Tierra Adentro
Ilustración de Jimmy Liao para ¿Verdad o mentira?

Realizar una acción por primera vez suele implicar un ejercicio de confianza. Acabo de mirar un video de mis primeros pasos: el sol pegaba fuerte y yo me caía una y otra vez. Hace pocos meses presencié los primeros pasos independientes de alguien. Al principio esta pequeña persona confiaba en quien le ayudaba a mantener el equilibrio y la sostenía, pero esta confianza inicial tuvo que romperse para que los primeros pasos sucedieran en solitario. Pensé que crecer probablemente se trate justo de eso: dejar de confiar en otros para empezar a actuar solos. Lo que podría parecer un perjuicio o malas intenciones puede convertirse en protección, una suerte de inmunización ante un futuro sinuoso. Estas traiciones implican transformación y dan una nueva perspectiva del mundo. Una visión informada respecto a los riesgos.

¿Verdad o mentira?, una obra de Jimmy Liao publicada por Barbara Fiore Editora en 2015, plantea la posibilidad de que aquellas cosas que de niños se toman como ciertas se vuelven mentira cuando crecemos, en específico cuando nos convertimos en adultos. Esas verdades se vuelven, con el paso del tiempo, en traiciones explícitas hacia todo aquello en lo que se había creído antes. En ese sentido, todo parecería indicar que crecer es traicionar y traicionarse, que los adultos son los poseedores de esta terrible capacidad. Verdades que en otro contexto podrían iluminar un camino, aquí lo oscurecen. Este imaginario no se construye sólo a partir de este ejemplo, basta pensar de pasada en los cuentos clásicos para encontrarlo; el lobo traiciona a Caperucita dándole indicaciones erróneas, la bruja les hace creer a Hansel y Gretel que los está alimentando de buena fe.

El papel del niño: el que cree; el del adulto: el que engaña. A partir de ese binomio se le han asignado una serie de valores a cada etapa de la vida y algunos parecerían “villanizarse” conforme el tiempo los atraviesa. Ese papel no es así de simple, quizá es parte de un proceso “natural”, pasarse una estafeta: ser mayor para traicionar y hacer crecer a otros. Quien impulsa estos procesos de algún modo se sacrifica, se convierte en un villano cruel en beneficio de otro. En la adolescencia los peores enemigos son los padres, ellos son los represores por excelencia, los transmisores de las “verdades sociales” que, por desgracia, terminamos asimilando como normas. El daño del tiempo siempre es irreversible.

Esta obra, ilustrada por el autor, da un giro a lo que se entiende como verdad. Mediante frases cortas legitima como verdades algunas aseveraciones que en otro contexto serían tomadas como falsas, incorrectas o insolentes. “Evadirse de la realidad es verdad. Enfrentarse a uno mismo, mentira” señala en una de las páginas, cuestionando así el statu quo. Liao toma como ciertos los sentimientos más profundos, ignora todo lo que se ha dicho; las frases hechas y los lugares comunes respecto a cómo actuar ante crisis o situaciones específicas. Para él es más real la forma en la que se percibe el mundo desde las emociones, la mentira radica en querer explicarlo, traicionar a la percepción y solucionarlo desde lo pragmático.

Por desgracia, crecer y pasar al mundo mentiras, que es el más “informado”, es inevitable. El entorno nos lastima y pronto dejamos de creer en otras posibilidades. Las traiciones nos enseñan a conocer un mundo hostil, a saber que el exterior es violento y que debemos protegernos para convertirnos en uno de ellos.