Cinco preguntas sobre la crónica
En el número de octubre de Tierra Adentro publicamos una interesante conversación entre Juan Villoro y Alma Guillermoprieto sobre el periodismo narrativo. Revista Paco, por su parte, publica un texto de Nicolás Mavrakis sobre los límites de la crónica, que bien puede servir de contrapunto a esta conversación:
¿Qué significa que la crónica trate con la verdad? ¿Qué es la verdad? ¿La crónica no es un desprendimiento del periodismo con pretensiones estetizantes? ¿Su radio de acción y trabajo no son los hechos? ¿La verdad y los hechos son conceptos isomorfos? ¿A un periodista le interesa la verdad o le interesan los hechos? En tal caso, ¿por qué un género como la crónica se considera más cercano a laverdad que, por ejemplo, la novela, un género que trata sobre “algo que no está sucediendo”, como dice Martin Amis?
Como crítico —es decir, como alguien obligado ante lo dado a establecer relaciones—, la pregunta sobre la verdad y los hechos es importante para preguntarse sobre el valor y la función de la crónica como género y discurso ahora. ¿Cómo funciona esa relación identitaria y naturalizada casi al paso, en general cómodamente incuestionada, entre la verdad y los hechos? Hoy no hace falta ser periodista para que la idea de una identidad sin fronteras entre la verdad y los hechos provoque una risa cínica, o al menos un reservado pudor.
El resto del texto en Revista Paco.