Ese muchacho veinteañero que fue El pobrecito señor X cumple cuatro décadas, pero sigue sin volverse un cuarentón, ¿será que es tan descarriado, malcriado o malmandado que a nadie responde y menos al paso del tiempo? Aventuro algunas generalidades: ese apesadumbrado Señor Equis es un post-Efraín Huerta; ambos comparten el asombro frente a lo inmediato, el humor ácido, la ironía y una ciudad para desconocerse entre sus personajes y, por supuesto, esa infatuación terrible que faulea la mente y «las regiones sagradas» —para decirlo con las palabras del ducho Cocodrilo— llamada calentura, sólo que atajarse de la calentura es más terrible debajo de la sombra de la Nueva Galicia.