Tierra Adentro
Trolebús El Foro

En mi texto de hace unas semanas hablé de mi preocupación por la desaparición del Trolebús La Nave y por la falta de información al respecto.

En estos días comenzó a circular una petición  para juntar firmas y recuperar otro espacio, ahora el del Trolebús El Foro, ubicado en Guanajuato y Orizaba, en la colonia Roma, de la ciudad de México.

Ante este panorama desalentador, aproveché el momento y platiqué con Judith Inda, responsable del trole para aclarar un poco qué es lo que pasa con estos espacios alternativos para difundir el teatro.

¿Cómo empiezó la problemática con la delegación? 

Cuando el actual subdirector de Fomento y Promoción Cultural,  nos comentó que estamos cobrando, y que haciendo cuentas sacamos como 90 mil pesos al mes.

Esto es una falacia, porque la entrada a todo lo que se hace en el Trolebús El Foro es gratuita, pueden preguntar a todos y cada uno de los que han pasado por este espacio como creadores y asistentes. Sabía perfectamente que no lo hacíamos, porque nos presentamos ante él con el proyecto desde que entró a su puesto.

Fuimos nosotros los que lo buscamos, él nunca se acercó, platicamos acerca de la problemática de no cobrar, de nuestras estrategias como equipo de trabajo para meter becas y así generar incentivos para los grupos y mantener la gratuidad. El respondió diciendo que teníamos todo su apoyo, que le parecía genial porque él también es un artista.  En Trolebús El Foro no se les cobra a los artistas, talleristas, ni público asistente.

Esto se  puede comprobar entrando a nuestra página de Facebook Trolebús El Foro. Ninguno de los del equipo de trabajo cobramos un peso a nadie, al contrario, terminamos poniendo de nuestra bolsa para el mantenimiento del espacio.

De los proyectos Trole en activo, Trolebús El Foro es el único con una mujer como curadora.

Con el subdirector empezamos bien, pero a lo largo de los meses fue cambiando su actitud, de  entre todos los responsables de los troles,  a la que llamaba era a mí, a la que amenaza con cerrar es a mí  y  a la que le llamaba para que le llevara las llaves a su oficina en ese momento o en los horarios que él quería, era a mí.  Llamadas que yo no podía atender porque estaba en ensayo o impartiendo clase.  Lo cual es curioso, porque  si yo me ponía en contacto con otro de los responsables de los troles para preguntar si también les decía y hacía lo mismo o era sólo a las mujeres, de hecho me comentaban que con ellos era muy amable.

El funcionario comentó en una reunión,  que la delegación se iba a hacer cargo del trole y que estaba la posibilidad de cederlo a la Universidad Londres para que lo utilizara, rompiendo así toda posibilidad de continuidad del proyecto y de perder  un espacio que después de estar abandonado, se rescató, limpió y reactivó desde y para la comunidad,  sin el apoyo de las autoridades.

Y ahora ya que se ha generado un público y es conocido por varios artistas recién egresados, como una posibilidad de mostrar y probar su trabajo,  en lugar de darle continuidad con otro colectivo de artistas independientes, se lo pretenden dar a particulares.

¿Cuál es el motivo específico que se argumentó para llevarse el trolebús de su ubicación?

No hubo tal. Sólo una llamada para decirme que las autoridades habían dado la orden de llevárselo ese mismo día; que sacáramos nuestras cosas. Además, se dijo que  ya me habían advertido que pusiéramos las cosas en regla.

Cuando pregunté cuál era el motivo que daban, la llamada se “cortó” y al tratar de ponerme en contacto, me decía que el teléfono estaba fuera del área de servicio o se encontraba apagado. Esto sucedió el martes 19 de noviembre de este año, a las 2:15 de la tarde.

Lo que no entiendo y no tiene lógica, es que el sábado 23 de noviembre se inauguró el trole que está al otro lado de la misma plaza donde estamos nosotros ubicados. ¿Entonces cuáles son sus lógicas para quitar o poner?

¿Cómo se han dado las negociaciones con las autoridades correspondientes?

Las pláticas posteriores fueron directamente con el director general de cultura, quien sólo tenía la versión de que cobrábamos en el trolebús.

Al explicarle la situación, llegamos al acuerdo de que nos dejarían terminar con nuestra programación en el  Trolebús El Foro y Trolebús Doble Vida hasta diciembre de este año. También ver la posibilidad se seguir, ya fuera con nosotros  o con otros grupos, pero sin perder la esencia de los proyectos y la gestión cultural.

Sin embargo, nos llamaron ese martes para pedir que desocupáramos.

Mencionaron darlo a la Universidad Londres ¿Lo han vuelto a plantear como una posibilidad? ¿Se le tiene destinado un uso diferente al trolebús? ¿Lo quieren reubicar o simplemente desaparecer?

No dicen nada. Si se lo llevan ¿A dónde? ¿A un corralón? ¿A un lote?  ¿Ya hay un grupo que lo manejaría? ¡Si es así, genial!

Pero a nosotros como comunidad y sociedad civil no nos dicen nada.  El que estaba en el Parque México ya se lo llevaron, literal, se lo llevaron, ¿A dónde? Es un espacio que ya se perdió, había público asiduo a ese trole.

Cada trole es diferente, cada barrio y colonia también. Cada uno tiene su propuesta, pero todos somos artistas independientes como una alternativa a la carencia cultural de otros programas de políticas públicas: crear público y vínculos con nuestra comunidad. Vivimos ahí, caminamos, conocemos a nuestros vecinos, ¿Por qué quitar lo que ya hay? En vez de cerrar o amenazar, que pongan más, uno en cada colonia, estamos abiertos a compartir la experiencia de levantar un espacio así. El trolebús,  nos corresponde a todos, para resolver las necesidades de los ciudadanos.  Lo que se pedimos es que si dicen que no estamos en regla, que nos ayuden a hacerlo; esa es la plática que queremos.

¿Cuáles son las medidas que ustedes han tomado para recuperar este espacio?

Tenemos una carta abierta en Change.org. La gente la puede leer y firmar si está de acuerdo.

Y continuar con lo que sabemos: arte y cultura.  Continuar presentando de manera gratuita nuestro trabajo. La cartelera la pueden consultar en Facebook Trolebús El Foro.


Autores
Ciudad de México, 1980. Dramaturga. Autora de Aún no recuerdo su rostro (FETA 2014). Fue Becaria de la Fundación para las Letras Mexicanas (2009-2011) y de Jóvenes Creadores, FONCA, (2008-2009). Participó en los talleres de The Royal Court of London y realizó una residencia en la misma institución en marzo del 2013. Su obra Anatomía de la Gastritis, traducida al francés por David Ferré, fue editada por la editorial Le Miroir. Ha publicado Editorial El Milagro; Los Textos de la Capilla, segunda generación; Tierra Adentro, Buena tinta y la revista Este País. Su guion Distancias Cortas fue publicado en co-edición con IMCINE y Editorial Buena tinta, en 2012.