Vi una manada
Vi una manada de sapos mirándose entre ellos discutiendo insectos en el cauce de mi reflejo No fue romántico Los trajes blancos apilados sobre el lago y una insignia dorada como el zancudo que distingue la sangre azul de una sustancia babosa deslizándose por las salinas rocosas del istmo nevado de Acapulco Fue mi más triste recuerdo estaba hecha pedazos me sentía grecorromana Una brisa hermafrodita agitaba las faldas de las sombras del estacionamiento Un olor a aceite me alejó de la escena y entré al cine negro encendí un cigarrillo La primera luz se encendió y por ley me echaron de este mundo