Tierra Adentro
Paulina Cortés Salgado. Horizonte

Paisajes íntimos

Nuestras vidas están marcadas por la frecuencia con que navegamos en Internet. Nuestra rutina, por el número de entradas y participaciones en las redes sociales. Tal es, a grandes rasgos, el perfil del habitante del siglo XXI, y nuestro imaginario visual resulta cada vez más estridente, irregular. Miles de imágenes pasan por nuestros ojos cada día, los espacios geográficos más remotos aparecen ante nuestra mirada mediante una sencilla búsqueda en la red. Cualquier punto del mundo puede ser enfocado y visto en zoom in/zoom out a través de Google maps. En este contexto de accesibilidad y de sobreproducción de imágenes, cientos de usuarios documentan los aspectos mínimos de sus vidas, sus entornos, por tanto resulta sorprendente encontrar un trabajo fotográfico como el de Paulina Cortés Salgado (Ciudad de México, 1982). Una apuesta por el paisaje que se desmarca de la vorágine de la sobreproducción marcada por lo efímero.

Dotada de una destreza peculiar en el manejo del color, la artista propone la abstracción del paisaje. Parte de texturas y recuadros que descontextualizan una imagen para lograr, por medio de un detalle, la construcción de un paisaje subjetivo. “Algunos autores afirman que uno es el que da forma y contenido al paisaje, también lo caracterizan como dinámico, cambiante. Si el paisaje no es concreto y es determinado únicamente por nuestra vista e imaginario, ¿cómo y dónde estarían las montañas, el cielo, el agua?”, escribe la artista sobre su proyecto que nació en medio del paisaje desértico y marino de Baja California Sur, en regiones como Los Cedros, Tecolote, Bahía de la Paz, Guerrero Negro, Santa Rita, Punta Arena, El Pulguero, Coromuel y San Pedrito de las Palmas.

Criada en un contexto citadino, Paulina se mudó a la ciudad de La Paz en donde redescubrió, literalmente, el horizonte. Ante un territorio expandido refleja ese paisaje íntimo, ars combinatoria de elementos naturales al alcance de su mirada: hielo, arena, agua, bóveda celeste; la intimidad se traduce en el desciframiento de la visión natural, dispuesta en la corteza terrestre y la posible construcción propia de un álbum subjetivo, de una reflexión delicada ante los elementos que prescinden de la presencia humana, a veces aludida sutilmente a partir de las huellas que dejó su paso.

Mónica Nepote

Fotografías: Paulina Cortés Salgado

De la fotografía como poesía

Una ciudad distinta

Me mudé a La Paz, Baja California sur en el año 2010. Me maravilló el espacio físico: la comunión del desierto con el mar es un paisaje que no se encuentra fácilmente, y crea situaciones y experiencias particulares. A mi llegada comencé a registrar los entornos que me parecían bellos o impactantes. Sin embargo, siempre quedaba insatisfecha con el resultado. Fue así que empecé a reflexionar sobre el tema y a investigar a distintos fotógrafos paisajistas. Me interesé en las observaciones de los filósofos Mariano Ibérico y Georg Simmel.

Los inicios y la primera cámara

Nunca pensé en dedicarme a la fotografía. En un principio mi acercamiento fue más por cumplir con el plan de estudios de mi carrera que por gusto, pero poco a poco me fue atrapando y ahora me dedico a ello. La primera cámara que recuerdo haber utilizado fue una Kodak para rollo de 110 exposiciones, la famosa cámara familiar. En realidad mi primera cámara fue una Canon AE1.

La fotografía como poesía

Cuando leo la frase: “la fotografía como poesía”, pienso en la palabra metáfora. Creo que ambos medios de expresión se unen en esta palabra. Lo que me maravilla de la fotografía es encontrar en una imagen tan parecida a la realidad algo nuevo sobre ella.

El mundo digital

Este tema está sonadísimo en la actualidad y creo no es para menos. Desde sus inicios en el siglo xviii la fotografía ha estado acompañada del desarrollo tecnológico. Pienso que para las personas que nunca se habían acercado a la fotografía o nunca habían contado con una cámara, el desarrollo tecnológico ha significado una nueva manera de mirar e imaginar su propia vida. El elegir qué momento u objeto fotografiar para compartirlo en las redes, es algo que no figuraba en el día a día de hace algunos años. Para mí este cambio es interesante, pues lo veo en mi entorno inmediato con familiares y amigos que antes no tenían una práctica visual y ahora, con la inclusión de una cámara en distintos dispositivos móviles, tienen un acercamiento con la disciplina, tal vez no profesional, pero lo tienen. Por otro lado, para los fotógrafos el desarrollo tecnológico abre una cantidad de posibilidades de creación y tratamiento de la imagen fotográfica que no es posible medir por el momento, lo cual me resulta emocionante. Pienso que la “manera” de hacer foto no ha cambiado: se necesita una cámara y con ella obtenemos una imagen que se editará después. Pienso que la manera de pensar en y concebir una fotografía es lo que está cambiando.

Palabras recogidas por Rodrigo Castillo


Autores
nació en la Ciudad de México en 1982, y se interesó en el paisaje cuando se mudó a La Paz, Baja California Sur en 2010. En esa ciudad comenzó a registrar paisajes que le parecían bellos. Cuenta con tres exposiciones individuales y más de quince muestras colectivas. Ha exibido su trabajo en la sexta Bienal de Fotografía Puebla de los Ángeles, y en Photofest, en Querétaro, en Photofluxo, festival de fotografía en Rio Grande, Brasil, entre otros.
Similar articles