Tierra Adentro
Portada de la 1ª temporada de "La ley y el orden: Unidad de víctimas especiales". Creada por Dick Wolf. NBC.
Portada de la 1ª temporada de “La ley y el orden: Unidad de víctimas especiales”. Creada por Dick Wolf. NBC.

Leí hace unos diez años que en la década de los noventas se suscitó un fenómeno que a la fecha se conoce como “efecto Scully”. Consistió, básicamente, en un incremento de la cantidad de niñas y jóvenes que mostraron interés en la ciencia. Nombraron así esta tendencia en honor a Dana Scully, protagonista de la serie de la misma época The X files, agente especial del FBI con estudios en ciencias físicas, medicina y patología forense. Por la misma época era popular otro contenido que permanece hasta nuestros días: Law and order UVE, franquicia que se desprende del universo de La ley y el orden, creado por el director y guionista estadounidense Dick Wolf.

The X files se transmitió de 1993 a 2002, en tanto que Law and order UVE inició en 1999 y, tras veinticuatro años, se mantiene al aire. No soy muy fan del género policíaco, pero me parece interesante casi todo lo que encuentro en esta producción, no solo por lo que se puede analizar en cuanto a la estructura y a lo técnico. Me parece que uno de los principales aciertos que tiene esta serie es que sus personajes se han transformado. Pero las transformaciones no han respondido exclusivamente a la propia evolución de los diferentes arcos dramáticos, sino que se empatan con el contexto social específico de la época. Es decir, hay un cambio en aquella realidad que se está representando a través de la ficción. Basta con comparar la toma de los personajes principales en la entrada de la primera temporada con la de la temporada veintitrés. En la primera, de izquierda a derecha, aparecen Richard Belzer, Christopher Meloni, Mariska Hargitay y Dann Florek (John Munch, Elliot Stabler, Olivia Benson y Donald Cragen, respectivamente). En la veintitrés, también de izquierda a derecha, aparecen Jamie Gray Hyder, Ice-T, Mariska Hargitay, Kelli Giddish y Peter Scanavino (Kat Tamin, Fin Tutuola, Olivia Benson, Amanda Rollins y Sony Carisi, respectivamente). Lo primero que se observa es el cambio en cuanto a la cantidad de personajes femeninos y masculinos. Mientras en 1999, de cuatro personajes, tres eran masculinos y uno femenino, en 2023 hay cinco personajes principales de los cuales tres son femeninos y dos masculinos. Además, en esta última imagen, al centro se ubica quien a lo largo de veintitrés años se mantuvo en asenso lento pero constante en un sistema tradicionalmente heteropatriarcal, la ahora capitana Olivia Benson. A su derecha, como su sargento, Fin Tutuola, un personaje con solo una temporada menos de antigüedad. La ubicación del resto de los personajes, que miran al frente, sugiere también sus posiciones dentro de la serie, todo con respecto a Olivia como líder del equipo. En la imagen de la primera temporada, Olivia y Elliot están uno frente a la otra, mirando a la cámara pero casi demasiado cerca, quizá con la intención de sugerir aquel interés afectivo sobre el que se especuló en los primeros años de la serie. Detrás de Stabler, Munch, con sus inseparables lentes oscuros. Detrás de Olivia, el capitán Cragen, en una posición que sugiere cierta protección hacia ella. La representación con respecto al género en la serie cambió porque la participación con respecto al género cambió en la sociedad. Quien ha seguido la trama de la franquicia a lo largo de estos veintitrés años ―o ha maratoneado en Amazon Prime― puede relacionar las adaptaciones que se han hecho para ir a la par de los cambios en la vida real.

En La madre de todas las preguntas, Rebeca Solnit toma como ejemplo del cambio social posterior al año 2000 las transformaciones que sucedieron en las legislaciones universitarias para intentar resolver los problemas asociados con la violencia de género en el ámbito académico. La autora ensaya sobre las dinámicas establecidas por grupos hegemónicos como las fraternidades, en tanto en Law and order UVE cada temporada hay un número importante de capítulos en los que el conflicto consiste en defender a la víctima de una violación. Solnit diserta sobre los mecanismos de los que echan mano quienes pretenden mantener el poder y, por la tanto, una especie de verdad absoluta. En Law and order UVE se representan las estrategias que los defensores de los grupos privilegiados usan para desacreditar a una víctima, así como las herramientas de las que se hacen para que ciertos elementos del sistema de justicia legitimen la defensa del o los agresores. Tengo que decirlo: cuando leí La madre de todas las preguntas, en automático mi cabeza hizo un recorrido por cada capítulo de Law and order UVE al menos de los últimos diez años, y ambas narrativas, ambos planteamientos, hicieron una especie de match entre sí. El análisis que la autora presenta en una, es lo que el fandom puede rescatar y repensar en un recorrido por la otra.

Muchos de los contenidos que consumimos ―llámense series, películas, libros, videojuegos, música, etc.― se mantienen en una especie de pin pon permanente con la realidad. Es decir, se nutren de lo que sucede en la vida real. Pero al mismo tiempo, quienes consumimos dichos contenidos, estamos construyendo esa realidad a partir de lo que vemos, leemos o escuchamos de manera cotidiana. ¿Es esto lo que deberían plantearse creadores y creadoras? Renovarse y adaptarse a los tiempos que se viven. O resistirse y mantener la repetición de las viejas fórmulas para luego quejarse de que estas nuevas generaciones no aguantan nada. Más importante, creo, es pensar en la forma cómo las siguientes generaciones construirán el mundo a partir de las representaciones que estamos dejando para ellas.

Portada de la 1ª temporada de "La ley y el orden: Unidad de víctimas especiales". Creada por Dick Wolf. NBC.
Portada de la 1ª temporada de “La ley y el orden: Unidad de víctimas especiales”. Creada por Dick Wolf. NBC.
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