“Las leyes se hicieron para los hombres y no los hombres para las leyes”
John Locke
Los callejones resonaban con risas juveniles impregnadas de la energía vibrante de la noche.
Los rumores a la salida de la iglesia viajaban en pequeños susurros y miradas indiscretas que consiguieron incomodar a don Mario Patlani y doña Marta, su esposa.