Poemas
hotel lois
el puerto era una flor cortada en nuestras manos
j. c. becerra
salgo a la noche y entro en la playa
las arenas reciben mis pies
el fresco viento arrastra
olas, hambre
y voces
sobre todo la voz que acaricia
la moneda que es el mar
aquí estuve en 1993
el hotel lois era azul y la ciudad
se construía alrededor
la vida era una pelea constante
pero entonces qué es la vida
cuando con cerveza
cruzas la mitad del país en auto:
a media mañana te despides
del pacífico
y una noche después
el golfo de méxico pesa como una perla en tu mano
no te percatas
de que este puerto es tuyo
una flor como dijo el poeta
una puerta que cierra
para que el sol caliente los huesos
y el aire nos despeine
y enumere olas y pájaros
y el brillo en el ojo de la cerveza
en el bar del lois el arpa desgaja notas
parte en dos la música
y la fiesta es el anzuelo
que atrapa una flor de barcos
tampoco sabía que mis amigos
se destrozarían poco a poco
yo que viví el naufragio dulce de la fiesta
cómo iba a saberlo
si las ciudades se arremolinaban
en el licor
y la vida era libros
que pensaba escribir
el júbilo estaba a mis pies
y la pasajera edad
tomaba el sol a sus anchas
en 1993 tenía 19 años
ahora el lois esplendoroso me llama
el bar abre tantas cervezas para recibirme
en efecto, una palabra
¿un trazo?
¿una palabra que anotas?
¿explica tu universo?
¿[…] nada recuerdas?
eduardo langagne, “una palabra”
mientras el calor se abre paso
con ventarrones y arenas
los parques universan y la piedra se rompe
el árbol bebe
del mismo aire
levanta-papeles
rompe-ventanas
azota-puertas
pero no explica
ni la ceniza ni la flor
ni de los amores el rostro
y no recuerdo
los faros de los autos en mi copa
no siento el párpado mordido de la mañana
ebrios polvos adherirse a la mejilla
no recuerdo
la batalla que dura toda la noche
cuando se vive al borde de los ojos
las ruedas mientras la ciudad
mientras avanza la tarde
historias de vaso
la tú, la mulata
la bautismal regina como reloj a la muñeca
tan delgada como la manecilla de los minutos
tú, mi silla y vaso
la improbable júpiter
artificiosa y fiada y porfiado mapa
del beso el beso y sobre la palma el gallo
regina de perfil como de frente
niña abierta y borracha
de cabello que luna en la mejilla
ilustrada para retener y tragar
niña de ti
tragedia del papel en la mano izquierda
la tú, la viga de tus ojos
que templos sostiene
tus dientes son el maíz
para el whisky clandestino
tus dientes que se hincan en la carne
de la trasquilada oveja
tu cuello es la botella
para la greguería
los valientes y curiosos
la de los pechos
que los gemelos impacientes
en la otra orilla desean
y el hombre de la puerta protege
no hay miel ni leche bajo tu lengua
porque el licor lava
lánzate responde
acciona bombas de vino a la hora de la hora
si tus piernas fueran de mármol
las tajaría pintaría mi nombre en rojo
sería sansón amigo de los filisteos
niña el corazón gotea
te pagaría te presumiría con mi madre
te llevaría con mis amigos
te serviríamos en plato y mientras te comemos
darías a mis oídos el poema
en los diarios hablaría de tus ojos
como azules frutas de mundos desconocidos
como índigos atardeceres salpicados en otras galaxias
tierna como el cabrito
ven sirve y protege la comanda
el gallo está por cantar