Tierra Adentro
Portada del disco doble de NIN, Ghosts V: Together y Ghosts VI: Locusts, (2020).

Titulo: Ghosts V: Together y Ghosts VI: Locusts

Autor: NIN

Lugar y Año: EEUU, 2020.

En medio de la pandemia por COVID-19 que sufre el mundo, el pasado 26 de marzo Trent Reznor preguntó desde su cuenta de Twitter si alguien estaba por ahí, para después anunciar en la página oficial de Nine Inch Nails que había nueva música para oír y descargar gratis, a manera de solidaridad con lo que ocurre en estos momentos.

El mensaje con el que Reznor y Atticus Ross (únicos miembros oficiales de la banda) compartieron este nuevo disco doble, es por demás empático y esperanzador:

Mensaje de NIN a sus seguidores.

Mensaje de NIN a sus seguidores.

El disco doble titulado Ghosts V: Together y Ghosts VI: Locusts, es un álbum que continúa la saga que vio la luz en el año 2008, titulada Ghosts I-IV (álbum con 36 canciones seccionadas en cuatro discos). En aquella ocasión, la banda sugería escuchar su disco en un día lluvioso o en una noche larga, describiéndolo como un soundtrack para soñar despierto. Con esta idea, Reznor organizó un festival de cine y convocó a sus seguidores para que hicieran videos que acompañaran la música del álbum, no como concurso, sino como un experimento de colaboración e interacción entre ellos y sus seguidores. Algo así hizo Placebo incluyendo en su álbum Black Market Music (2000) a algunos videofans de la canción “Peeping Tom”.

En estos nuevos Ghosts, Reznor no pidió videos, pero mencionó algo similar, que esta entrega puede escucharse como el soundtrack de lo que nos sucede hoy en día, más notorio si leemos los títulos de las canciones del Ghosts V: Together, que bien puede ser un poema o un mensaje para no bajar los brazos ante la pandemia:

 

Letting Go While Holding On / Together /

Out In The Open / With Faith /

Apart / Your Touch / Hope We Can Again / Still Right Here

 

En general el sonido del disco es más apegado a los soundtracks de películas que Reznor y Ross han hecho como: The Social Network (2010) con el que ganaron un Oscar y un Globo de Oro, Bird Box (2019), la serie Watchmen (2019) muy aclamado por la crítica, y hasta con la musicalización que hizo Reznor del videojuego de id Software, Quake (1996). La creación de estas y otras bandas sonoras en las que el dúo se ha centrado en los últimos diez años ha incrementado, sin duda, la calidad y cantidad de sonidos instrumentales y ambientales que ambos componen con maestría.

Ghosts V: Together se puede escuchar como un disco más relajado, incluso NIN mencionó que es esperanzador y que puede escucharse: “cuando todo parece estar bien”. Y sí, tiene algo de melancolía que transmite mucha calma. El piano es el eje de todo el disco y se combina con noise, estática, voces distorsionadas y efectos atmosféricos; canciones que suben y bajan pero que nunca explotan, solo se mantienen. Este disco recuerda un poco a los multinstrumentistas Brian Eno, Jon Brion y Eluvium en sus diferentes facetas, así como a bandas del tipo de Mono, Have A Nice Live y sleepmakewaves.

 

Ghosts VI: Locusts se escucha siniestro desde el inicio, incluso provoca desesperación y ansiedad por algunas programaciones. De igual manera, los títulos son más sombríos, hacen imaginar cosas que tal vez no acabarán bien (“The Cursed Clock”, “Another Crashed Car”, “So Tired”, etc.). El piano vuelve a ser el ejecutor del que se unen las demás resonancias como trompetas, percusiones, sintetizadores, leves cuerdas, tiene mucho más noise y estática que se juntan con algunos rechinidos y voces en off. En este disco las canciones también suben y bajan, pero aquí sí explotan como en “Run Like Hell” y “Turn This Off Please”.

Si bien el Ghosts V es un disco más instrumental, el Ghosts VI es una combinación de dark ambient con más post-rock que se acerca mucho a bandas ya consagradas en estos géneros como Boris, Godspeed You! Black Emperor, Explosion in The Sky, entre otras. También recuerda a John Murphy con el magnífico soundtrack de 28 Days Later (2002), o el de la película Sunshine (2007) en la que el propio Murphy colabora con Underworld. Por los sonidos y aliteraciones que tiene con la esencia más pura de la banda, Ghosts VI puede ser la cumbre de lo que ahora mismo está haciendo NIN.

 

Ambos discos son obras que se tienen que escuchar de principio a fin, ya que las canciones no terminan y, aunque suelen caer de intensidad hasta casi apagarse, tienen una continuidad que hacen del disco una obra lineal. Algo parecido a esto sucede en el disco The Fragile (1999), pues las canciones se entrelazan con sonidos ambientales e instrumentales cada vez más largos, sin permitir el silencio entre las canciones que te llevan casi de la mano a las voces fuertes y al metal industrial que sube y baja para explotar cuando es debido. Esta idea de obra continua también ocurre en el disco Smell Like Children (1995) de Marilyn Manson producido por Reznor, el cual tampoco se detiene con el cambio de canciones, además de tener sonidos escalofriantes como en el Ghosts VI.

 

Esta versión más instrumental y experimental que Reznor y Ross presentan no es nuevo e incluso va más allá de las primeras entregas de Ghosts o las bandas sonoras de la última década. Canciones como “Help Me I Am in Hell” (Broken, 1992), “Warm Place” (Soundtrack de Natural Born Killers, 1994) y “Diver Down” (Soundtrack de Lost Highway, 1997), muestran un poco el inicio de estos sonidos que tienen mayor consistencia en los álbumes, Closer to god (1994) o en el Further Down The Spiral (1995) y, si nos fijamos en The Fragile (1999), el piano se vuelve un sello característico de la banda, haciéndose indispensable y necesario en cada uno de los discos posteriores de NIN, tal como lo vemos en estos últimos Ghosts.

Reznor ha sido duramente criticado en los últimos años por cambiar tan drásticamente su música y dejar de lado el rock, el metal y el industrial más estridente que lo llevaron al éxito, pero también ha sido alabado por arriesgarse a experimentar y crear nuevos proyectos sin estancarse. A diferencia de algunas bandas o artistas que temen cambiar o que evolucionan por modismos; NIN ha crecido a otro nivel más sofisticado, explorando con esos sonidos oscuros y estridentes, pero ahora con una propuesta más personal, trascendental y coherente con lo que Reznor siempre quiso. Queda decir que para los fans que están apabullados por lo que sucede en nuestro mundo, este par de discos (como dicen Reznor y Ross), puede ayudar y musicalizar el sentimiento en estos días de confinamiento: miedo, ansiedad, incertidumbre y esperanza.

 

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