Tierra Adentro

Titulo: Viene de mi

Autor: La Yegros

Editado por: Zzk Records, 2013

La cumbia constituye un patrimonio cultural de América Latina. Prácticamente en cada país encontramos una expresión que se adapta a las particularidades de los pueblos. Ha sobrevivido en el imaginario popular sin necesitar del apoyo de los grandes consorcios de la industria del espectáculo.

En torno a esta idea han coincidido creadores como Bomba Estéreo, el Instituto Mexicano del Sonido y los miembros de Zizek Urban Beats, quienes desde Argentina han apostado con un entrecruzamiento con la electrónica. Estamos hablando de jóvenes músicos que abrevan de la tradición desde una perspectiva futurista. Así lo ha hecho también el colombiano Mario Galeano, responsable de proyectos como Frente Cumbiero y Ondatrópica. El también catedrático, en una reciente entrevista con el Diario El país, precisa al respecto: “Si bien la cumbia ayudó a desbaratar el cliché latino impuesto por la salsa y el merengue alrededor del mundo, su proyección aún depende de los validadores internacionales. Eso es muy típico de nosotros. Tenemos la materia prima, pero hasta que no venga un gringo a decirnos que esto está bien, nadie le da atención”.

Traigo a colación este asunto al momento de abordar Viene de mi (Zzk Records, 2013), el debut de una argentina que hace confluir los recursos de la música electrónica para abordar cumbias, pero también chamamés —otra expresión regional—. Estamos ante un disco provocador, ya que todavía existe un sector reticente a apreciar en su justo valor este tipo de combinaciones. Hay tradicionalistas que se apegan a un inmovilismo y seguidores de lo contemporáneo que descalifican a priori la riqueza del folklore y el legado étnico.

Vivimos en una época que ha posibilitado el encuentro de estéticas y tradiciones. Algo que en La Yegros es evidente desde el sencillo que titula y abre el álbum. “Yo no bailo la cumbia, abandono el suelo y me entrego al aire que vas dejando, yo me convierto en tu deseo”. Hay en su canto la cadencia y soltura de la poesía lírica aunado al refinamiento de las bases y secuencias programadas.

La primera vertiente le viene desde la cuna. Sus padres —misioneros— la criaron escuchando cumbias y chamamés; desde niña decidió que tenía que estar cerca del mundo del arte y tras un primer intento como cantante, calificó para integrarse a la afamada compañía de artes escénicas De La Guarda, que monta espectáculos en los que la música y la danza alternan con la acrobacia; Mariana Yegros debutó durante 1998 en la puesta llamada Doma, ante 15.000 personas.

Tras un proceso de afirmación de identidad e intereses, dejó los teatros para reemprender su carrera musical. Al tiempo que establecía una relación sentimental con el músico Gaby Kerpel, conocido como King Coya, y también interesado  en el desarrollo de la cumbia digital. Ambos formaron parte primero de The Martinas y luego del grupo Terraplén, que llegara a grabar un disco con el productor Gustavo Santaolalla.

Este cúmulo de experiencias, así como un amplio abanico de influencias que van desde Bjork a Toto La Momposina, de Café Tacuba a Petrona Martínez, le permitió definir el rumbo de un primer disco muy cohesionado y lleno de aristas interesantes.

Convocó a Kerpel (pese a que ya no eran pareja) y al compositor Daniel Martin (para que la ayudara especialmente con las letras). El tándem obtuvo canciones apasionadas, interpretadas con equilibrio y que no dejan de poseer cierta espiritualidad silvestre. Al momento de establecer similitudes pues hay que señalar a los últimos temas de Bomba estéreo y ciertos ecos de La Mala Rodríguez y Anita Tijoux, cuando se acerca al rapeo.

Viene de mi es disco que ha tardado cuatro años en concluirse —se nota que no hay apresuramiento alguno—, fueron sumando colaboradores para potenciar las canciones. Por ejemplo, en “Iluminada” aparece el cantante español “Gato” Muñoz para acercarse al hip hop al estilo Calle 13 y hacer una pieza que apela a la igualdad: “Iluminada al borde de un mundo tan chico, tu color, tu barrio a mí me da lo mismo”.

El álbum ha tenido buena aceptación en Francia, Alemania y España, y ahora comienza a difundirse por América del norte. De golpe el folklore de la de la provincia de Misiones (entre Brasil y Paraguay), lugar de origen de sus padres, se convierte en un chamamé electrónico en “El bendito” (en la que aparece Martin), se trata de una evocación infantil y una alusión al pueblo guaraní.

Hacía la parte final nos reserva su único cover que proviene de un grupo boliviano llamado Norte Potosí. En “Ya no llores” aparece Miss Bolivia, el alter ego de Paz Ferreira, otra figura emergente que entrevera géneros y que sostiene una lucha permanente en contra de la discriminación de los indígenas. A dueto retoman imágenes surgidas de esas afluentes autóctonas: “Eres una flor deshojada… Hoy cosechas lo que sembraste, ya no llores, estas perdida”.

La Yegros ha sabido aprovechar su naturaleza trotamundos (vivió en Nueva York y Barcelona), conoce de los ritmos tradicionales de la selva del nordeste de Argentina, aunque tampoco le son extrañas las propuestas más actuales. Basta dejarse llevar por el frenesí percusivo de un tema como “Solo”, en donde el dance hall encuentra a lo tribal.

Viene de mi es un disco en el que la música latinoamericana se oxigena, se plantea un futuro lleno de posibilidades al tiempo que presume raíces profundas y sólidas. El futuro estará lleno de cumbias futuristas o no será.


Autores
De los años sesenta tomó la inconformidad recalcitrante; de los ochenta una pasión crónica por la música; de los noventa la pasión literaria. Durante la década de los dosmil buscó la manera de hacer eclosionar todas sus filias. Explorando la poesía ha publicado: Loop traicionero (2008), Suave como el peligro (2010) y Combustión espontánea (2011). Rutas para entrar y salir del Nirvana (2012) es su primera novela. Es colaborador de las revistas Marvin, La mosca, Variopinto e Indie-rocks y los diarios Milenio Hidalgo y Reforma, entre otras publicaciones.
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