La 55 Muestra de Cine (segundo resumen)
La segunda semana de la 55 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca trae las mejores cintas que se presentarán durante los próximos días. Algunas de estas cintas son ineludibles pues se trata de obras de grandes directores, o son de impecable manufactura o, simplemente, sus historias atraparán al público más ecléctico.
Piedad, del surcoreano Kim Ki-duk, es de una historia de violencia cruda y desgarradora que no se va a los extremos: ni al melodrama gratuito ni a lo sanguinario estilo hollywoodense. Es una historia estremecedora, extraordinariamente bien hecha, una imprescindible de esta Muestra.
Paraíso: Esperanza, última parte de la trilogía del director austriaco Ulrich Seidl después de Paraíso: Amor y Paraíso: Fe, y en la misma línea visual que ellas, cuenta la historia de Melanie, una adolescente obesa que es confinada en una clínica para bajar de peso y donde se enamora de un médico mucho mayor que ella.
Los insólitos peces gato, esta opera prima de la joven cineasta mexicana Claudia Sainte-Luce, ambientada en Guadalajara, es otra de las imprescindibles de esta Muestra pues es de un guión impecable que seduce al espectador, conmovedora, pero así como tiene dosis de dramatismo siempre hay un comentario que lo rompe.
La vida de Adèle, cinta ganadora en Cannes del director Abdellatif Keniche, se centra en el despertar sexual de Adèle, una adolescente de 15 años que para experimentar una relación lésbica termina con su novio pero, después de los altibajos con la chica del pelo azul, pareciera que el director quiere que vuelva al “buen camino”.
Liv & Ingmar, es un documental sobre la turbulenta relación de la actriz Liv Ullman (quien lo narra) con el célebre director sueco, Ingmar Bergman (Persona, Gritos y susurros, Fanny y Alexander). Aunque Ullman va narrando la historia por las distintas etapas que pasaron juntos (Amor, Soledad, Ruptura, Amistad…), el documental no deja de ser bastante cursi.
El rey del erotismo es el empresario Paul Raymond, un hombre que llegó a Londres con unas cuantas libras en el bolsillo y que con los años construyó un emporio en el Soho londinense con clubs de desnudos, revistas pornográficas e inmobiliarias. Como suele suceder en estos casos, pareciera que el éxito contrasta con las crisis familiares de las que Raymond no se salvará.
La Muestra casi llega a su final pero nos ha permitido ver filmes tan variados y disímbolos en géneros, producción y nacionalidades que vale la pena perseguir muchos de ellos cuando lleguen a nuestra ciudad.